La reelección fue el merengue escogido por el presidente, Danilo Medina, para poner a bailar a sus opositores internos y externos, a su ritmo, hasta el mes de agosto del 2019.
El presidente Medina ha jugado al tiempo con la reelección, como Joaquín Balaguer en su momento, logrando distraer a la opinión pública, crear la expectativa de que continuará en el poder y consolidarse como dueño del destino electoral del Partido de la Liberación Dominicana para las elecciones del 2020.
Al interior de su partido, con la espada de Damocles de la reelección, Danilo Medina ha conseguido atemorizar a sus adversarios y colocarlos completamente a la defensiva, al extremo de dar la impresión de que son ellos los que están más convencidos de la posibilidad de la imposición de la misma.
Por esta razón es que la tendencia del presidente y precandidato del PLD, Leonel Fernández, no se ha detenido serenamente a examinar el tiempo que le queda a Danilo Medina para reformar la Constitución Política e inscribirse, de conformidad con las disposiciones de la Ley 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, como precandidato al cargo del Presidente de la República por el Partido de la Liberación Dominicana.
La complejidad de una reforma reeleccionista de la Constitución ha sido reducida por algunos destacados juristas a un sencillo proceso que depende de la exclusiva voluntad del presidente Danilo Medina. Sin embargo, factores como el rechazo de la totalidad de los partidos de oposición, encabezados por el Revolucionario Moderno (PRM), del sector que en el PLD lidera su presidente, Leonel Fernández, de los principales poderes fácticos y de la sociedad, en sentido general, muestran un panorama extremadamente complejo para reformar la Constitución.
La reelección de Danilo Medina es poco probable que se materialice. A lo anterior se suma el rechazo de la comunidad internacional a los fracasados procesos electorales continuistas que han hecho colapsar democracias de la región como las de Venezuela y Nicaragua. Por lo tanto, una reforma constitucional traumática, como sería esta, tendría en contra a la mayor parte de la comunidad internacional.
También operan en contra de la reelección los plazos para la escogencia de los candidatos del Partido de la Liberación Dominicana, que celebrará sus primarias el 6 de octubre del 2020, por lo que, de conformidad con el artículo 50 de la Ley de Partidos, el presidente, Danilo Medina, tendría que inscribir su precandidatura a más tardar cuarenta y cinco días antes de esa fecha.
Sin embargo, la oposición no se debe dejar confundir y creer que ante la imposibilidad de Danilo Medina reelegirse se cierra el camino de la reelección. Todo lo contrario, con Leonel Fernández o con cualquier otro candidato del PLD, el intento reeleccionista continuará, lo cual se puede comprobar con la sencilla ecuación DM/ LF=PLD=Reelección.
Finalmente, la oposición debe prepararse para desplazar del poder en las elecciones del 2020 al Partido de la Liberación Dominicana, que ha conseguido reelegirse en las últimas cuatro elecciones, para que la democracia dominicana, como diría Winston Churchill, sea abonada con la alternancia en el poder.