Estudios del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) en torno al sector agropecuario y las políticas que ameritan las zonas rurales de República Dominicana, recomiendan reflexionar profundamente sobre las serias problemáticas que hemos generado en nuestra producción agropecuaria, en virtud de que pese a ser un país que lo tiene todo para producir, hemos preferido ser ensambladores de diversos productos, ignorando que poseemos condiciones óptimas para producirlos, elaborarlos y manufacturarlos.
Realidad que le preocupa, al valorar que ésta perjudica sensiblemente el futuro de nuestra nación, además, el rol que ella está convocada asumir en los serios problemas alimenticios que atentan contra de la población mundial, ya que, en vez de ser grandes exportadores, hoy en día, somos masivos importadores de las materias primas que producíamos antes, dando una imagen que estamos a espalda de un mundo, que nos exige imponernos una ruta correcta, para propulsar un desarrollo industrial y agroempresarial sustentado en las tecnologías más avanzadas.
Como alternativa saludable de solución al problema planteado, visualiza la necesidad de emprender correctivos que permitan erradicar los daños generados en las últimas décadas, a través de las políticas neoliberales, causantes de masivas importaciones que han ido en detrimento del país, al perjudicar la producción nacional, sobretodo, sus capacidades naturales y humanas de industrializar y exportar en una alta escala, los diversos rubros agrícolas y las materias primas que detenta.
Horizontes que propone CRD:
Las repercusiones negativas que ha tenido en las áreas agropecuarias de nuestras comunidades, la situación planteada, especialmente sobre el eje territorial que conforman las subregiones Nordeste y Cibao Central, ha conducido al CRD desde su fundación el 16 de agosto de 1993, a recoger en sus estrategias, propuestas viables destinadas a concretizar las transformaciones que amerita nuestra economía agropecuaria.
Junto a propulsar el desarrollo nacional, ha motivado sus iniciativas, que no continuemos desconociendo lo que está pasando a nuestro alrededor, en países como Costa Rica y otros con condiciones climáticas y de cercanía a los mercados menos favorables al nuestro, quienes exhiben una economía agrícola, que ciertamente les está sirviendo como palanca eficaz, para conducir su población y sus fuerzas productivas, hacia un progreso y desarrollo socioeconómico sustentable.
Soportado en estos lineamientos, sugiere dar paso a una revolución industrial y tecnológica en nuestra agropecuaria, así como, a políticas que conduzcan a generar cambios profundos en el habitat y las condiciones de vida de los productores y obreros agrícolas, a fin de ponernos a la par con los avances alcanzados por los países de América Latina, que sustentado en la solidificación de la producción y las estructuras agropecuarias, se han colocado entre las economías de mayor crecimiento y avance del mundo.
El Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), es del criterio, que al igual como lo ha venido proponiendo en todas las áreas sensibles de nuestra economía, como resultante de una nueva visión, la implementación de las acciones que promueve en favor de las zonas agropecuarias de nuestras regiones y sus habitantes, su acogimiento es trascendental, para hacer de nuestra nación, una verdadera potencia productiva en el Caribe y el Mundo.