En sociedades latinoamericanas y de otros continentes ocurre el fenómeno de que sus males son cíclicos, y parecen interminables esto debido en gran parte a la falta de paradigmas.

Los paradigmas sociales y políticos los considero como "hitos" en otras palabras hombres y mujeres, grupos o esquemas ideológicos que seguir, que marcan el rumbo.

En el mundo actual es notable la falta de paradigmas. Es por esa razón que los más agudos visionarios perciben "sociedades vacías" sometidas por un desamparo ideológico.

En este país por ejemplo, los paradigmas sociales para la transparencia política en los momentos actuales prácticamente son inexistentes. Solo en en ocasiones se mencionan algunos de los líderes políticos del pasado y hasta los Padres de la Patria para adornar discursos doblemoralistas.

Paradigmas de honradez en la administración pública y para dirigir procesos vitales para la democracia como por ejemplo procesos eleccionarios, se necesitan para dar a nuestra sociedad un nuevo rumbo.

Sin embargo estos paradigmas necesitan construirse socialmente. Las llamadas "fuerzas vivas" (término usado muchas veces por demagogos para definir los principales actores sociales), debe entender la magnitud de sus roles en la nación.

Para ser más claros, en el caso de los partidos y sindicatos portarse como verdaderamente dicen que son. Deberían constituirse en canalizadores de los reclamos de la ciudadanía. De esas fuerzas deberían salir líderes paradigmáticos.

Actualmente no se avizora en el horizonte de la política latinoamericana líderes democráticos de la talla de Rómulo Betancourt, un liderazgo basado en las aspiraciones de una ciudadanía que reclamaba valores democráticos.

República Dominicana requiere de paradigmas ajustados a los nuevos tiempos, liderazgos que promuevan los valores de una verdadera sociedad democrática con agendas compatibles con la justicia social.

Solo así podremos evitar y erradicar los problemas cíclicos que nos afectan como la corrupción, la marginalidad y la violencia, y tener una sociedad justa para todos.