¡Resulta que si usted vive en una casa unifamiliar de dos plantas, tiene perro, un jardín o si es campesino, respira gratis y se detiene en un banco público de su parque, deben mudarse inmediatamente: ¡Ud. despilfarra el planeta, su huella de carbono es malvada, egoísta e insostenible porque es horizontal: su destino es la torre, el aire por un tubo, el ascensor por la calle, los parqueos por el parque y el control magnético para su auto defensa!.
Ese es el entorno ambientalmente sostenible que algunos lobbistas tratan de vendernos, para justificar la urbanización turística, en torres, -tipo Benidorm- en Macao. Se inventaron una nueva ideología ambiental, fundamentada en la verticalidad, que invita: a consumir mucho (tecnologías y energía) en poco espacio (torre-cajón) con mucho verde (golfs, jardines y manglares) mucho azul (cielo) y a compartir en altura con mucha gente (17 pisos), eso es “ser verde” hoy para ellos.
En otras palabras, critican la ciudad-jardín de Ebenezer Howard o el “american way of life” (el sueño americano) que se extendió en el mundo entero, incluyendo Santo Domingo, donde miles de personas, soñaron en ese modelo de ciudad: por esa aspiración, las ciudades crecieron horizontalmente, era el modelo de ciudad ideal, Santo Domingo duplico su extensión entre 1966 y 1978. Resulta muy irritante, que algunos, critican hoy, lo que propiciaron ayer: el modelo urbano expansivo del Dr. Balaguer, que fomento la horizontalidad de Santo Domingo a partir de la ciudad-jardín y el despilfarro de todas las tierras agrícolas o no del exD.N. Los que criticábamos ese mal uso de la tierra, el costo que tenía, por el alargamiento de la ciudad y con ella, de todos los servicios y esparcimiento de las infraestructuras, éramos llamados “eco terroristas o comunistas” y los reformistas-constructores engrosaban la lista de los 400 nuevos millonarios nuevos.
Pues, las voces del nuevo “ecologismo verde”, conformadas en un recién lobby, nos dicen que ese modo de vida "era una utopía, un cuento de hadas" que era anti-ecológico, que la horizontalidad devoro tierras por lo que, la verticalidad, la densidad alta, o la promiscuidad en altura, – las torres- , son el modelo adecuado para esta época…. Y sigue toda la retórica, sobre cambio climático, sismicidad, terremotos, tierras arcillosas, etc. Según ellos, hoy es anti ecológico, tener, en su patio un plátano o una palmera…..! Mejor de plástico, que no necesita ni agua ni tierra!.
Para convencernos, nos hablan de Manhattan, ese modelo de racionalización del suelo urbano que citan como modelo ecológico en relación con el consumo de bienes pero no nos explican ¿Por qué? Donald Trump que construyo su Trump’Tower en pleno centro urbano, prefiere vivir a Mar a Lago, en Florida, que los Kennedy preferían Hyannis Port y la familia Clinton se instaló en una mansión de 500 m2 de construcción en un terreno de 4000 m2, a Chappagua, a 40 km de Manhattan.
La idea es simplista, no nos hablan ya de economía, sino de ecología, porque ese discurso está de moda, lo usan para justificar proyectos urbanísticos que compiten como salvajes por localización/aglomeración, revistiendo los cálculos económicos de rentabilidad del capital con ecuaciones ecológicas: así, vivir apiñada en una torre de 100 m de altura, es el futuro del “ambientalismo verde”, porque consume menos terreno (alto costo terreno/competencia entre capitales/rentabilidad de la inversión), por lo tanto, se edifican pisos y pisos, en torres, concentrando, es evidente, más gente, mucho más, mas consumidores, y los servicios que ameritan tales torres y sus habitantes. Las torres doman los residentes que se prestan a eso, cuestión de educacon y cultura: todos los movimientos se realizan verticalmente (en el espacio), por el ascensor (sube/baja) no por calles, ni senderos, todo se resuelve por tuberías –sean eléctricas, hidráulicas, mecánicas- nada de consumo horizontal, en cuanto a la gente, disfruta entre paredes, callecitas y algunos m2, como los pollos en sus cajas que llevan al matadero.
Ese modelo de urbanización turística es el de la competencia entre capitales que agotaron Acapulco, Cancún e Isla Mujeres. Ellos se expanden horizontalmente a la búsqueda de oportunidades ambientales en el Caribe pero a sus victimas las meten a “la vertical”.
Vieron su nuevo Eldorado en el litoral Este y en nuestro gobierno, su más comprensivo cómplice y en su flexibilidad, su más grande atributo.
En menos de un año, esos nuevos “capitalistas verdes”, como algunos los llaman, lograron convencer sobre la ultra-densificación del litoral, su amor por los manglares y los mosquitos, que se modificaran una zonificación donde predominaban bajas y medianas densidades y el plan de uso de suelo. Convencieron que iban a dar mejores salarios a las ‘Kelly”, (que no van nunca a huelga) para dividir ya, el mercado laboral y el sector empresarial hotelero, choferil, sindical y político como ya, lograron, formando lobbies. En cuanto al gobierno, queda mal parado, vende al exterior una imagen de paraíso en Punta Cana y viene de dar el primer picazo a la arrabalizacion del Este. El modelo Benidorm es sencillamente, el infierno en verano, lo tendremos aquí, todos los meses, excepto los meses de ciclones, que serán, dentro de poco, bienvenidos en Dominican Republic. Seguiremos.