"Hay muchas cosas del JEFE que se necesitan en el país". El ex presidente Hipólito Mejía lo dijo y siguió conversando con sus amigos militares, como si nada.Sus palabras no fueron el fruto de la presión de un audaz y terco reportero de uno de los telediarios nuestros. Danilo Medina estaba lejos. Y como siempre, el señor no había "bebido", sencillamente porque el señor no "bebe." Estaba en sus cabales, pero lo dijo.

Lo dijo, y el día siguió envuelto en sus afanes, sus tragedias, sus prisas y sus ausencias. Sin embargo, con ese pronunciamiento, espontaneo, meditado, sin presiones, algo se rompió en el futuro de la democracia dominicana.

La frase: "Hay muchas cosas del JEFE que se necesitan en el país", no fue pronunciada por el dueño de uno de nuestros ventorrillos políticos de compra y venta para ganar titulares y llamar la atención. No. Quien así habló, (en el año del 50 aniversario del fin de la mayor satrapía que recuerda el continente americano) fue un ex jefe de Estado, candidato presidencial del principal partido del país, y por quien, si las elecciones fueran mañana, votarían por lo menos  cuarenta y cinco de cada cien dominicanos.  ¿ "Y entonces, cómo es posible, de dónde ha salido esta canción", don Pedro Mir?

¿Qué ha ocurrido en el país desde aquel agosto de 1978 cuando, liberados de la dictablanda del Dr. Balaguer, el país inicio su camino hacia la democracia de la mano del partido del cual el emisor de la frase es hoy candidato?

Más que sacarle provecho político o politiquero a la vergonzosa frase del ex presidente, los peledeístas, (que junto a los perredeístas gobiernan el país desde 1996), deberían preguntarse junto con estos (los perredeístas) qué tan mal lo han hecho para que hoy la incitación a la mano dura de la dictadura (con sus cráneos sin dueño, sus pubis mancillados, sus muertos, sus silencios) sea la opción primera para las elecciones de mayo.

Qué ha ocurrido en el país en los últimos 33 años de gobiernos democráticos y progresistas, para que hoy sea electoralmente acertado y políticamente potable elogiar sin rubor al perínclito y sus sepultureros.

¡Joder, don Radha!

Qué tanta impunidad se ha acumulado en esta sociedad, qué tan inseguro y huérfano se siente el ciudadano, qué tan incapaces son nuestras instituciones para defenderlo; qué tan grave es la falta de autoridad y voluntad política para cumplir y hacer cumplir las leyes, que hoy, el candidato que ganaría sin problemas las elecciones presidenciales considera que "hay muchas cosas del JEFE que se necesitan en el país".

Desde hace ahora mil años, tiene uno escrita la advertencia: si los responsables de establecer, practicar y fortalecer la democracia y sus valores no son capaces de hacerlo con la autoridad que otorga la voluntad popular y las leyes; y la democracia, en vez de traer la libertad la pervierte y la convierte en un libertinaje de latrocinio, inseguridad e impunidad; si la democracia no sirve para que el ciudadano viva mejor y más dignamente… tarde o temprano, ese ciudadano comenzará a desconfiar de la democracia.

Tal parece que así ha ocurrido, y de tan convincente manera, que si las elecciones fueran mañana, la mayoría de los ciudadanos votantes estarían dispuestos a rescatar y reivindicar democráticamente y por orden presidencial, "las muchas cosas del JEFE que se necesitan el país."