El legado de la antigua Grecia es colosal, sobre el descansa la cultura occidental. Fueron ellos quienes hicieron ciencia las matemáticas, la geometría, la arquitectura; allí ejerció Hipócrates, nació el teatro y las olimpiadas. Como si no fuera suficiente, legaron también las instituciones democráticas y la forma moderna de administrar justicia. Ese grupo pequeño de pensadores helenos- por cierto menor que el del profesorado de cualquier facultad universitaria de estos tiempos- empacaron para la posteridad una herencia inconmensurable.

Dejaron suficiente para todos y en particular para sus compatriotas que, con lo heredado, hoy podrían ser la nación más prospera y civilizada del planeta. No ha sido asi: entre las columnas de la Acrópolis hoy se escuchan los lamentos de una gran tragedia Griega. Dormidos en sus laureles, prefirieron seguir la fiesta sin atender la realidad; al igual que Zorba bailaron el “sirtaki” hasta quedarse exhaustos.

Andy Dabilis, especialista en la crisis económica griega, columnista del “The National Herald” y del “Southeast European Times”, puntualizó las once causas de la quiebra de ese país de la comunidad europea que paso a resumir.

  • “Negación, negación, negación”: “Negaron que existía el problema y convertían lo negro en rosado…”
  • “Ilegalidad”: “el gobierno y los ciudadanos griegos rompían la ley, desde aparcarse encima de las aceras hasta banqueros engañando a sus clientes con letras chiquitas…”
  • “Corrupción”: “Todos cogen algo, desde los inspectores de impuestos hasta los políticos…”
  • “Incompetencia y falta de productividad””: “El gobierno empleaba 42% de sus fondos en beneficio social, una gigantesca nomina pública y de empresas estatales; incapacidad para mercadear y hacer rentables su producción nacional…”
  • “Entidades muertas”: “El gobierno operó negocios e instituciones quebradas….
  • “Injusticia”: “La ley castiga a los pobres. Los ricos y los poderosos no van presos…”
  • “Evasión de impuestos”: “Los grandes negocios, los políticos, las celebridades no pagan sus impuestos…”
  • “Pelea entre políticos”: “Los políticos se la pasan pendientes de la próximas elecciones sin atender problemas trascendentales, y una vez en la presidencia cambian muy poco…”
  • “Zelevounai”: (Es un término que Andy Debillis utiliza para indicar que en Grecia los griegos no se tienen confianza entre ellos y que la envidia es prevalente.)
  • “Percepción”: “Los griegos se perciben como vagos, corruptos, ineficientes, fumadores, y dados a la vida muelle, retroalimentando una actitud indiferente y pasiva…”

11_“El país de las protestas callejeras”: “Desde el exterior se percibe al país en constante desorden      alejando a los inversionistas…”

Es una lista de disfunciones que conducen a cualquier país al abismo. Es una ecuación infalible que entienden bien los economistas, científicos sociales, y cualquiera que esté dispuesto a pensar. Este inequívoco puede ignorarse a fuerza de retoricas optimistas y demagógicas, sin embargo el resultado final de quiebra es inevitable.

Leyendo las causas de la crisis griega no queda otro remedio que vernos reflejados en ellas, y admitir que esa cultura caótica y atolondrada de la Grecia moderna es en la que vivimos nosotros. Quizá   menos dramática, pero de igual proclividad para el desastre. “Aunque le pese al demonio y a toda su compañía”. El que insista en creer lo contrario no tiene más que seguir llevándose de políticos y poderosos y, en un santiamén, sentirá deseos de bailarse una bachata.