Con el mayor de los respetos posible a la Dra. Elizabeth Puig, a quien no conozco personalmente pero admiro su brillante pluma: No todo el mundo está cambiando.
En la noche de ayer fui testigo de una de las experiencias más increíbles y más llenas de emoción que he tenido toda mi vida. A eso de las 8:30pm hora de Dubái, fue anunciado que Dubái había sido escogido como el lugar de la feria mundial EXPO 2020. Una multitud que nos reunimos frente al Burj Khalifa fuimos testigos como miles y miles de emiratis, británicos, americanos, indios y chinos, entre otros que vivimos en este país gritaron de júbilo con todas sus fuerzas y miles de miles tenían lágrimas en sus ojos. Yo fui uno de ellos.
Miles de extraordinarios fuegos artificiales iluminaron los cielos de una nación llena de esperanzas y fe en su futuro.
En esta nación de unos 9 millones de habitantes, más del 60% somos extranjeros. Residentes sin jamás tener acceso a la nacionalidad. Pero en esta tierra, muchos de los que vivimos en ella nos sentimos increíblemente parte de la misma. Es como si siempre hubiésemos vivido aquí. Muy difícil de explicar. De corazón, muchos de los que aquí residimos nunca quisiéramos tener que irnos. Y nos sentimos ser mas parte de esta nación que de nuestros países de origen. Es un país increíble de vivir. De procrear una familia.
Interesante notar que esta diminuta ciudad venció a Brasil, consumidor #1 de la cocaína del mundo y quien solo obtuvo 13 votos en la primera ronda, y luego aplastó a Rusia y a Turquía. De unos 150 países que votaron, 116 le dieron su voto favorable a Dubái. Un país Árabe, conservador y donde la corrupción se castiga de forma implacable. ¿No le parece raro si el mundo está cambiando? Y no es por petróleo o dinero. Rusia, Brasil y Turquía ofrecían mucho más. Los recursos de estos países son casi ilimitados.
Mientas todos los países del mundo desplegaban en sus primeras páginas la victoria de Dubái, la prensa dominicana solo desplegaba las noticias de un embajador gay con su ¿esposo/esposa? dando una rueda de prensa, sobre el tema de Haití, las groserías del corrupto CARICOM y su visceral y antiguo rechazo a los dominicanos y sobre las muertes y atropellos que nuestro sufrido pueblo recibe a diario. Claro, salpicado con las groseras notas sobre la corrupción que nos arropa y los salvajes ya en campaña. Ni una sola mención de Dubái y su victoria. Planeta Dominicana ya no está en órbita con el mundo.
Ahora ¿porque muchos prefieren vivir aquí en Dubái? Muy simple. No hay drogas en las calles, las mujeres son increíblemente respetadas, el alcohol (entiéndase, el “romo”) está altamente restringido, la seguridad es extrema, las calles, autopistas, trenes y sistemas de transporte son los mejores del mundo. El sistema de salud por igual. Todos tienen derecho a la educación, los hospitales parecen hoteles 5 estrellas y donde el gobierno se maneja con una pulcritud y transparencia fenomenal.
Pero, si te agarran con drogas vas a la cárcel y puedes tener severas penas. Si manejas con tufo a alcohol te dan un mes de cárcel, si le hablas a alguien con malas palabras y obscenidades te dejan el claro, si eres homosexual, te tienes que quedar en el closet y jamás hubiesen aceptado un Embajador Gay y su ¿esposo/esposa?…. ¡Obama sabe a quién se lo manda!!. Y no solo en Dubái, sino en todos los países árabes y muchos asiáticos, sin mencionar otras naciones aun de África, esto jamás hubiese sido posible.
No todo el mundo está cambiando. Singapur y Dubái, y muchos otros se niegan estar bajo la órbita de la corrupción que reina en muchos de los países de occidente siendo el supremo líder aquel donde Lady Gaga es una reina. Aquí en Dubái y en todos los emiratos, los padres no está aterrorizados si sus hijos van a regresar salvos de noche, donde nadie los acosa con drogas, donde un loco borracho no los van a asesinar, donde un policía corrupto y marrullero no lo extorsionará a media noche y donde los padres no le tendrán que explicar a sus pequeños hijos, por donde nacen los niños del matrimonio de Willy y …. ni me sé el nombre ni me interesa.
República Dominicana con sus mejores hombres y mujeres necesita detenerse y pensar hacia donde va. Un peligroso abismo esta frente a nosotros. Ojala que naciones como Dubái se conviertan en faros de luz a la humanidad. No todo el mundo está cambiando.