Urge una cohesión social ética y moral como antídoto o vacuna para combatir la corrupción y la impunidad que contamina y correo la sociedad dominicana, especialmente los estamentos de poder públicos y privados.

El modelo político dominicano desde siempre ha sido ineficiente, corrupto e insensible con las demandas y necesidades ciudadanas. Hoy menos que nunca nuestras autoridades asumen el rol que les corresponde, nos queda una sola salida, que el pueblo se indigne y se empodere para revertir el irrespeto a las leyes y a la misma Constitución. Transparencia es lo opuesto a la corrupción por consiguiente es propicio ser transparente para prevenir y revertir el cáncer de la corrupción.

Las constituciones políticas son la guía principal en normativas para la organización de las sociedades, son las políticas públicas y estrategias más relevantes, en dominicana esto es una aspiración, es un debería ser. Situación esta que ha dado cabida a la impunidad resguardando nuestra podredumbre social “la corrupción”, impedimento principal al desarrollo integral. El padre José Luis Alemán Js, en una de sus últimas conferencias explicaba que la única forma de que una sociedad cambie, es a través de la cohesión social, ética y moral, con estructura para ir transformando poco a poco el deterioro social-institucional fruto de la corrupción.

Marquemos la diferencia, tracemos límites y reivindiquemos nuestro rol como poder soberano que le corresponde al pueblo, a la sociedad dominicana, debemos asumir con responsabilidad la decisión firme de convertirnos en contrapeso de los gobiernos, demás autoridades y socios del sectores privados que violentan sus responsabilidades y normas que les rigen; aplicando transversalmente sanciones éticas y morales para todos los corruptos y corruptores de nuestra sociedad.

En un Estado corroído por la corrupción se infecta el sistema público, de igual manera lo hace el sistema privado. Cuando domina la corrupción, ella se transforma en una forma de vida, quedando los instrumentos institucionales y autoridades como meras fachadas.

Asumamos con seriedad nuestras indignaciones e implantemos el “No Más” como lema de todos los indignados. Participemos. “No más abusos. No más crímenes. No más corrupción. No más impunidad. No más injusticias. No más desorden. No más desempleo. No más robos. No más engaños. No más mentiras. No más pobreza. No más desigualdad. No más politiquería. No más clientelismo. No más manipulación. No más explotación. No más depredación. No más despilfarro. No más basura. No más contaminación. No más irresponsabilidad. No más improvisación. No más morbo social ni chercha. No más hambre. No más prestamos. No más alto costo de la vida. No más aumentos. No más (…)

“Dominicano despierta, llegó la hora de participar, de actuar, de ser intolerante, de no ser títere, de no ser apático. Asume y reclama tus derechos, defiende tu país. Los funcionarios electos y designados juran cumplir y hacer cumplir la constitución y las leyes, lamentablemente es lo que menos hacen. Conquistemos el sueño de Duarte, Luperón, Manolo, Fernández Domínguez, Caamaño y demás héroes.”

Urge una nueva coalición contra la corrupción, la impunidad y el olvido. Invitamos a todos los ciudadanos comprometidos con la transparencia y la honestidad a unirse una coalición social ética y moral. 

Dios bendiga siempre al pueblo dominicano. Todo por la Patria.*El autor es aspirante presidencial independiente, mayor general retirado PN, periodista, activista social, miembro fundador y vocero de la Asociación de Policías y Militares Activos y Jubilados Dominicanos, APODOM, Pro Dignidad y Derechos. Incluye a todos los veteranos.