Con gran sentido de responsabilidad y transparencia, Luis Abinader dio a conocer al país que ha dado positivo al Covid-19, al tiempo de comunicar la opinión de los especialistas de la salud quienes afirman que prontamente podrá superar esta situación, lo cual junto a gran parte del pueblo dominicano le deseamos sinceramente, para cristalizar así las aspiraciones de cambio político que se expresan a lo largo y ancho del país.

No hay que entrar en pánico, se ha dicho y hay que aceptar que el actual coronavirus está entre nosotros y no sabemos hasta cuándo. Tomar las medidas preventivas de lugar, eso sí; si aun así damos positivo, seguir las indicaciones protocolares para superarlo. Es lo que procede.

Reconocidos políticos y personalidades del arte, entre otras áreas, han dado positivo al Covid-19 y felizmente lo han superado y están ya en sus funciones habituales, como son los casos del primer ministro británico Boris Johnson, el vicepresidente de España Pablo Iglesias y su esposa, el tenor Placido Domingo, el actor Tom Hanks, entre una muy larga lista, y es lo que los especialistas vaticinan para el candidato presidencial del PRM y partidos aliados.

Relativamente temprano los del MIUCA, hoy Frente Amplio, conocimos de la decisión del joven Luis Abinader de incursionar en la arena política. Entonces explicó todo lo que le motivaba, la forja de sus ideas y la intención de incursionar en la vida política decía cimentarla a partir de lo aprendido de la participación de su padre, el fenecido José Rafael Abinader, en su desempeño como viceministro de Juan Bosch en 1963, Ministro de Finanzas en el Gobierno del coronel Francis Caamaño en 1965, y posteriormente en el gobierno de Antonio Guzmán donde encabezó la negociación para que la Gulf and Western devolviera más de 38 millones de dólares al Estado Dominicano. Esa hoja de servicio y la vivencia cotidiana, le convenció de lo mucho que hay que hacer a favor de las grandes mayorías nacionales, pero al mismo tiempo aprendió como deslindar lo personal, familiar y privado de lo público.

Centenares de miles de personas en el país sueñan con que los vientos comiencen a soplar en otras direcciones con Luis Abinader. Si los 12 años de Balaguer parecieron interminables, los 20 del PLD, amén de ciertas diferencias, la impunidad, la fusión partido-estado y el monopolio de todos los poderes lo hacen parecer ya como una eternidad que inspira, llama, moviliza y convence que esta realidad e inmovilidad debe ser cambiada.

Luis Abinader encarna esa aspiración de cambio. Deseamos y hacemos votos por su pronta recuperación y la de su esposa Raquel. Le hemos acompañado y le seguiremos acompañando y  trabajando para que con su triunfo pueda cristalizar la aspiración de hacer un buen gobierno a favor de todos los dominicanos y dominicanas, en especial de los trabajadores del campo y la ciudad, los marginados, desheredados y excluidos.