En su programa de subastas de bonos internos del gobierno para el 2019, la Dirección General de Crédito Público del Ministerio de Hacienda volvió a colocar el 100% del monto autorizado para el año. A excepción del 2015, esa ha sido la historia de estas colocaciones competitivas que han hecho olvidar los años en que los valores del gobierno se aceptaban a regañadientes como saldo de deuda administrativa o, más atrás, como obligación de pago escrita en un bloque de hielo al aire libre en agosto.
A los bonos del gobierno se va “como abeja al panal” y son parecidos, al decir del economista Daniel Toribio, a las “cadenitas de oro”. “Todo el mundo los quiere” solía comentar quien, precisamente, fue uno de los que contribuyó desde su primera gestión como Ministro de Hacienda a cambiar la imagen del gobierno como emisor de valores.
La imagen presenta una tabla con las fechas de las subastas para el 2019, los montos subastados y demandados para cada uno de los cuatro bonos que se presentaron a los participantes del Mercado Primario durante el año. La relación entre el Monto Demandado y el Monto Subastado es el llamado coeficiente “Bid to Cover Ratio” que, como se observa, varió en el rango de 2.32 y 4.32. Esto quiere decir que en la subasta donde se verifica el menor volumen demandado en relación a lo propuesto colocar por el Ministerio de Hacienda, los participantes presentaron demandas de 2.32 pesos por cada peso buscaba ser adjudicado. En la de mayor demanda, 4.32 pesos estaban detrás de cada peso de bono. Esa situación ayuda a obtener tasas de corte por debajo del cupón del bono al emisor.
Para todo el año, el exceso de demanda sobre lo subastado casi alcanza los 100 mil millones de pesos (subastado RD$87,375.9 millones; demandado RD$177,914.7 millones). En consecuencia, los participantes estaban detrás del oro fino mencionaba DT, el mismo que celosamente se decidió a custodiar para el gobierno dominicano hasta que el monopolio privado del depósito de valores se abrió a una capitalización plural, urgente y salvadora.
Lo demandado y subastado es igual cuando se dan las condiciones para ir a una segunda ronda, luego de la primera que se celebra los primeros martes de cada mes. A estas acuden los participantes que son Creadores de Mercado y lograron adjudicaciones en la primera ronda. Esta es una de las ventajas de pertenecer a esa categoría de participantes que depende, principalmente, de sus aciertos en el combate primario y la intensidad con que lucha en el secundario.
En la tabla de la izquierda presentamos todos los participantes que en el 2019 fueron considerados Creadores de Mercado. El asterisco seguido de un número indica que el puesto de bolsa o banco múltiple fue creador de mercado y que en el ranking del mes obtuvo la posición representada por el número. Cuando el asteristo está entre paréntesis indica que ese creador de mercado fue al mismo tiempo el líder en las operaciones del mercado secundario. Un número sin asterisco representa la posición en ese mes de un creador de mercado que perdió durante el año esa categoría o de un aspirante que logró ese estatus en el año.
El banco múltiple Citibank y los puestos de bolsa BHD-León, Primma Valores y JMMB son ejemplos de participantes que iniciaron en enero 2019 como creadores de mercado, pero fallaron en cumplir con las normas para mantener membresía. El banco múltiple Santa Cruz y los puestos de bolsa Excel, Inversiones Popular y Parallax no inician con esa calidad, pero la alcanzan en un mes del año y la mantienen hasta diciembre. Durante todo el año se mantuvieron como creadores de mercado el Banco de Reservas, Alpha Valores y United Capital.
Banreservas y United Capital se reparten durante el año la distinción de ser el creador de mercado más importante en el mercado secundario, con ocho primeros lugares para el banco que Alejandro Fernández llama desde la administración de Daniel Toribio el “Coloso Público” y cuatro para uno de los principales intermediarios de valores desde que inició operaciones.