En un decálogo interesantísimo, del paralingüista norteamericano Noam Chomsky, también adjudicado al francés Sylvain Timsit, se describen las diez técnicas de manipulación, en la que se cobijan los gobiernos y los poderes fácticos, con la finalidad de mantener ocupados a los ciudadanos en asuntos de poco interés, guiándolos a otros de poca valía social. Partiendo del supuesto teórico, de que cuando un tema es de suma importancia para el desarrollo y desenvolvimiento de los ciudadanos, eminentemente vinculado a su bienestar social, y ocupa un por esa razón, un espacio específico en la opinión pública. Los gobiernos acuden a la formulación de estas técnicas para disuadir los efectos del tema.
Después de haber observado con detenimiento los últimos sucesos ocurridos en el espectro sociopolítico dominicano, en ésta y la semana pasa. Acudimos a lo planteado por intelectual, encontrando tres renglones en los que desde nuestra óptica encajan perfectamente los hechos suscitados.
1-La estrategia de la distracción:
No cabe la menor duda, que el tema ODEBRECHT por la dimensión que abarca en los sectores sociales y consecuentemente, las manifestaciones surgidas desde el vientre del pueblo mismo, en franco rechazo a la corrupción y la impunidad, que se han generado con todo derecho el repudio del descalabro moral e institucional que representa la confesión de sus principales ejecutivos de haber sobornado a funcionarios dominicanos con el objetivo de adjudicarse obras estatales, a todas luces sobreevaluadas. Ha sido sin temor a equivocarnos la peor pesadilla que ha enfrentado el corrupto gobierno analista.
El autor, afianza su postulado apegado al criterio de “la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes”. En ese sentido, el gobierno danilista, ahogado en medio de los errores cometidos y sin la posibilidad de subsanar de forma adecuada los entuertos; traslada todas su energías a la cibaeña ciudad de Moca, utilizando como carne de cañón a uno delos activistas sociales de mayor arraigo popular en dicha ciudad. Juan Comprés (Guanchy) alias el peregrino. Logrando con su maniobra casi perfecta, entretener a los activistas y manifestantes de la Ola verde, en algo que si bien es lesivo para la democracia, en otra ocasión solo sería un hecho aislado, por consiguiente; nunca paralelo al tema de corrupción más importante de nuestra historia.
2-Crear problemas y después ofrecer soluciones.
Guanchy o el peregrino de Moca como popularmente se le conoce; ha resultado a la luz de los planteamientos del autor, más que un problema para el gobierno “una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar”. Resulta pues extraño creer, que policías estén colocando a un individuo de la trayectoria social de Juan Coimprés, a plena luz del día, sustancias prohibidas, justamente en frente de cámaras de seguridad. Resultando evidente la intención de crear un problema que generara una reacción efecto-contagiosa para después dar una solución ya prevista y analizada. Logrando así, el objetivo fundamental, que es desaparecer poco a poco la atención de la gente, en el tema central del debate (ODEBRECHT)
10-Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
Si algo han sabido desde que arribaron al poder por segunda ocasión los morados, es justamente conocer y manejar cuasi antojadizamente la psique del dominicano promedio. Montados en una estructura mediática, económicamente insaciable, con han logrado por muchos años jugar con el interés social en pos del mantenimiento de un aparato estatal podrido, depredado por políticos carroñeros que han acumulado inmensas fortunas con los dineros del erario público, sin ninguna consecuencia legal. Así pues con una estrategia descabellada, moldean el pensamiento colectivo, desvirtuando la realidad y construyendo un mundo ficticio, donde la sensación es mucho más impactante que la información.
Nadie puede negarlo. Incluso al propio Diandino Peña, le resultó difícil establecer que no ha creado un emporio empresarial, en franca violación a las leyes dominicanas. Por lo tanto, entrar en detalles de la entrevista, podría afectar el análisis en cuestión. Valdría la pena entonces preguntarnos ¿Por qué justamente ahora, cuando se supone saldrán a relucir los nombres de los involucrados en caso ODEBRECHT, irradian las irregularidades existentes en las empresas de Peña y su trayectoria en el aparato del Estado? ¿Por qué cada vez que se quiere hablar de corrupción, solo los del bando de Leonel resultan afectados?
La respuesta es simple. El peledeísmo gobernante ha querido desde que Medina ocupó la primera magistratura del Estado, mostrar ciertas distancias de su antecesor. Para ello acude al uso de estudios sociológicos que arrojan como resultado el comportamiento de nuestra gente y así conocernos mejor de lo que nosotros lo hacemos. Diandino no es, ni será santo de mi devoción. Podrá haber desfalcado y burlado o no las leyes dominicanas. Lo que resulta repugnante es que utilicen sus faltas, para desviar la atención de la gente con un tema que debe ser tratado con pinzas y con toda la seriedad que amerita. Sacarlo del cajón y manipularnos con esa cortina de humo después de habernos ilusionado con los nombres de los sobornados de ODEBRECHT, es una manera burda de mostrar que no existe ningún interés de llegar a las tan mencionadas últimas consecuencias.