Recientemente y de manera clara el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) entidad que presido en estos momentos, ha publicado su posición respecto a la pretendida agenda global de imponer a través de su política exterior su agenda global de imposiciones, al querer privilegiar de manera inédita la minoría gay a través de sus embajadas en todo el mundo.

CODUE fue la primera institución en el país en denunciar esta lamentable práctica llamando a este fenómeno (proselitismo diplomático)  en un comunicado que fue difundido por las principales agencias internacionales de noticias como la agencia EFE, y de manera muy tímida por los medios escritos de este país.

Los cristianos evangélicos no tenemos nada en contra de las personas que tengan esa preferencia sexual.  La Biblia nos enseña a ser tolerantes y en las iglesias incluso la mía no les impedimos la entrada a los gays, todo lo contrario, tenemos cientos de casos de personas que tuvieron esa preferencia que han abandonado esa práctica que la Biblia considera como pecado.

En lo que no estamos de acuerdo es que el presidente de un país de influencia y poderío global como el presidente estadounidense Barack Obamautilice sus mecanismos diplomáticos para hacer la minoría que tiene esta preferencia sexual una especie  de superestructura privilegiada en derechos.

Creo que en el mundo hay varias minorías y temas que requiere un esfuerzo inaudito y especial en los que muy bien la administración Obama debería también preocuparse.  Opinamos que este caso no tiene precedentes en la historia diplomática reciente.

Por ejemplo, recientemente  se observó la bandera de los gays en la embajada estadounidense en Jerusalén.  Este hecho fue considerado como insólito.  Aunque la Convención de Viena establece  que cada embajada es como si fuera un espacio del territorio representado en otro país.

Otro aspecto inédito es que en el país se celebre el “mes del orgullo gay”, cuando no ha habido una declaración oficial al respecto.  Para declarar un mes de celebración nacional entendemos que debe  declararse por decreto, por lo que nadie se ha preguntado el por qué de le celebración de ese mes de manera impuesta a los dominicanos sin ningún tipo de explicaciones.

Sólo se les ha dicho a los dominicanos que se debe celebrar.  Algunos se han quedado absortos y han canalizado sus protestas de manera tímida o con respuestas a través de encuestas que se han hecho donde una abrumadora mayoría rechaza este tipo de celebración.

La celebración de este mes ha tenido un poderoso aliado en el país que es la embajada estadounidense que ha tenido un proselitismo como  nunca se ha visto en el país, a favor de una política global con matices unilaterales.  Por eso es que decimos que su embajador es “embajador de su propia causa”.

Todo esto es el resultado de una agenda global impuesta.  Ahora le toca a los gays, pero en un futuro vendrán otras políticas que aún no sabemos pero que pretenderán imponerse.  Por ahora la administración Obama ha concentrado sus esfuerzos por influir para que una minoría se enquiste en las sociedades y legitimarla sin respetar criterios contrarios.