El 2020 trae consigo el inicio de una nueva década o al menos constituye el fin de la década anterior; todavía hay discusión sobre el tema. Sea cual sea el caso, lo cierto es que las decisiones que se tomen en el 2020, tanto dentro del sector público como del sector privado, serán cruciales ya que determinarán el porvenir de los próximos diez años. Evidentemente, el ámbito de los negocios quedará impactado por estas decisiones. Para que las empresas puedan garantizar su permanencia en el mercado dentro del largo plazo, es importante que entiendan el contexto dentro del cual nos encontramos hoy y los cambios que se avecinan hacia el futuro. En función de esto, las empresas deben planificar estratégicamente sus negocios.

Demos un vistazo la agenda global. Precisamente esta semana se está celebrando la 50ª Reunión Anual del Foro Económico Mundial (“WEF”) en Davos (la “WEF20”). Este año el tema central de la WEF20 se titula “Grupos de Interés para un Mundo Cohesivo y Sostenible” (“Stakeholders for a Cohesive and Sustainable World)” y el contenido se desarrollará alrededor de 7 grandes ejes de discusión:

  1. Economías más justas, ¿cómo rediseñar las economías para que el crecimiento beneficie a muchos y no solo a unos pocos y para garantizar que el motor del desarrollo humano se vuelva sostenible?
  2. Mejores negocios, ¿cómo lograr que las empresas miren más allá de las ganancias a corto plazo y puedan transformarse en organizaciones sostenibles?
  3. Un futuro más saludable, ¿cómo identificar y resolver los principales desafíos de salud al tiempo que se garantiza un acceso justo para todos?
  4. El futuro del trabajo, ¿qué habilidades se necesitarán en el futuro y cómo debe ser la capacitación para que la 4ta revolución industrial y las nuevas tecnologías no provoquen un largo y perjudicial período de dislocación?
  5. Tecnología para el bien, ¿cómo reaccionar ante la velocidad vertiginosa y la magnitud de los cambios tecnológicos?
  6. Más allá de la geopolítica, ¿cómo pasar de la geopolítica y la competencia internacional a la colaboración global?
  7. Cómo salvar el planeta, incluso logrando que todo sea 100% sostenible ¿qué hacer para reparar el daño ya hecho?

Todos estos temas afectan los negocios de las empresas de una forma más directa o indirecta, dependiendo de la industria y/o el mercado en que se desenvuelvan. Algunos de ellos son temas ya abordados también en la Agenda de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas ("ONU") para 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (“ODS”), que a su vez, integrados entre sí, están orientados hacia el mismo horizonte que los ejes de WEF20.

Dentro de los diversos asuntos que se destacan en la agenda global, es importante que las empresas presten especial atención a temas como: (i) cambio climático, (ii) sostenibilidad, (iii) grupos de interés (stakeholders), y (iv) las nuevas tecnologías que trae consigo la 4ta Revolución Industrial (“Industria 4.0”), ya que los mismos serán clave para la próxima década. Estos temas son los pilares sobre los cuales se sustentarán las nuevas formas de hacer negocio, y sobre la base de los que se harán los próximos cambios regulatorios que desde ya pueden vaticinarse para esta nueva década.

Cambio Climático

En cuanto a la situación del cambio climático, se ha desbordado ya en una emergencia climática. Así lo declara la ONU, describiendo la emergencia climática como una crisis de las más amenazantes de nuestros tiempos, que si no es atendida de forma rápida y con prioridad, tendrá consecuencias devastadoras para el planeta, nuestra vida y nuestro bienestar. Varios países y ciudades alrededor del mundo también se han declarado en emergencia climática debido a los sucesos climáticos ocurridos en los últimos meses. Los hechos y datos sobre la emergencia climática hablan por sí solos. El 2019 cerró la década con las temperaturas más calientes registradas en todos los tiempos. Los incendios en Australia iniciando el 2020 son una muestra contundente de la crisis. El cambio climático ya no es una preocupación del futuro, es una realidad de hoy.

Greta Thunberg, la activista del cambio climático sueca de solo 17 años, nombrada como “Persona del Año” en 2019 por la revista TIME, en una publicación de su cuenta de Instagram del pasado 10 de enero así lo reitera, y al referirse a las medidas que deben tomarse para hacer frente a esta crisis, reclama fervientemente que “no queremos esas cosas hechas para 2050, 2030 ni siquiera para 2021, queremos esto hecho ahora, resaltando que “en esta nueva década, cada día será crucial”. Y es que así lo es, y todas las empresas deben entenderlo y empezar a tomar acción para contribuir a reducir la huella de carbono.

El tema del cambio climático no es relevante para las empresas solo por las catastróficas consecuencias que conlleva para el planeta, sino porque además, hoy en día las empresas que no integren estrategias de negocio contra el cambio climático serán rechazadas por la generación Greta, quienes no serán consumidores de sus productos y servicios e incluso están dispuestos a pagar un poco más por marcas con productos y servicios alineados con el cambio climático y la sostenibilidad.

Sostenibilidad

La sostenibilidad es la palabra clave de la década 2020. En la esfera empresarial se habla de sostenibilidad corporativa. Basándose en la definición de “desarrollo sostenible” consagrada en el famoso Informe Brundtland "Our Common Future", la sostenibilidad corporativa se refiere a la integración en la empresa de prácticas y estrategias que aseguren la generación de beneficios y la creación de valor, no solo en el presente sino también en el largo plazo para futuras generaciones.

Estas prácticas abarcan no solo el factor social sino también el factor ambiental y el gobierno corporativo de la empresa; lo que en los mercados de capitales se ha acuñado bajo el término ESG (por sus siglas en inglés, Environmental, Social, and Governance) desde que se publicó el reporte “Who Cares Wins” hace 15 años. El factor ambiental se enfoca en las iniciativas a través de las cuales la empresa contribuye a proteger el medioambiente (i.e. iniciativas que contribuyan a combatir el cambio climático y reducir las emisiones de carbono, prácticas de economía circular, reciclaje y manejo adecuado de residuos sólidos, disminución del uso de plásticos, uso responsable y conservación del agua, eficiencia energética, etc.). El factor social por su parte se concentra en el impacto de la empresa en el bienestar de sus empleados, sus clientes, sus suplidores, toda la cadena de suministro y la comunidad (i.e.: respeto de los derechos humanos, diversidad y condiciones de trabajo dignas, salud, seguridad, fair-trade, etc.). Finalmente, en el contexto de la sostenibilidad, la dimensión del gobierno corporativo está orientada a asegurarse de que la estructura, las reglas, las políticas y los procedimientos que definen sus objetivos, gobiernan y controlan la sociedad, así como la gestión que realizan los ejecutivos y directores no solo generen valor de largo plazo para los accionistas, sino que generen valor también para los grupos de interés del negocio. Esto confirma lo que en sus diversas publicaciones sostiene mi colega y viejo amigo Omar Victoria sobre la prevalencia que está teniendo actualmente el stakeholder approach sobre el shareholder approach. Bajo esta visión, la dimensión de gobierno corporativo tiene incidencia en aspectos como la ética en el manejo del negocio (incluyendo prácticas anticorrupción y sobornos), la rendición de cuentas, los controles internos, la compensación de los ejecutivos, la diversidad en la composición de los órganos de decisión, la estrategia fiscal, etc.

En esta entrega, he limitado el desarrollo del concepto de ESG a su impacto en el comportamiento de las empresas y la forma como estas hacen negocios. En próximas publicaciones comentaré adicionalmente sobre como ESG está impactando el sector financiero incluyendo tanto a la banca como a los inversionistas, y la forma como estos están financiando las empresas e invirtiendo en los mercados de financieros.

Del mismo modo, en la segunda parte de este artículo, estaré desarrollando algunas ideas sobre cómo el concepto de los “grupos de interés” y las nuevas tecnologías de la Industria 4.0 estarán impactando los negocios en la nueva década.