La lucha anticorrupción a nivel universal, viene  mostrando lasmúltiples facetas de operatividad  y organización que desarrollan los corruptos, en ella se destacan las reacciones inesperadas de sociedades, que habíamos calificado de paralizadas y anómicas en sus reacciones ante el flagelo de la corrupción, instalado en la práctica gerencial de los asuntos de Estado, como una forma másde enriquecerse.

En ese contexto, los jueces brasileños,nos ha llevado por el insondable mundo dela corrupción, mostrando como la práctica  socaba las instituciones, y pone en peligro el sistema democrático,en aquellas  sociedades donde se expresa laimpunidad.

Hoy es sabido, que los tentáculos de la corrupción,se expanden a nivel internacional, entre las clases políticas y empresariales de una y otrasnaciones, siendo quizás, este el aporte más interesante del escándalo Odebrecht, mostrarnos  como  estamos interrelacionados en una híper corrupción intra y transcontinental.

Entrando Republica Dominicana, sin quererlo, a formar parte de ese universo inesperado, que se enfrenta demanera tímida, pero tenaz,elfenómeno de la  corrupción.  Con  la fe  puesta en la justiciainternacional, como aliada,tras observarse,  que todo lo importante para frenar la corrupción local, viene de fuera.

Diversas reacciones internacionales están surgiendo contra la corrupción, lo que  parece indicar que la lucha  será planetaria. Ilustrativo de esta lucha es Rumania, tetanizada por una clase política corrompida, que  subestimo las capacidades reactivas del pueblo. Lanzados a la calle 500 mil manifestantes, en pleno invierno, exigiendo la anulación de un  decreto, que pretendía despenalizar  la corrupción.

Dentro de las sociedades anómicas, que emergen inesperadamente a enfrentar  la corrupción, podríamos citar a la República Dominicana,que  con la masiva marcha Fin de la Impunidad, del pasado 22 de enero, entra en esta lucha planetaria, tras exorcizar los presagios  de la clase gobernante de  que "este pueblo solo piensa en comida”.

La lucha anticorrupción sin rostro es una práctica políticamente riesgosa para gobiernos corruptos que  pretenden mantener el discurso anti corrupción mientras  protegen los culpables.

Sorprendidos por la marcha, gobierno y funcionarios, pasaron a descalificar el evento,y se pretende seguir manteniendo la condición de ‘corruptos invisibles’, que  caracteriza la corrupción en el país. Donde  no existen registros de persona alguna encarcelada, no obstante figurar  entre los ocho países más corruptos del mundo,  preciándose las autoridades de llevar a cabo una lucha anticorrupción, que no pasa de ser un ejercicio teórico-mediático, plagado de cinismo.

Tras arrastrar un historial de corrupción compulsiva, República Dominicana finalmente está en  medio de la corrupción  planetaria (Odebrecht, 12 países 3 continentes) y  en consecuencia en la lucha anticorrupción internacional que se desprende de dicho escándalo, donde está cayendo toda suerte de empresarios, presidentes y expresidentes con mandatos de arresto internacional alguno de ellos.

Sin que exista un solo político dominicano, oficialmente acusado de recibir soborno. Admitiendo la empresa Odebrecht que entrego” 92 millones de dólares y que  se les llego a pedir  entre 20 al 45 % de comisión”.

En  boca del mundo, se intenta borrar los rostros delos corruptos locales, mediantecirugía plástica deleyes y acuerdo confidencial, evitando que  el pueblo se entere deidentidades, que la justicia internacional conoce, pero que requieren ser  legitimados  por nuestra justicia, y tal vez publicados por la prensa local, para verlos, para  empezar a construir paradigmas de sanción,dentro de un pueblo convencido de “que aquí no pasara nada”.

Frenar la corrupción exige  mecanismos que puedan  formar ciudadanía,mostrando el castigo reparador al pueblo, y el peso  y fuerza dela ley, igual para todos, en especial para aquellos que nos gobiernan.

Es necesario que las autoridades demuestren, cierta voluntad  de acabar con la impunidad,dejando ver los rostros de los corruptos, como ha pasado en Brasil y otros países, desde donde  nos llegan  nombres y fotos de  implicados. Mientras aquí hablamos de un acuerdo secreto, que  “permitirá resarcir el daño social al  retribuir en pago  millones de dólares que la empresa  invirtió en sobornos, y  que un solo  individuo admite haber “recibido como  parte de su  salario", lo cual es un honorable ‘detalle’. El Procurador Jean Alain Rodríguez concluye en “cerrar la investigación en su primera fase”, luego anuncia que viajará a Brasil. De parte, el Comité Político de su  partido, el PLD, invita al Procurador a “llevar las pesquisas hasta sus últimas consecuencias”. Obviando que el mundo nos observa.

La lucha anticorrupción sin rostro es una práctica políticamente riesgosa para gobiernos corruptos que  pretenden mantener el discurso anti corrupción mientras  protegen los culpables. El desempeño de la justicia dominicana ante la invisibilidad del corrupto local,está siendo monitoreado por la justicia internacional y en especial por Brasil,quienes siguen de cerca los pasos de nuestros corruptos invisibles,  cercados  por la justicia  internacional.

Los gobiernos deberían cuidar sus medidas “anticorrupción” encubiertas de impunidad, ya que las mismas pueden conducir a reacciones inesperadas,  de pueblos cansados de políticos ladrones, como  lo ilustran las manifestaciones en Rumania,que dieron marcha atrás al decreto para proteger políticos corruptos, y ahora exigen que salga todo el gobierno.

La pasada marcha verde, que da paso a las firmas del libro verde, es otro acontecimiento en la lucha planetaria contra la corrupción, ella presagia un despertar en la ciudadanía, que puede orientarse hacia otras reacciones de inesperadas consecuencias para la clase política local, donde se aloja el corrupto invisible.