La nota que publicó Angélica Noboa me puso a recordar que el 1994 fue también un año "en que vivimos en peligro" en la R.D. Con esta referencia hago un guiño a la fenomenal película de 1982 dirigida por Peter Weir, sobre la caída del gobierno de Indonesia en 1965, con las irrepetibles actuaciones de Sigourne Weiver, Mel Gibson y la eterna Linda Hunt. (https://angelicanoboap.wordpress.com/2019/05/24/1994-a-proposito-de-la-serie-documental-del-periodista-mexicano-diego-enrique-osorno/amp/? )

Mirando la serie documental llamada 1994 no pude de dejar de hacer el paralelo con nuestra vida política nacional.  Situaciones, personajes, hechos, se repiten, como si los universos, mexicano y dominicano, sin darse cuenta, tuvieran un recorrido similar.

El documental 1994 de Diego Enrique Osornio, me reveló la lucha del pueblo mexicano por una vida digna, en la que prime el respeto a sus derechos, el acceso a las mismas oportunidades; una lucha de sangre y balas, pero también de procesos e instituciones, de reformas y liderazgos.

En la escena de la muerte de Colosio, veo al México revolucionario, a sus gobiernos del PRI, al México del 68, al que negocio y renegoció el NAFTA, pero también al que acogió a Pedro Henríquez Ureña, a los médicos dominicanos en los 60s, como el querido padre de mi amiga entrañable, Dra. Maria Bell Viguri, al México de Frida y Diego, donde mataron a Trotsky, y al México que ahora acoge a mi amiga Angélica.

El mayo de 1994 en República Dominicana fue un año de una de las crisis políticas más graves de nuestra nación, pero también de uno de los más grandes momentos de la construcción democrática. La reseña de observación electoral de la OEA para ese año se encuentra en línea, les invito a leerla como documento de nuestra historia reciente.  Tal cual nos revela el lúcido documental 1994 del periodista mexicano Diego Enrique Osornio, que fue ese año para México.

Sugiero a las nuevas generaciones conocer que ese fue el año en que se enfrentaron electoralmente José Francisco Peña Gómez (PRD) y Joaquín Balaguer (PRSC), el año del Pacto por la Democracia que causó la convocatoria a elecciones para el 1996.

También se produjo la Reforma Constitucional de 1994, que prohibió por vez primera la reelección presidencial en 2 períodos consecutivos, se instauró la doble vuelta electoral para el caso de que ningún candidato presidencial alcanzara la mitad +1 de votos.

Dicha reforma gestó la primera reforma del Poder Judicial, se creó el Consejo Nacional de la Magistratura, emulando la misma figura del derecho francés.  Un artífice importante de ese proceso fue el actual Presidente de nuestro Tribunal Constitucional, Dr. Milton Ray Guevara desde su liderazgo en la FINJUS. Es justo recordar que ese no era el tema de la reforma constitucional a la sazón, sin embargo, Milton Ray Guevara, tuvo sentido de oportunidad y liderazgo, y logró introducir la reforma que permitió alcanzar uno de los más importantes anhelos de la sociedad dominicana a la sazón, la de una administración de justicia independiente, imparcial, profesional.  La reforma judicial estaba lista en la Fundación Institucionalidad y Justicia, Inc. (FINJUS), sobre el escritorio del Milton Ray Guevara, sólo faltaba el momento propicio para introducirla.  Ese 1994 había llegado el momento.

Yo voté en 1996,  desde que obtuve mi cédula he votado cada 4 años o cada 2, según la época, y viví con intensidad todo el stress de los reportes de la JCE y de la mediación internacional para garantizar un transcurso sin violencia del proceso electoral.  Viví todo el stress de las duras negociaciones políticas para evitar un desenlace violento, por las acusaciones de fraude electoral del PRD contra el PRSC.  La violencia política pre-electoral, atestiguada en el informe de observación electoral de la OEA correspondiente a ese año, era real y preocupante, muchos muertos y heridos se registraron en la época.  Les invito a buscar las escenas de violencia en las calles, en el documental de Osorio, y luego procure imaginar las mismas escenas en este país.

Esta es una muy Importante información para los que, aun perteneciendo a la generación que vivió la intensidad política de nuestro 1994, ahora ven una reforma constitucional como si fuera un juego de béisbol, en los partidos políticos a su equipo deportivo favorito, licey, águilas, estrellas, escogido…, en el candidato a su jugador de mejor puntuación, y lo más grave, ven la reforma constitucional como un cambio de "line up", que batee primero tal o mas cual, que el "pitcher" abridor sea perengano y no fulano. Es más, siento que se toman más en serio el tema de la alineación de jugadores en un partido, que la reforma de nuestra Constitución republicana. Siento que lo han repetido tanto, que se creen que la democracia es juego, y que llegamos aquí comprando una taquilla para entrar la estadio.

Noto una sensación de “deja-vu” en mí en estos momentos.  Como diría Osorno en el documental “nuestro 1994 se extendió…” y se repite cada ciclo electoral.