Durante el invierno del 1945, se dio inicio a un evento que conmovió al mundo por su simbolismo e impacto moral.
La ciudad alemana de Núremberg, fue el escenario de los Procesos, de su mismo nombre, comúnmente conocidos como los Juicios de Núremberg. Estos procesos duraron hasta el 1ro. De octubre del año 1946.
Los trabajos judiciales fuero dirigidos por el Tribunal Militar Internacional(IMC), creado a través de la Carta de Londres, en contra de los principales responsables del gobierno fascista alemán y sus colaboradores cercanos, que habían sobrevivido la invasión de los aliados.
El Expediente Acusatorio estaba estructurado de la siguiente manera:
- Crímenes contra la Paz: “La dirección, preparación, desencadenamiento y desarrollo de una guerra de agresión o de una guerra en violación de los acuerdos internacionales”.
- Crímenes de guerra: “Violación de las leyes y usos de guerra. En estas violaciones se incluyen el asesinato, los malos tratos o la deportación para trabajos forzados, o cualquier otro fin, de poblaciones civiles de los territorios ocupados, el asesinato o malos tratos a prisioneros de guerra o náufragos, la ejecución de rehenes, el saqueo de bienes públicos o privados, la destrucción innecesaria de ciudades, o la devastación no justificada por exigencias militares".
- Crímenes contra la Humanidad: “El asesinato, el exterminio, la reducción a la esclavitud, la deportación y todos los demás actos inhumanos cometidos contra poblaciones civiles, antes o durante la guerra, o las persecuciones por motivos políticos, raciales o religiosos”.
NOTA: Se incluyó un cuarto delito, Conspiración Contra la Paz.
Todos los sentenciados fueron sentenciado a morir ahorcados.
Los Procesos de Núremberg concitaron muchas opiniones, adversas o no, con respecto al entramado jurídico que lo sustentaba. Entre estas:
1-La legitimidad del Tribunal estuvo en entredicho desde el primer momento, al no existir precedentes similares en toda la historia de procesos de enjuiciamiento colectivo de carácter universal.
2- Se concretaron conceptos sobre delitos anteriormente ausentes o vagamente definidos, como el de Crimen Contra la Humanidad, evocado en la Convención de La Haya de 1907. Finalmente, y lo más importante de este proceso: También resultó modificado el enfoque tradicional de las reglas del Derecho Internacional que se centraban en las relaciones entre los estados, pero no en los derechos y deberes de las personas.
Sin embargo, estos procesos y su desarrollo temático, han contribuido grandemente a definir estos delitos. De ahí que, los trabajos realizados para la tipificación de los mismos y los procedimientos para el desarrollo de su sostenibilidad jurídica, servirían en adelante para el fortalecimiento de la justicia internacional.
Este “preámbulo histórico” lo he desarrollado para indicar la importancia, que tiene este proceso, para el castigo justiciero de los crímenes de guerra cometidos por agentes bélicos y antisociales que promueven el desasosiego en territorios debidamente custodiados por las fuerzas del Orden Público.
Recientemente, en la hermana República de Colombia, se celebró un Plebiscito o Referéndum sobre el acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Los resultados fueron los siguientes:
El "no" se impuso con el 50,21 % contra el 49,78 % del "sí" en una votación con una elevada abstención del 62,57 %. La mayoría de las regiones afectadas por el conflicto bélico voto por el SI y las grandes ciudades por el NO.
Además, de la mayoría de los que votaron por él SI, pocos conocían realmente las consecuencias traumáticas de este Acuerdo. De haberlo sabido, el porcentaje de los NO hubiese sido significativamente mayor; de ahí la gran abstención de los votantes.
El acuerdo firmado, contiene seis puntos básicos, a saber:
1: "Reforma Rural Integral". Este contribuirá a la transformación estructural del campo, cerrando las brechas entre el campo y la ciudad y creando condiciones de bienestar y buen vivir para la población rural.
2: "Participación política". Apertura democrática para construir la paz". La construcción y consolidación de la paz, en el marco del fin del conflicto, requiere de una ampliación democrática que permita que surjan nuevas fuerzas en el escenario político para enriquecer el debate y la deliberación alrededor de los grandes problemas nacionales y, de esa manera, fortalecer el pluralismo y por tanto la representación de las diferentes visiones e intereses de la sociedad, con las debidas garantías para la participación y la inclusión política.
3: "Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas". Tiene como objetivo la terminación definitiva de las acciones ofensivas entre la Fuerza Pública y las FARC-EP, y en general de las hostilidades y cualquier acción prevista en las reglas que rigen el Cese, incluyendo la afectación a la población, y de esa manera crear las condiciones para el inicio de la implementación del Acuerdo Final y la dejación de las armas y preparar la institucionalidad y al país para la reincorporación de las FARC-EP a la vida civil. Contiene también el acuerdo "Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil -en lo económico, lo social y lo político- de acuerdo con sus intereses".
4: El acuerdo "Solución al Problema de las Drogas Ilícitas". Para construir la paz es necesario encontrar una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, incluyendo los cultivos de uso ilícito y la producción y comercialización de drogas ilícitas.
5: El acuerdo "Víctimas". Desde el Encuentro Exploratorio de 2012, acordamos que el resarcimiento de las víctimas debería estar en el centro de cualquier acuerdo. El acuerdo crea el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que contribuye a la lucha contra la impunidad combinando mecanismos judiciales que permiten la investigación y sanción de las graves violaciones a los derechos humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario, con mecanismos extrajudiciales complementarios que contribuyan al esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido, la búsqueda de los seres queridos desaparecidos y la reparación del daño causado a personas, a colectivos y a territorios enteros.
6: El acuerdo " Mecanismos de implementación y verificación". Se crea una "Comisión de implementación, seguimiento y verificación del Acuerdo Final de Paz y de resolución de diferencias", integrada por representantes del Gobierno Nacional y de las FARC-EP con el fin, entre otros, de hacer seguimiento a los componentes del Acuerdo y verificar su cumplimiento, servir de instancia para la resolución de diferencias, y el impulso y seguimiento a la implementación legislativa.
Sin embargo, la temática predominante, determinada en Ciudad Habana, tiene como argumentos fundamentales lo siguiente:
- FARC Y Gobierno reconocen a todas las víctimas y sus derechos.
- FARC y Gobierno reconocen responsabilidad frente a las víctimas del conflicto y afirman que no van a intercambiar impunidades.
- Las partes reconocen que derechos de las víctimas no son negociables; se trata de ponernos de acuerdo acerca de cómo deberán ser satisfechos.
- Se acuerda la participación de las víctimas en los Diálogos de Paz.
- Se acuerda trabajar por el esclarecimiento de la verdad: Esclarecer lo sucedido a lo largo del conflicto, incluyendo sus múltiples causas, orígenes y sus efectos.
- FARC y Gobierno acuerdan la reparación de las víctimas.
- Se acuerdan las garantías de protección y seguridad de las víctimas.
- La garantía de no repetición del conflicto armado.
- Principio de reconciliación para transitar caminos de civilidad y convivencia.
- Enfoque de derechos: Todos los acuerdos a los que lleguemos sobre los puntos de la Agenda y en particular sobre el punto 5 “Víctimas” deben contribuir a la protección y la garantía del goce efectivo de los derechos de todos.
Estos dos enfoques contribuyeron a crear una atmosfera de desconfianza ante la posible ausencia de un régimen de consecuencias dirigido al castigo justiciero de los crímenes de guerra cometidos por agentes bélicos y antisociales que promueven el desasosiego en territorios debidamente custodiados por las fuerzas del Orden Público.
El pueblo de Colombia no acepto una Paz amparada en la impunidad jurídica.
La experiencia de Núremberg y la Habana dejan entrever que todavía falta un largo camino por trillar en el campo de los derechos de los ciudadanos afectados por los crímenes de guerra.