A la memoria de don Gustavo Tavares Espaillat
La hermana República de Haití, aun con sus grandes adversidades, supera por tres puntos a la República Dominicana en calidad de la educación primaria, de acuerdo al Índice Global de Competitividad 2012-2013. Entre 144 naciones del mundo el país sólo supera a Yemen. Lo dicho ha de repetirse constantemente para que contribuya a una mayor conciencia nacional del estado de gravedad extrema en que se encuentra la calidad de la educación dominicana.
Con el Plan Decenal y la Transformación Curricular en los años 1992 y 1995 se culminó un proceso clave hacia el cambio más profundo de la educación dominicana después de la Reforma Hostosiana de l882. Con la Ley de Educación 66-97 se daba el fundamento normativo apropiado a la nueva etapa que se iniciaría.
Los avances referidos recibieron la más alta valoración internacional que se sintetiza en el Informe sobre la Educación Dominicana del 2008 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico –OCDE-. Sin embargo para decirlo en su forma más simple y así lo consigna el informe referido de la OCDE: se descontinuaron. Y 16 años después de promulgada la ley, ahí están los resultados; afectando a cientos de miles de dominicanas y dominicanos. Los “afortunados” con más de 10 años de labor escolar son incapaces- por ejemplo- de redactar correctamente 8 párrafos en su propia lengua.
A partir de las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación- TIC- que para los fines de la calidad educativa han alcanzado un desarrollo nunca visto en la historia de la humanidad, lo menos relevante es hacer multimillonarias inversiones en aulas y materiales educativos en su enfoque tradicional.
Lo que debe predominar después que una niña o un niño hayan sido plenamente alfabetizados, es el auto aprendizaje asistido, fundado principalmente en los avances tecnológicos referidos.
Finlandia tiene el mejor sistema educativo del mundo; pero la función de maestra o maestro es entre todas las profesiones la más valorada en el país escandinavo, y a la cual acuden los egresados de la educación preuniversitaria de mejores calificaciones, sometidos a las más rigurosas evaluaciones, de tal manera que sólo el 10 % de los que solicitan son admitidos.
En la Republica Dominicana no es posible ya superar la muy grave situación de la calidad de la educación mediante los enfoques tradicionales, y solo un cambio revolucionario fundado principalmente en la promoción del auto aprendizaje asistido, hará posible una nueva ruta que conduzca en calidad educativa a un sitial de dignidad para su real contribución al desarrollo humano.