A modo de resumen, queremos señalar que hemos visto las siguientes once leyes que podrían considerarse las más importantes en la tarea de contribuir a promover e incentivar las actividades económicas del país:
Ley 127-64 De Asociaciones Cooperativas.
Ley 8-90 Sobre Fomento de las Zonas Francas.
Ley 84-99 de reactivación y fomento de las exportaciones
ley 28-01, que crea una Zona Especial de Desarrollo Fronterizo.
Ley 392-07 sobre competitividad e innovación industrial, (PROINDUSTRIA).
Ley 126-15, mediante la cual fue transformado el Banco Nacional de Fomento de la vivienda y la producción (BNV) en el BANDEX, es decir el Banco Nacional de las Exportaciones.
Ley 292 del 30 de junio del año 1966, que creó el Banco de Desarrollo Industrial.
Ley 56-07, del año 2007, que declara de prioridad nacional los sectores pertenecientes a la cadena textil, confección y accesorios; pieles, fabricación de calzados y manufacturas.
Ley No. 688-16 de Emprendimiento, Régimen especial para el fomento a la creación y formalización de empresas.
Ley 532 del año 1969, modificada por la Ley 346 del 29 de mayo de 1972 que tiene por objetivo promover el desarrollo del sector agrícola y ganadero.
Ley 150-97, que establece una tasa arancelaria de cero por ciento y la exención del pago del ITBIS para los insumos, equipos y maquinarias que intervienen en la producción agropecuaria.
A juzgar por este considerable listado, parecería razonable señalar que las debilidades de nuestra economía en cuanto a su crecimiento sostenido, no parece que se deban a la falta de leyes de incentivo a la actividad. Habría que buscar, cuáles han sido y son las causas que no han permitido que los diferentes sectores de las actividades económicas, no vayan a la par con las leyes erogadas para tales fines.
Entendemos que el asunto no es contar con muchas leyes que promuevan el desarrollo económico del país, sino que estas leyes se apliquen con una visión clara de los encargados de administrarlas, ya que frecuentemente con el tiempo muchas de estas leyes en nuestro país, por la manera incorrectas en que son administradas, se van deteriorando sus aplicaciones y los potenciales beneficiarios no se ven motivados a aplicar para obtener sus beneficios.
A modo de conclusiones y planteamientos queremos indicar las siguientes:
En cuanto al conjunto de leyes consideradas, entendemos que parecería conveniente que se realice una revisión de las mismas, con el propósito de reestructurarlas y sintetizarlas de manera que sus aplicaciones sean mas eficientes, menos burocráticas y además algo muy importante que no entren en contradicción unas con otras, lo cual suele suceder en la actualidad.
Por ejemplo, si usted está acogido a la ley 84-99 de reactivación y fomento a las exportaciones y tiene que adquirir componentes locales de los productos a exportar, entonces deberá pagar el ITBIS sobre estos y en muchas ocasiones, esto determina que su producto a exportar pierda competitividad en los mercados internacionales. No puede aplicar a la ley 392-07, sobre competitividad e innovación Industrial, por razones que no se conocen y que tampoco están contempladas en los reglamentos de aplicación de estas leyes.
De manera particular y específica, hacemos las siguientes recomendaciones:
Concluir con la modificación de la ley 127-64 de Asociaciones de Cooperativas, lo cual lleva varios años en el poder legislativo del país.
Modificar la ley 56-07, del año 2007, que declara de prioridad nacional los sectores pertenecientes a la cadena textil, confección y accesorios; pieles, fabricación de calzados y manufacturas y específicamente, orientar estas modificaciones de manera tal que se pueda volver al pasado y conseguir la integración vertical de estos sectores, lo cual determinará que el país tenga una mayor competitividad en los mercados internacionales.
Esto de seguro detendrá el proceso de deterioro y decadencia que vienen confrontando las empresas dominicanas dedicadas a estas actividades.
Es justo mencionar que, en el año 1957, la familia Gadala María creó el “Consorcio Algodonero Dominicano C. por A.”, integrando una gran plantación moderna de algodón, una planta desmotadora, procesamiento de la semilla de algodón para fabricación de aceite, y fabricación de hilados y tejidos.
Llevar a cabo una reestructuración del BANDEX, de tal manera que pueda convertirse en una verdadera opción para el fomento de las exportaciones.
Llevar a cabo una campaña educativa orientada hacia los servidores públicos encargados de la administración y aplicación de las leyes, de manera tal que se concienticen y puedan aplicar las leyes con el convencimiento de sus objetivos, tratando de reducir al mínimo la burocracia y las trabas innecesarias.
Mantener campañas permanentes de orientación y educación de los sectores productivos del país, para que conozcan cada una de las leyes que aplican a sus actividades.
Finalmente, exhortar a los gobiernos de turno, a crear una verdadera fuente de financiamiento para el sector productivo del país, que realmente oferte condiciones muy blandas, propias de países que hoy son ejemplos para el mundo de desarrollo sostenido.