(Ilustraciones del Dr. Odalís G. Pérez)
Cada día que pasa… me convierte en una tibia y muda momia. En un barracón. Por qué debe pasarme eso a mí. Yo…que fui el Santo varón de esta finca de animales irracionales. Yo…el gran pragmático que quise tanto esta poltrona, esta silla de angustias y ambiciones que llena de idolatría la imagen de algunos que la tocan o que ponen sobre ella sus asentaderas de poder.
Yo soy casi un ex-mandatario, lo que significa que el silencio me está cercando, llenando de incertidumbre las escalinatas de mi Palacio. Quise hacerlo parte de mi fortuna y alguien se interpuso. Quise quedarme sobre su historia y alguien me lo impidió, a mí que "nunca recibí la ayuda de nadie", para estar aquí en este trono que chin a chin se me derrite…como un helado de chocolate y fresa en las manos de algún niño.
Yo soy yo…hasta el 16 de agosto y no quiero que nadie me despierte de esta pesadilla. Quiero seguir frisado en este sueño de frustraciones. Yo, que siempre obtuve mi estrategia, mi propuesta…y ahora miro a mi alrededor y hay una penca sombra atomizando mis ojos.
Yo soy casi una baratija sobre el protocolo de Estado. Soy una quimera…ahora casi todos me huyen como el diablo a la Cruz. Ahora yo, el cuasi ex-mandatario soy un fantasma en el olvido. ¿Por qué me pasa eso a mí, el dueño de las visitas sorpresas? Yo que subí solo….ahora también me voy solo.
Yo…que quise y obtuve mi congreso, ahora no lo tengo. Yo que sembré mi finca de berenjenas…ahora alguien me la está desyerbando…y la está sembrando de aguacates. "Matarile rile… rile…matarile…rile… ron… Que pena!!!
Por qué ha de pasarme eso a mí? Me dejaron la isla institucionalizada…y eso lo borré. Me dejaron las banderas en alto y las bajé…y obligué a que unos mozalbetes fueran a una plaza, a golpe de pailas, ollas y tambor, a reclamarlas.
Ahora yo soy el ex-mandatario, a quien lúgubres recuerdos circundan sus días. Me marcho solo…lleno de soledad y sin olvidos. Me marcho solo…con una cinta sobre mis hombros que me marca como un ex presidente, sin derecho a volver. Me voy sin trompetas…sin aplausos… y sin tropas. Lo que más me duele es tener que escuchar el rugir de un portentoso león, en medio de esta selva.
No quiten mi foto de los cuarteles, cuélguenla. Les ordenó yo…el ex, el que fui…y ya no soy. No ser, aquí, es una vaina que pesa…y hunde…y aplasta. Así quedó yo, el ex…el que fui y ya no soy, hundido y aplastado. Ni el mensajero me obedece, a mí, que me creí que todo mi antojo era voz de Dios. Ahora me retiro de estas alfombras…como un simple mortal, sin los oropeles de lo que fue mi Palacio.
No me recuerden nada. Déjenme en este vacío que yo mismo me compré. No me acusen de nada…yo no sé nada de nada, ni de la debacle ambiental, ni del desastre en la cultura…ni de Punta Catalina…ni del robo de "ODEBRECHT". A mí no me pregunten, ni me cuestionen por nada. Yo soy un inmaculado…todo lo di y lo doy, hasta que brille la llegada de la hora del Sur. Yo no soy ingrato…no…yo soy un Santón democrático, impuse mi antojo…y no me arrepiento, yo soy el gran creador de un borroso e "insigne" penco.
Yo soy el ex que nunca cumplió con los acuerdos. Yo soy el otro, a quien borrarán de la memoria, para que esta nación, siga las huellas del rugiente e invencible león…construyendo nuevos senderos, e irradie claridad y sosiego, sobre toda la incertidumbre de este enfermizo y viral universo.