No es de sorprender pero llena de impotencia la decisión del juez Moscoso Segarra con relación al juicio de fondo al corrupto Félix Bautista, protegido, amparado y propulsado en sus acciones por el partido de gobierno y Leonel Fernández, quienes en realidad son los dueños del aparato judicial del país.

Como sociedad tener una verdadera y real justicia es una quimera. Esta "justicia" que tenemos desde hace años es un mamotreto de burla en que jueces y abogados confabulados con dirigentes partidistas se limpian el trasero con ella cada vez que les da la gana.

Un país sin un verdadero Estado de derecho, donde los casos judiciales duermen el sueño eterno y el que no, es declarado tan alegremente como "No ha lugar", entierra más las esperanzas de una ciudadanía que pensó en sus adentros que siendo este juicio un caso empujado por el mismo Procurador del país, Domínguez Brito empeñado en cumplir con la justicia y condenar a Bautista, por demás compañeros ambos del mismo partido, no hace más que pensar que es como el cangrejo que vamos mientras el mundo avanza al lado nuestro.

En ese sentido, pienso que el procurador Domínguez Brito debió renunciar de su cargo tan pronto conoció el veredicto final del caso Bautista. Quien mejor que él, que representa una parte importante del aparato judicial y éste le falló descaradamente con este asunto, para dar ejemplo con dignidad, retirarse y luego regresar y concretizar sus aspiraciones políticas en un mejor entorno. El tiempo lo tiene a su favor. Su mismo partido le ha defraudado.

¿Qué puede uno pensar de todo esto? De este circo montado alrededor de Bautista, siendo el actor principal, conocedor de tantos asuntos turbios y ejecutor de otros tantos más junto a su padrino Leonel Fernández, hombre brillante pero que ha resultado peor presidente que el mismo Hipólito Mejía, quien también tiene mucho que explicar y nadie le ha sentado en un banquillo, ni a él ni a sus súbditos de aquel momento. Y eso es mucho decir……

El partido de gobierno PLD tiene años de control y compra de la justicia dominicana y los demás poderes del Estado. No hay equidad, no contamos como país con una verdadera oposición ciudadana o partidista que le haga frente a este tipo de violación estatal. Y todo continúa igual…..

Por cierto, el Presidente Medina guarda un silencio espantoso frente a este caso en el que una vez más, la impunidad ha dicho presente en primera fila dirigida por sus mismos compañeros partidistas.

Verguenza!