Lo que ocurre con el caso Odebrecht en cada uno de los doce países en los cuales esta empresa sobornó a funcionarios públicos para obtener contratos, está siendo seguido muy de cerca por la comunidad internacional, sobre todo por los demás países involucrados, permitiendo un marco de referencia comparativo interesante para el manejo del escandaloso caso.
Brasil, donde se ubica el epicentro de este movimiento telúrico, ha demostrado que sus autoridades fiscales y judiciales están decididas a llegar rápidamente hasta el final. Existen 120 condenados por el caso Petrobras que inició a principios de 2014, y con las delaciones premiadas de 78 ejecutivos de Odebrecht, denominadas delaciones sinfónicas o del fin del mundo, se espera que esta cantidad se duplique, afectando a todos los partidos políticos, incluyendo a Lula y al presidente Temer, a los presidentes de ambas cámaras legislativas y a varios de los empresarios más poderosos de Brasil e incluso al que fuera candidato opositor en las últimas elecciones, Aecio Neves. La voluntad de las autoridades brasileñas no puede ser más contundente y por eso el principal juez responsable del caso, Sergio Moro, ha sido designado entre los 50 más importantes líderes del mundo por la revista Fortune. La lógica llevaría a pensar que si los influyentes imputados brasileños no han podido evitar que se conozcan las delaciones en su contra, es muy poco probable que cualquier persona en los demás países afectados pueda evitarlo.
En las últimas dos semanas Perú ha sentido los efectos del seísmo, y a pesar de que Odebrecht sólo utilizó US$29 millones para soborno (versus US$92 millones en RD), la situación allá ha evolucionado con cierta velocidad y en la dirección correcta.
Las filtraciones de algunas de las delaciones premiadas han involucrado al ex presidente Alejandro Toledo, con un soborno de US$20 millones, y ha colocado al presidente Pedro Pablo Kuczynski, en el dilema de actuar contra Toledo, de cuyo gobierno fue Ministro de Economía y Finanzas, recibiendo de inmediato amenazas de la esposa de Toledo, quien lo retó declarando: “No me hagas hablar because I know what you did last time” (sé lo que hiciste la última vez), refiriéndose al presidente peruano.
La respuesta de Kuczynski ha sido la designación de dos fiscales independiente, que vienen de la práctica privada, Khaterine Ampuero Meza y Liliana Meza Quito, con la orden de que los fiscales apoderados pasaran a las nuevas fiscales todo el expediente relacionado con Odebrecht y los sobornos en Perú, incluyendo el caso de Toledo. Precisamente eso es lo que pide Cero Impunidad en República Dominicana con la firma del Libro Verde.
El presidente Kuczynski además comenzó conversaciones directamente con Donald Trump para lograr la extradición de Toledo en caso de que éste insista en no regresar al Perú. Ya Toledo había declarado que no regresaría a Perú, donde se le ha fijado prisión preventiva por 18 meses, hasta que la justicia “no sea más confiable”.
El presidente peruano acaba de dar un paso más firme hacia adelante y se dirigió a todo el país para informar que el caso Odebrecht “es el más grande pero no es el único” e informó como la corrupción ha hecho perder la confianza en el sistema de gobierno, por lo que se debe actuar de manera “implacable” contra la “podredumbre de la corrupción” y planteó la necesidad de un cambio radical sobre este serio problema.
Kuczynski tomó una serie de medidas que resumimos a continuación:
- Las empresas condenadas por corrupción nunca más podrán contratar con el Estado.
- Se aplicará la muerte civil a los funcionarios corruptos para que nunca más puedan trabajar en el Estado.
- Los contratos de concesión del Estado peruano obligatoriamente incorporarán la cláusula anticorrupción con la finalidad de resguardar los intereses de ese país.
- Se triplicará el presupuesto de la Fiscalía dedicado a investigar y atrapar a los corruptos.
- La creación de un sistema para recompensar y proteger a los funcionarios y ciudadanos honestos que denuncien actos de corrupción.
- Ante el incumplimiento financiero del consorcio que lideraba Odebrecht en el contrato del ducto del sur, se ha cobrado la garantía por 262 millones de dólares y con ese monto se seguirá la obra mientras se licita un nuevo contrato.
- El presidente y sus ministros han publicado toda la información personal que permita investigar su desarrollo económico y solicitó a las demás altas autoridades hacer lo mismo.
- En relación al caso del ex presidente Alejandro Toledo, han tomado todas las acciones que la ley les permite a nivel nacional y en jurisdicciones internacionales como Estados Unidos y otros países para lograr que regrese a aclarar su situación frente a la justicia peruana.
- Se asegurarán que empresas que han aceptado culpabilidad o hayan sido sentenciadas, no puedan transferir recursos fuera del Perú sin antes cumplir con sus obligaciones de pagos a los trabajadores, proveedores y la reparación que tendrán que pagarle al Estado peruano. Asimismo, estas empresas deberán pedir autorización al Estado peruano para vender sus activos y el producto de la venta se utilizará para resarcir el daño sufrido por el Estado peruano.
De Kuczynski se decía que no podría hacer nada porque tendría que responder por sus propias actuaciones del pasado, pero sin embargo hizo lo que tenía que hacer y ahora el pueblo peruano tiene por lo menos la expectativa de que los responsables responderán por sus actos. Estoy seguro que la valoración que tiene el pueblo peruano sobre su presidente subió en forma importante luego de este discurso.
Espero que los demás presidentes de los países afectados tomen el ejemplo de Brasil y de Perú y lo superen, para beneficio propio y de sus respectivos países. De manera concreta tengo la esperanza y confío en que el presidente Medina romperá su silencio el 27 de Febrero y tocará este tema de manera directa y valiente, informando de medidas prácticas y eficaces, haciéndonos recordar su discurso sobre Barrick o sobre Bahía de Las Águilas. El 27 espero levantarme de mi asiento frente al televisor y aplaudir a nuestro presidente. Creo que la mayoría de la población lo espera.