Según una de las tantas anécdotas, del tiempo del dictador Ulises Hereaux (Lilís), cuenta que un amigo visitó al presidente y le llevó de obsequio una miniatura de un hermoso cañón plateado. Cuando se lo mostró, el General Heureaux le dijo entre la sorpresa y el susto que no podía aceptarlo pues eso podía dispararse y que esa era la oficina presidencial. El amigo le dijo que eso no era posible que el cañón era un adorno inocuo, pero Lilís insistió en que “eso disparaba”. Después de un rato de la discusión terminó aceptando el regalo, indicando que lo dejara sobre el escritorio, pero apuntando en dirección contraria al asiento presidencial. Al despedirse, el amigo le agradeció su atención y en la puerta, justo antes de marcharse, le pidió un favor para que le nombrara en un puesto que le interesaba. Sin dejarle terminar el General le respondió: “Usted ve que el cañoncito si disparaba”.
La práctica del soborno es un riesgo inherente a las actividades comerciales en todo el mundo. Puede ir desde el pago a un oficial de la policía de tránsito por evadir una multa al violar una luz roja, hasta el pago para ganar una “licitación” de una obra o compra millonaria. Dentro de poco deberá ser publicada la norma ISO-37001, la cual especificará un sistema de gestión contra el soborno para cuya estructuración se ha tomado en cuenta, entre otras, la norma ya existente BS 10500: Anticorrupción y Ética empresarial desarrollada por el British Standard Institute (BSI).
ISO 37001, indicará las medidas y procesos que las organizaciones deben adoptar para evitar sobornos, tanto directos o indirectos, enfocados al personal y socios de negocios que actúen en beneficio de la empresa o para sus actividades particulares. Es decir, buscará erradicar estas prácticas corruptas en las organizaciones que implementen este sistema.
El Banco Mundial ha estimado que anualmente los sobornos implican más de 1 trillón de dólares en las actividades comerciales mundiales. Es de rigor apuntar que, el soborno y cualquiera de sus variantes, muchas veces se asume como un paso normal para "acceder al negocio" o simplemente "evitar” los tortuosos y además costosos trámites burocráticos.
ISO-37001, se definiría como un estándar de sistemas de gestión anti-soborno que actualmente se encuentra en fase de desarrollo por la Organización Internacional de Normalización (ISO), la cual se encarga de desarrollar y publicar estándares internacionales. Su composición está estructurada por 163 países de los cuales participan sus correspondientes organismos nacionales de normalización.
El diseño de la norma esta enfocado en ayudar a la implementación de un sistema de gestión anti-soborno en cualquier tipo de organización, señalando una serie de medidas que deben ser implementadas para evitar, detectar y abordar procesos de sobornos. Adicionalmente, como es usual, ISO provee para la aplicación de la misma los procedimientos correspondientes.
Cualquier tipo de organización puede utilizar ISO-37001, ya sean privadas o públicas, pequeñas, medianas, grandes así como las sin fines de lucro. Es de facil adaptación en función de la naturaleza de la organización y en virtud de esto al riesgo de soborno al que sus operaciones las expone.
Las normas ISO, son aplicables en cualquier país o territorio. Su diseño flexible ayuda a las organizaciones en los procesos de cumplimiento, de las leyes locales y mejores prácticas internacionales. Y es que ahí está el detalle, pues la norma será concebida en base a los Convenios y Acuerdos emitidos por los Oganismos Internacionales que deben estar aprobados y ratificados por todos los paises del mundo.
Los procedimientos y tareas a implementar se deben realizar de forma proporcionada y razonable. Por ejemplo, adoptar una política anti-soborno, lo que requiere el compromiso de la alta dirección, delegación de una persona encargada de la verificación del cumplimiento contra el soborno, capacitar al personal, evaluar lo riesgos de soborno, diseñar las debidas diligencias en función del tipo de proyecto u operación, implementar procedimientos claros de controles financieros y comerciales, exigir la presentación de informes y establecer procedimientos de investigación. Todo lo anterior se derivaría positivamente en ayudar a las organizaciones en: Aplicar de un sistema de gestión contra el soborno, o mejorar de los controles existentes, Asegurar la implementación del sistema anti-soborno a sus propietarios, inversionistas, clientes y otros socios comerciales, demostrando que la organización ha implementado los controles legales e internacionales anti-soborno y Proporcionar evidencia a investigadores, fiscales y/o tribunales de que la organización ha asumido los procedimientos necesarios para prevenir actos de soborno, si se diera un proceso de investigación. Denotando con todo esto el compromiso de la organización con el cumplimiento legal y la transparencia operativa.
En todas partes del mundo siempre existirá la humana resistencia al cambio, así como el temor de que un nuevo proceso implique un aumento del personal, de procedimientos burocraticos y los consecuentes costos operativos. Para este caso las ventajas de la aplicación de la norma se traducirán en fortalezas cuyo valor suparearía con creces la inversión, pues en un mundo que se exige más transparecia, la percepción de garantía y seguridad que recibirá el mercado, así como en su entorno será muy apreciada y valorada, traduciendose ésto en mayores gananacias sostenibles en el tiempo.
La organización Transparencia Internacional, ha estimado que un 27% de una muestra de 3,000 empresarios encuestados, informaron que habían perdido negocios debido a sobornos efectuados por la competencia. Entre los posibles daños que causan los sobornos, podríamos citar los siguientes: Desinsentiva el crecimiento económico, Desestimula las ayudas económicas, Desalienta la inversión, Disminuye el nivel de vida de las personas, Impone más carga económica sobre las clases pobres, Limita los mercados globales y Crea desconfianza en las operaciones de todos los elementos económicos del entorno.
El proyecto se encuentra actualmente en su etapa final. Un equipo de más de 80 expertos, de varios países y 7 organismos de enlace trabajan de forma directa e indirecta en la redacción de la norma. Se ha estimando su publicación para finales de este 2016.
ISO-37001, esta concebida como una norma de requisitos Tipo A, por lo que puede ser certificada por un ente independiente, facultado de manera oficial para tal objetivo.
Entendemos que esta es una norma necesaria para las circunstancias actuales, dados los multiples y variados casos de corrupción en el mundo. Por lo tanto, es un producto del nuevo orden. Definitivamente, con el tiempo, todas las organizaciones deberan asumir la ISO-37001 y así mitigar los posibles disparos de cañones, sea cual sea su calibre.