Como vimos en la primera entrega, con la llegada al poder, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) sufrió una especie de transmutación, pues al salir a flote la esencia subyacente en muchos de sus dirigentes la metamorfosis fue evidente. El congreso elector del año 1999 para escoger al candidato presidencial del año 2000, fue la última ocasión para el voto orgánico, en un PLD de 12 mil miembros, organizados en cerca de 1800 organismos. Danilo Medina logró vencer a un Jaime David Fernández Mirabal, que era el favorito del presidente Leonel Fernández. Si bien, antes de la votación Felix Jímenez se había retirado. Este resultado fue cuestionado y denunciado como irregular.
Esta metamorfosis la atestiguó también, el enfrentamiento por la candidatura presidencial para el año 2008, esta vez entre Leonel Fernández y Danilo Medina, pues siendo Fernández el presidente, consagró el uso de los recursos del poder del gobierno como medio político para conseguir objetivos personales, provocando descontentos en el sector danilista que se sintió abrumado, al sentir sobre si, el inmenso peso del descomunal poder estatal. Sin dudas, asistimos al primer resquebrajamiento en la correlación de fuerzas a lo interno del PLD pos-Bosch.
Esta semana presentamos la segunda de tres entregas, buscando descifrar en las tenues siluetas del tiempo, hechos aun visibles y otros indicios que puedan atestiguar, las acciones e inobservancias que condujeron al otrora poderoso e invicto PLD, a la más estrepitosa derrota como partido y también del sistema democrático instaurado hace 54 años.
En el año 2011 llego la oportunidad esperada por Danilo Medina, el PLD debía escoger candidato a las elecciones presidenciales del ano 2012. Mientras, un Leonel Fernández que aglutinaba todos los poderes del Estado entre sus manos, pero sin posibilidad constitucional para repostularse, se mostraba dubitativo. Medina debió enfrentar una serie de conflictos con las fuerzas de Fernández que avizoraban un desplazamiento del poder que controlaban ante un posible triunfo de Medina. La tenacidad y accionar estratégico de Medina se impusieron, dando como resultado la deposición de las candidaturas de Margarita Cedeño, Rafael Alburquerque y Franklin Almeyda.
A pesar de ganar las primarias venciendo a Francisco Domínguez Brito, José Tomás Pérez y Radhamés Segura, los hechos forzaron a Medina a seleccionar a Margarita Cedeño de Fernández como compañera de boleta, para lograr la integración del leonelísmo y garantizar la unidad. Siendo esta movida estratégica la que le permitió integrar a la campaña a funcionarios, legisladores y dirigentes que respondían al presidente Fernández, asegurando el triunfo en las elecciones nacionales del 2012.
La transmutación se hizo palpable en el VIII Congreso Comandante Norge Botello (del 14 de julio de 2013 al 30 de enero de 2014) con Danilo Medina como presidente de la República, donde surgieron denuncias de la aplicación, por parte de elementos que eran titulares de ministerios y direcciones generales, de recursos económicos, favoreciendo a hermanas, esposas e hijos que fueron los que se alzaron gananciosos de las posiciones en disputa para el Comité Central.
Sea como fuere, del VIII Congreso surgieron variaciones que cambiaron la correlación de fuerzas a lo interno del PLD de nuevo y de manera definitiva. A pesar de que Fernández se mantuvo en la presidencia del partido, posición que detentaba desde enero del año 2002 cuando fue escogido a unanimidad por las bases, Danilo Medina acomodó sus cuadros de manera ampliada en la dirección de la organización, lo que facilitó la relación partido-gobierno, garantizándole gobernabilidad, prestigio y un mayor radio de acción.
Los altos niveles de aceptación popular crearon en algunos miembros de la administración Medina una falsa percepción de seguridad, entendiendo que era su momento y no necesitaban observar institucionalidad, hacer concesiones o inclusive, honrar acuerdos previamente concertados. En esa línea, se propiciaron malos tratos a la figura del expresidente Leonel Fernández, presidente del PLD, lo que provocó sus novedosas quejas, a través de su columna periodística: Observatorio Global. Sin embargo, todo esto resultaría ser parte de las fichas estratégicas empleadas para lograr la repostulación del presidente Danilo Medina en las elecciones del año 2016.
A pesar de que, la constitución prohibía una repostulación a Medina y de las intenciones manifiestas de Fernández, de ser el candidato a las presidenciales del 2016, en mayo de 2015 prosperó una propuesta de Ramón Ventura Camejo para modificar la constitución y permitir presentarse una vez más, como candidato al presidente Medina. Esta fue aprobada por el Comité Político, 23 votos a favor, 12 en contra, en la reunión celebrada en la casa de Carlos Asiles, en Metro Country Club de Juan Dolio.
El fuerte enfrentamiento por la candidatura presidencial de 2016 dejó profundas grietas a lo interno del PLD, escenificando la ruptura de la unidad monolítica del partido y una batalla inédita entre el presidente Danilo Medina y el expresidente Leonel Fernández que permitió a Medina mostrar un liderazgo consumado con el control del Comité Político, órgano ejecutivo del Comité Central, convertido en la práctica, en máximo organismo de dirección del PLD. Todo esto abonó el terreno para eventos en gestación que sacudirían al partido y que veremos en la próxima y última entrega.