“Las normas se hacen con uno, sin uno, para uno o contra uno”-Fabio Tobón Londoño, adalid de la calidad en Colombia.
En el comité técnico del INDOCAL (C.T 91:4 Materiales de construcción- Barras de acero corrugadas y lisas para el refuerzo del hormigón- Especificaciones) se examina la adopción de la norma ASTM A706- Especificación Estándar para Varillas Lisas y Corrugadas con Baja Aleación para Refuerzo del Concreto, formulada por la American Society for Testing and Materials (ASTM). El estándar fue desarrollado para atender la demanda de varillas de refuerzo con propiedades de tensión controlada y composición química restringida para estructuras sismo resistentes.
Países como Chile, Colombia, Perú, Costa Rica y Guatemala, entre otros, han realizado sus propias investigaciones para comprobar los beneficios de las varillas producidas bajo la ASTM A706. Tan positivos fueron los resultados obtenidos que sus empresas la adoptaron, mientras algunos gobiernos, mucho antes, la incorporaron a sus códigos reglamentos sísmicos.
Estas varillas se componen de acero de aleación, con la proporción de carbón, manganeso, fósforo, sulfuro y silicón limitada. Son utilizadas en aplicaciones en las que la flexión (curvatura) y la ductilidad (capacidad para deformarse sin romperse) son muy importantes, como es el caso de las estructuras resistentes a terremotos. En ella se establece en la fluencia un límite inferior y superior, permitiendo por lo demás elongaciones mayores (alargamiento que mide el aumento de longitud que tiene un material cuando se le somete a un esfuerzo de tracción antes de producirse su rotura), buena soldabilidad y diámetro de doblez más pequeños.
La gran ventaja del producto fabricado bajo la ASTM A706 es su ductilidad, reconociendo que tienen una menor resistencia, lo cual, dicho sea de paso, no influye en el diseño sismo resistente. Sobra recordar que la capacidad de deformación para eventos sísmicos severos es esencial porque puede salvar decenas de miles de vidas, sin perder de vista que los daños estructurales estarían en alguna medida mitigados por la capacidad de comprensión y deformación del concreto.
Es bueno saber que producir varillas de diferentes diámetros con ASTM A706 no marcará una diferencia de precios considerable respecto a las producidas con la ASTM A615, que es la norma vigente, pero sí brindará más seguridad a los ciudadanos en las aciagas horas de un terremoto de importancia.
Siendo así entendemos que, para evitar la pérdida de tiempo en discusiones interminables en el comité técnico del INDOCAL que trabaja el asunto, deberíamos considerar uno de los siguientes escenarios posibles:
- Adoptar la Norma ASTM A706/A706M independientemente de la ASTM A615, como norma nacional (NORDOM), haciendo las adaptaciones que los expertos del ramo consideren razonables, tal y como lo han hecho nuestros vecinos de la región,
- Formular una norma nacional híbrida que incorpore las especificaciones de la A706 que no tiene la norma actual (A615), lo cual no recomendamos.
No podemos perder de vista que las normas son voluntarias y se elaboran y aprueban para proporcionar productos seguros, confiables, de calidad reconocible, operativamente compatibles e intercambiables. Ellas constituyen uno de los más importantes pilares técnicos del intercambio comercial al convertir los aspectos de la calidad en criterios mundiales negociables y susceptibles de mercadeo. Lo importante, pues, en la discusión actual es el reglamento técnico de cumplimiento obligatorio que la autoridad -partiendo de las normas internacionales adoptadas y del Reglamento 458 vigente- elabore para alcanzar el objetivo legítimo del Estado que concierne claramente -o es un imperativo- de la seguridad nacional: la garantía de estructuras sismo resistentes.
El Reglamento Técnico Dominicano (RTD): “Barras corrugadas y lisas de acero de baja aleación para refuerzo de concreto”, como elemento consustancial del Código Sísmico nacional, habrá de incluir las especificaciones internacionales (ASTM A706) para el acero de refuerzo del concreto en construcciones sismo resistentes. Así, la industria cumplirá sus pedidos no solo bajo las especificaciones de la norma ASTM A706 o la A615 convertida en norma nacional híbrida, sino también bajo la observancia del Reglamento para el Análisis y Diseño Sísmico de Estructuras (MOPC, 2011), que tiene fuerza de ley y que, a nuestro entender, debe ser mejorado en muchos aspectos (en comparación con el de Costa Rica, por ejemplo, presenta rezagos y omisiones considerables).
Finalmente, el nuevo RTD debe establecer las consabidas exigencias relativas al control de la calidad. Por ejemplo, la obligatoriedad de realizar ensayos por tercera parte confiable para establecer la conformidad en cada etapa, desde el escogimiento de la chatarra o materia prima, hasta la verificación de las dimensiones después de la laminación en caliente, pasando por su composición química, propiedades físicas y mecánicas (tomando muestras en cada caso para pruebas o ensayos normalizados).