Marcio Veloz Maggiolo nació el 13 de agosto de 1936 en la ciudad que desde el 9 de enero de ese año había dejado de llamarse Santo Domingo para, vergonzosamente, ser llamada Ciudad Trujillo. Ha incursionado en todos los géneros literarios de modo exitoso: novelista, cuentista, poeta, dramaturgo, ensayista, crítico literario, historiador, arqueólogo y antropólogo. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y Doctorado en Historia de América (especialidad en Prehistoria) por la Universidad de Madrid (1970), donde también realizó estudios de Arqueología.
Veloz Maggiolo ha desempeñado puestos importantes en Administración Pública de su país: Subsecretario de Estado de Cultura, Director del Museo de las Casas Reales y Director del Museo del Hombre Dominicano. En la universidad estatal, donde fue catedrático por varios lustros, dirigió el Departamento de Investigaciones del Museo del Hombre Dominicano, el Departamento de Antropología e Historia y el Departamento de Extensión Cultural (1966-1968), órgano fundado por él. Como diplomático, ha sido Embajador dominicano en Italia (1963-1964; 1983-85), México (1965-1966) y Perú (1982-1983). En su país es Miembro de Número de la Academia Dominicana de la Lengua y Miembro Correspondiente de la Academia Dominicana de Geografía; en el extranjero es Miembro de la American Anthropological Association (EE.UU.) y de la Historical Society of Trinidad and Tobago.
Entre los numerosos galardones literarios de los que ha sido objeto el más prominente de los escritores dominicanos vivos citamos los siguientes: Premio Nacional de Poesía 1961 con Intus, Premio Nacional de Novela 1962, 1981, 1990 y 1992 por sus obras El buen ladrón, La biografía difusa de Sombra Castañeda, Materia prima y Ritos de Cabaret, respectivamente; Premio Nacional de Cuento 1981 por La fértil agonía del amor, Premio Caonado de Oro 1994 otorgado por la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores, Premio Feria Nacional del Libro en 1997 por Trujillo, Villa Francisca y otros fantasmas (ensayo, 1996); finalista del IV Premio de Novela «José Manuel Lara Hernández» con su novela La mosca soldado (2004) y el más importante: el Premio Nacional de Literatura 1996 por la obra de toda una vida.
Otras obras narrativas de Veloz Maggiolo son: El buen ladrón (1960, novela), El prófugo (1962, relato), Judas – El buen ladrón (1962, novelas cortas), Creonte: seis relatos (1963, narrativa breve; contiene una pieza dramática), La vida no tiene nombre (1965, relato), Los ángeles de hueso (1967, novela), De abril en adelante: protonovela (1975, novela), Novelas cortas (1980), Florbella: arqueonovela (1986), Cuentos, recuentos y casicuentos (1986, narrativa breve), El buen ladrón y otros textos bíblicos (1998, novela), Uña y carne: memoria de la virilidad (1999, novela), Cuentos de otros milenios (2002, narrativa breve), El hombre del acordeón (2003, novela), Uña y carne: memorias de la virilidad (novela, 2006), Memoria tremens (2009, novela), Confesiones de un guionista (2009, novela) y La navidad, memorias de un naufragio: novela histórica (2016).
Evidentemente, Veloz Maggiolo es el narrador dominicano más prolífico y consistente de todos los tiempos, pero su puerta de entrada al mundo de la literatura fue la poesía: El sol y las cosas, poemario publicado en 1957. Veinticinco años más tarde publica otra obra poética: La palabra reunida (1982), a la que le seguirían Poemas en ciernes – Retorno a la palabra (1986) y Apearse de la máscara: poemas (1986).
Dentro del género de la literatura infantil Veloz Maggiolo es pionero, pues es el primer narrador dominicano en publicar una novela infantil: De dónde vino la gente en 1978. En 1993 nuevamente el incansable narrador pensó en los lectores menudos al publicar su segunda novela infantil: El Jefe iba descalzo. También lo hizo en el 2007 y en el 2012 al ofrecernos dos relatos infantiles: La verdadera historia de Aladino y La iguanita azul, respectívamente. Un cuento infantil suyo aparece en la antología Cuentos dominicanos para niños (2000), editada por Jacinto Gimbernard
En torno a la obra ensayística de Veloz Maggiolo hay que señalar que la misma toca diversos territorios temáticos: cultura, literatura e historia dominicanas y caribeñas, lingüística, política, arqueología, antropología, ciencia, medio ambiente, etc. Títulos publicados por él en los años 70 del siglo XX (1970-1979): Cultura, teatro y relatos en Santo Domingo (1972), Arqueología prehistórica de Santo Domingo (1972), Las poblaciones aborígenes de la Isla Española (1973; en colaboración con Elpidio Ortega), Esquema para una revisión de nomenclaturas arqueológicas del poblamiento precerámico de las Antillas (1974; en colaboración con Plinio Pina y Manuel García Arévalo), El Caimito: un antiguo complejo ceramista de las Antillas Mayores (1974; en colaboración con Elpidio Ortega y Plinio Pina), Cayo Cofresí: un sitio precerámico de Puerto Rico (1975; en colaboración), Arqueología de Yuma, República Dominicana (1976; en colaboración con Mario Sanoja, Iraida Vargas y Fernando Luna Calderón), Medio ambiente y adaptación humana en la prehistoria de Santo Domingo (2 vols., 1975-1976), Sobre Cultura dominicanas y otras culturas (1977), Arqueología de Cueva de Berna (1977; en colaboración), Arqueología de Punta Garza (1977; en colaboración), Arte indígena y economía en Santo Domingo (1977), Pipas indígenas de Santo Domingo y Puerto Rico (1978) e Investigaciones arqueológicas en la provincia de Pedernales, República Dominicana (1979; en colaboración).
También dentro del género del ensayo en los años 80 del citado siglo (1980-1989) Veloz Maggiolo dio a la luz pública los siguientes trabajos, casi todos en el ámbito de la investigación: Las sociedades arcaicas en Santo Domingo (1980), Sobre cultura y política cultural en República Dominicana (1980), Vida y cultura en la prehistoria de Santo Domingo (1980), Los modos de vida mellacoides (1981; en colaboración con Elpidio Ortega y Angel Caba), La arqueología de la vida cotidiana (1981) y Estudio arqueológico del poblado circular precolombino de Juan Pedro (1986; en colaboración con Elpidio Ortega).
En los años 90 (1990-1999) y en el último año (2000) del Siglo de Oro de las letras dominicanas Veloz Maggiolo aportó a la bibliografía dominicana las siguientes obras, clasificables también en el género del ensayo: Panorama histórico del Caribe precolombino (1990), La fundación de la villa de Santo Domingo (1991; en colaboración con Elpidio Ortega), La isla de Santo Domingo antes de Colón (1993), Barril sin fondo (1996), Trujillo, Villa Francisca y otros fantasmas (1996), Historia, arte y cultura en las Antillas precolombina (1999) y Memoria fermentada (2000). Su antología personal Premio Nacional de Literatura 1996, editada en 1997 por la Editora Corripio, contiene ensayos y textos de ficción.
En lo que va del siglo XXI, y demostrando una extraordinaria y admirable constancia en su quehacer intelectual, Veloz Maggiolo ha publicado las siguientes obras de ensayo: Antropología portátil (2001), El bolero: visiones y perfiles de una pasión dominicana (2005; en colaboración) y Mestizaje, identidad y cultura (2006). En el 2002 editó una peculiar antología literaria: Santo Domingo en la novela dominicana.
Vasta, temáticamente diversa y de una alta calidad es la bibliografía activa de Marcio Veloz Maggiolo, indicador de su permanente y constante labor intelectual y de su grandeza literaria. Obligatorio es consultar su obra a la hora de iniciar cualquier estudio referido a la literatura, a la cultura o a la historia dominicana. él es el único humanista dominicano vivo, luego de haber fallecido los ilustres Pedro Henríquez Ureña, Américo Lugo, Juan Bosch y Antonio Fernández Spencer, quien fuera su mentor literario en la década del 50 del siglo pasado.
Concluimos diciendo lo que ya en varias ocasiones hemos planteado: por la indudable dimensión humanística de su obra intelectual Marcio Veloz Maggiolo reúne las condiciones y los méritos literarios y lingüísticos para ser propuesto por la Academia Dominicana de la Lengua ante la Academia Sueca como un candidato idóneo para optar por el Premio Nobel de Literatura, el más prestigioso galardón que se otorga anualmente en el planeta Tierra en el campo de las letras. Ojalá no dejemos los dominicanos perder la tercera oportunidad de proponer un candidato con posibilidades, como lo eran nuestro gran humanista Pedro Henríquez Ureña y nuestro cuentista mayor: Juan Bosch.