Hemos dicho que para T. S. Eliot abril es el mes más cruel. Que para nosotros cuando recordamos la Guerra Patria sentimos el Viento Frío de René del Risco.

Entre las ocurrencias de este abril estuvo la inauguración de la Feria Internacional del Libro No. 20 dedicada a dicho poeta y al Paraguay.

El acto inaugural se destacó por su elegancia y sobriedad. Sin embargo esta vez como antes el Honorable Ministro de Cultura del hermano país tampoco mencionó a las Misiones Jesuíticas como base de aquel país culto del cual habló o cómo influyó para la ojeriza de los países vecinos para que todos a una como Fuenteovejuna le entraran hasta casi aniquilarlo. Ignoro la razón de esa ausencia. Estaba cerca de un sacerdote muy culto y vi la ansiedad en su rostro esperando que hablara de ellas.

Otra ausencia fue la mención de un cantor muy popular que vivió entre nosotros: El Indio Araucano (Oswaldo Gómez) nacido en Chile pero que hizo famosa a Recuerdos de Ipacarai. Cuando la Orquesta Sinfónico la interpretó los que lo corearon lo recordaron y en silencio rindieron un homenaje a ese cantor que fue por todo el país llevando la palabra guaraní con su maravillosa voz hasta dejar sus restos entre nosotros.

La lluvia ha sido la más cruel evidencia de este abril en cuanto a la Feria del Libro en sí. Ha sido una lástima. Pero las obras de René del Risco se han estado vendiendo al precio de una verdadera Feria. Dejando un recuerdo más vivo y perenne de aquel muchacho gentil cuya trágica muerte llenó de luto al país cultural, al extremo de que yo vine expresamente a su entierro desde Pimentel y allá le hicimos Un Responso Lírico leyendo sus versos, recordándolo y naturalmente leyendo El responso a Verlaine de Rubén Darío, brindando vino y miel.

Los que han desafiado la lluvia, que no son pocos, demostrando un fervor por la cultura literaria pura que nos ha sorprendido agradablemente, esperando que cuando abril deponga su crueldad tempestuosa podamos disfrutar a plenitud todo lo que se ofrece, incluyendo las antologías del país invitado tanto en prosa como en verso.

Por otro lado se habla de la Mancha Verde en San Francisco de Macorís que no fue tan abrumadora como aquí o en Santiago por la lluvia también principalmente. Aunque hemos leído que cimarrones se mezclaron con los mansos empezando a dañar el verdor con un crespón negro, esperando que en el futuro no la manchen más; desgraciadamente tenemos mala experiencia en ese sentido y los desesperados de siempre dan al traste con las mejores y más sanas intenciones.

Participamos de una lectura de la obra de René y luego participamos en una Tertulia en la sala Aida Bonnelly de Díaz. Fue agradable ver la presencia de estudiantes. Hablamos de la relación del Boom con la Generación del 60 que luego de abril se mezclaron con los de la Joven Poesía o Generación de Postguerra.

El programa luce muy interesante y aunque quisiéramos participar de muchas actividades las ocurrencias de abril lo están impidiendo.

Para el próximo jueves espero contar con menos lluvia y usar más espacio para que podamos hablar de otras cosas interesantes.