Todos los hombres son violadores.
Violan a las mujeres con la vista,
Con sus leyes y con sus códigos.
M. French.-
Lo que escribo a continuación, no necesariamente tiene que ser verdad o real pero, creo que la mayoría de ellas si lo es, porque en esta sociedad, la misma hipócrita descrita en su tiempo por el poeta Antonio Cómas, como “aquella que permite y fomenta el cabaret, el mercado de las hembras” y que por demás nos presenta una imagen de blancura que deslumbra, solo para ocultar su viciada conciencia, su oscuro y negro proceder, ahora es ciega y sorda que danza al movimiento dantesco de la época y, a todas aquellas que llamaban “cueros” y apartaban de los círculos sociales como si estuvieran poseídas de algo peor que la lepra, las mismas que después de ser “honradas” por algún “caballero” o tenedor de buen dinero, han pasado a ser las grandes señoras encopetadas de la misma sociedad que las mantenía postergadas en el más oscuro ostracismo de lo inmoral.
Pero, hay que hacer notar como han ido cambiando determinados valores que otrora era imposible de pensar llegara a suceder pero, que con el paso del tiempo, esos mismos “Cueros” o meretrices, han ido siendo reivindicadas por la misma sociedad utilizando rebuscados nombres, todo con la finalidad de “dignificarlas” e irlas introduciendo dentro de los círculos sociales de mediana y alta alcurnia. Es así que nos encontramos con las “prostitutas”, avanzando hacia, “las mujeres de la vida alegre” y, vaya usted a ver que maldita “alegría” le endosan.
Aunque el avance liberador y de justicia no se detuvo, aun haya sido solo con el refinamiento del nombre, este proceso ha continuado y nos encontramos con el pomposo nombre de; “Trabajadoras sexuales”, todo un avance revolucionario en busca de la dignificación del oficio.
Eso solo fue un paso dentro de la carrera de la sociedad por franquearle definitivamente su entrada a los grandes conglomerados sociales, esmerándose en irle dando importancia a esa profesión cambiando y limando con extrema suavidad, las denominaciones de las mismas, donde ya, el “cuero” pasó a ser una “pre-pago”, una “Damisela del amor”. No se puede negar que el esfuerzo ha dado sus resultados y, de acuerdo a sus “jerarquías$” se llegó en su momento de modernidad, a denominarse “Chicas bipper”, las cuales dieron paso al avance de la tecnología y el bisturí, con las llamadas “Mega-chulas” y las insuperables en comportamiento estrambótico, denominadas como las “Chapiadoras”, las cuales, de ingresar, le darán mayor categoría a la nueva Asociacion.
Sobre estas últimas en realidad tenemos que hacer un alto, debido a que representan el progreso máximo de la evolución de esta profesión. Ya no son aquellas sin familias ni dolientes, sino, verdaderas profesionales del oficio. Dentro de esta nueva edición nos encontramos con todo tipo de profesionales; Doctoras; Dentistas; Contables; Abogadas; Artistas y hasta cierto tipo de “arrepentías”, las cuales han logrado por fin, compartir en los mismos escenarios con las “señoras”, sin que la sociedad se alarme. No hay lugar a dudas, que esta es la profesión, dentro del ámbito femenino, que ha tenido mayor progreso en el interior de la acomplejada, corrupta e hipócrita sociedad.
Esta es una sociedad acomplejada desde sus inicios, que se siente ufana de usar en toda ocasión saco y corbata para imitar a sus conquistadores o las gentes del Norte. Una Sociedad sin identificación propia, especialista en denigrar honras solo por envidia. Esa es nuestra sociedad, vestida de seda por fuera con ropa interior de yute y la nevera vacía. “… aquí el pudor es un mito, un chiste la desvergüenza”. ¡Sí señor!