NUBLAZÓN

“. . . y gastar sumas de fábula en una NUBLAZÓN propagandística. . .”

Ocurre a veces que el deseo de comunicación de quien escribe no se cumple. O si se cumple, lo hace de modo muy confuso, de suerte que el lector tiene que recurrir a un ejercicio de desciframiento. Eso que se acaba de exponer es lo que ha sucedido en la frase que se copió más arriba. A continuación se analizará el asunto para desenredar la madeja.

Para comenzar se hace necesario recordar que la voz nublazón no es reconocida por todo el universo de hablantes de español.  En Cuba, México y República Dominicana posee el significado de nubosidad. En Cuba también tiene el significado de  “opacidad en la vista”. La opacidad de esta definición ha de entenderse por falta de claridad o borrosidad. La nubosidad que se mentó antes es la abundancia de nubes; que indica que algo está cubierto de nubes.

Salta a la vista que las sumas gastadas en propaganda no cubren de nubes el mundo, por mucho dinero que en ello se invierta. Para llegar al meollo del mensaje hay que llegar a este por medio de inferencias.

Cuando en el cielo hay nublazón, se presume que eso entorpece la claridad, que oscurece el día porque el sol no puede penetrar a través de estas con la misma intensidad.

Así puede presumirse que la idea es que la dimensión de la propaganda fue tal que oscureció el entorno de modo que no permitía hacer un juicio certero acerca de lo que existía en la realidad de los hechos.

No cabe duda de que este ejercicio para entender la frase fue más largo de lo acostumbrado. Una de las cualidades que se resaltan en las redacciones de todo tipo es la claridad expositiva. Aquí se falló al no lograrse ese propósito como quedó demostrado.

FORZAR EL MINGO

“. . .FORZANDO EL MINGO de las primarias abiertas. . .”

La expresión que se encuentra en la cita es de uso muy frecuente en el habla de los dominicanos. A pesar de su origen no solo se la oye en el ámbito de los salones de billar.

El mingo es la bola de billar que se pone en cabeza de la mesa para abrir una partida de billar. Hasta donde la memoria alcanza esta es de color blanco.

El verbo que acompaña la locución verbal -forzar- hay que recibirlo en las funciones de ejercer presión, obligar a que se haga algo, hacer que la voluntad o la conducta de otros varíen en un sentido previamente establecido. Es una acción sobre la voluntad ajena para lograr determinados propósitos.

El Diccionario fraseológico del español dominicano (2016:318) asienta que la locución vale para expresar, “persistir en obtener o lograr algo sin el resultado esperado”. La segunda acepción es “extralimitar los recursos para conseguir algo”.

Una vez expuestas las acepciones los lectores quedan en libertad de interpretar en el caso de la cita si se refiere a la persistencia del accionar o a los recursos invertidos.

EJIDO – *EGIDO

“Él fue el donante del solar donde se erigió el EGIDO.”

Llama la atención en la frase transcrita que la persona que la redactó incluyera en ella palabras cultas y, sin embargo, cayera en el error de incorporar una voz que no se encuentra recogida en los diccionarios de la lengua española.

*Egido es una voz que no consta en diccionario alguno. Por el sentido de la frase se deduce que el autor de esta quiso colocar allí la palabra ejido que es la reconocida en el español internacional.

Se hace oportuna la ocasión para estudiar el vocablo que sí es de conocimiento del universo de hablantes de español, ejido, pues es interesante, sobre todo si se tiene en cuenta que en República Dominicana posee una acepción que es de uso privativo en esa comunidad de hablantes.

La acepción registrada por las Academias para la palabra ejido es, “campo común de un pueblo, lindante con él, que no se labra, y donde suelen reunirse los ganados o establecerse las eras”.

La palabra ejido es importante en la historia americana. En México tiene una larga historia porque allí es, “Forma de propiedad de la tierra que consiste en la asignación estatal de un terreno  a un grupo de campesinos para su explotación colectiva”. Así se llama también al terreno que funciona bajo este régimen de propiedad. Además, se llama ejido a la sociedad de campesinos copropietarios de un terreno que funciona bajo este tipo de normativa.

Tal y como se anunció, en República Dominicana es, “Territorio que corresponde a la jurisdicción de un municipio”. Esta acepción es compartida con Argentina, donde la palabra pertenece al registro culto.

Así queda probado que ejido es un vocablo importante en la América Hispana. La primera acepción que se consignó es la que registra el Diccionario de la lengua española. Las otras acepciones se encuentran en el Diccionario de americanismos.

APRETUJE

“La mujer rubia, alta y de experiencia en el rostro venció el APRETUJE. . .”

Cada día se encuentra una voz nueva que se añade a la lista de las ya conocidas. En la mayoría de los casos estas palabras nuevas salen del pueblo llano y designan de una manera más corta lo que la lengua ya ha denominado con otros vocablos más largos.

Se evaluará aquí el patrón que ha podido observarse en la formación de palabras de este tipo; es decir, de sustantivos que ya tienen antecedentes en la lengua, pero más largos y que son favoritos de los estratos cultos de la población.

En la frase copiada a manera de ejemplo se observa un acortamiento de lo que se supone que es la palabra original en el proceso. Con este tipo de cambio, acortamiento, se cumple con uno de los fenómenos que se observa en las lenguas que es la economía de tiempo y espacio.

En el ejemplo comentado en esta ocasión se observa que no se ha añadido una terminación a un verbo. Quizás lo que se ha hecho va más allá de acortar el sustantivo conocido que es apretujamiento, para acortar el verbo mismo, apretujar e imprimirle así al resultado de esta operación el valor de sustantivo.

Con este apretuje no se añade una de las terminaciones usuales en América, especialmente una de las usadas en Centroamérica, sino un acortamiento que se ha encontrado en otros casos.

De la exposición que antecede puede inferirse que apretuje en la frase transcrita reemplaza a apretujamiento y que la mujer pudo vencer el apiñamiento o amontonamiento de personas y desplazarse entre ellas.

Apretuje se encuentra en el verbo apretujar en el imperativo, que en América se usa para usted. Así mismo está en el presente del subjuntivo, para “yo, usted, él, ella”.

Antes de cerrar esta sección hay que mencionar que el verbo apretujarse, en tanto transitivo pronominal en Puerto Rico se usa para “abrazarse y besarse una pareja de manera prolongada y lasciva”. Quizás logró la rubia alta librarse de este abrazo.