Del proyecto tripartito “Manchamanteles: la gastrosofía novohispana de Sor Juana Inés de la Cruz” que consistió en cocinar el platillo, escribir un poema y esbozar un ensayo, les entrego la segunda jornada: el poema.

Me conceptuo formar este poema
del Libro de Cocina de Sor Juana Inés de la Cruz

y ¡que locura!
ver que emigraron de tan lejos

el clavo, la canela y la pimienta

a encontrarse con el dulce chile ancho de Puebla

con la piña del Paraguay

y el camote de dudoso origen

probablemente escamoteado de contrabando

desde el Indostán

con el nombre de batata o boniato

a encontrarse

en la cintura de América

con el ajonjolí africano

tostado por el sol.

Y como si fuera poco

desde la India

neolítica

la gallina sudada

de tan lejos

vino a recibir su desposorio

con el chile y las especias

y el plátano macho.

 

En el comal

se tuestan el chile

y el ajonjolí recién molido en el metate

mientras se asan la cebolla

y el jitomate

y a la fiesta polícroma en el nixcoma

acuden almendras, manzanas y pasas

-Desde el Indostán, pasando por la India

Turquía, Grecia, Roma y España-

para que todos los sabores

y olores del mundo

eleven en su cántico

la armonía novohispana.

 

En el hervor

bailemos al ritmo

de la madera, el caracol, la vihuela

la guitarra, el guitarrón

el corrido de El Tenexate poblano

y agréguesele la alegría de la cánora canela

donde ya el dulce chile ancho reina

y el clavo perenne girofle

danza

junto a la pimienta verde roja amarilla blanca o negra

mignonette del baile que enantes desdeñó

al chile ancho

corazón de Puebla.

 

Y si al levantar la torpe cuchara, en el blanco mantel salpicado

del rojizo mole indeleble

queda la mácula del dulce pecado original, Filis mía,

el recuerdo de tus pechos

más dulces y fragantes que el chile corazón

y si en Nueva España, que es maravilla

“¡Donde cuelgan los postres de los árboles!

y los llaman mameyes, mangos, chicozapotes y anonas nuricatas”

me conceptuo formar este poema

es porque una monja llamada Sor Juana

cocinó para poder pensar

un rico manchamanteles

polifonía de sabores

bajorrelieve de especias

claroscuro del placer

en que tus blancos muslos, acuérdome, Filis mía,

prefiguran la imposible

amorosa gastrosofía de tu cuerpo.