Siempre escribo sobre los premios Nobel de Economía. Pero, este año el alborozo me embargó tanto que me adelanté a escribir sobre el Nobel a Santos, el presidente de Colombia. Otorgado el premio de economía, me embarga el premio a Bob Dylan, pero se me han adelantado dos articulistas con más méritos que este humilde escribidor: Joaquín Sabina y Rubén Blades.

A Sabina lo podemos encontrar en El País, de Madrid, España, donde se vanagloria de que la poesía haya llegado a lo más alto, que Dylan lo impulsó a ser músico y poeta, y que es un premio a la letra de canciones de calidad, que sobrepasa el cliché del chico que se enamora de la chica (a diferentes niveles de procacidad) y aborda temas universales. Para leer a Sabina, ir al siguiente enlace de su  exquisito artículo: http://cultura.elpais.com/cultura/2016/10/13/actualidad/1476380406_964576.html

Para rematar, mi hermano músico, Peng Bian hizo público en su muro de Facebook un escrito de otro músico y letrista de gran calibre, el panameño, ministro Rubén Blades, que paso a integrarlo íntegro por considerarlo ineditable:

¿PUEDE LA LETRA DE LA MUSICA POPULAR SER CONSIDERADA COMO LITERATURA?

“El premio de literatura otorgado a Bob Dylan ha provocado todo tipo de reacciones. Entre ellas, las quejas de un sector que considera que la letra de la música popular solo debe servir para entretener; que debe ser un vehículo exclusivo para el escape; que es vulgar y por lo tanto no puede ser considerada como de serio nivel intelectual. Me parece que esa perspectiva es sumamente elitista y por lo tanto, sesgada.
Precisamente, hace décadas conversábamos sobre ese tema Gabriel García Márquez, colombiano, Premio Nobel de Literatura 1982, y este servidor, Rubén Blades, panameño y músico.

“El estaba completamente de acuerdo con que la música popular era capaz de producir letras y argumentos de alto contenido y nivel literario. Por eso fue que una vez escribió que lamentaba el no haber sido el escritor de "Pedro Navaja". Acompañando a la posible exageración esta la indiscutible realidad de su respeto y consideración al argumento y a la forma en que presente la narración del episodio. 

“De aquella conversación propuse varias cosas, para resolver el tema de una vez por todas:

“1. Yo escribiría un cuento corto, original y lo editaría para que no excediera los 7 minutos;

“2. Lo incluiría en uno de mis discos de "Salsa" pero sin anunciar que era, en efecto, un cuento corto;

“3. Cantaría ese cuento corto de manera espontánea e instantánea,, sin arreglo musical previo y sin instrumentos.

“4. Solo haría un solo intento en la grabación, para que fuese honesta y el resultado inmediato producto de mi sentimiento puro, (sin ensayo, ni repetición para cubrir errores).

“Gabo, sonriendo y con esa chispa de niño travieso en los ojos, solo me dijo: "Dale".

“Y así lo hice. Escribí un cuento de unas catorce páginas originalmente. Para el experimento, las reduje a la descripción de una parte de la trama, ocupando dos hojas solamente y surgió un cuento corto
cortísimo, que titule GDBD, ("Gente despertando bajo dictaduras").
Ahora, por favor, para efecto de la discusión, les ruego leer detenidamente el cuento.

“Luego de la lectura, por favor, escuchen la versión "salsa" que hice de GDBD, incluida en el Álbum Buscando América, con Seis del Solar), sello Elektra.
“Después de haber leído el cuento y escuchado su grabación, por favor, consulten con sus profesores de Literatura, Español, Academias de la Lengua y semejantes, y/o envíen emails al Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa preguntando si GDBD califica o no como un cuento corto.
Si la respuesta es afirmativa, entonces la música popular aporta, y puede contribuir al género de la literatura universal.

“Evitemos la discusión desde perspectivas elitistas. Dylan merece el premio, por la calidad de su trabajo y por el haber continuamente sostenido esa calidad a través de experimentos y renovaciones.


Solo lamento el que la perspectiva de la Academia Sueca no haya sido más amplia. Autores como Chico Buarque, del Brasil, merece igualmente esa consideración. No solo es un excelente compositor, ("Construcción") sino que además es dramaturgo y ha publicado novelas muy bien recibidas.
El argumento a favor del aporte del músico popular hubiese sido más completo de haber sido el premio compartido con Chico y se hubiese reconocido así la contribución literaria musical proveniente de una parte importante de la América no sajona.”

. . .

Y completa su artículo con la letra del poema resultante de su “experimento” que pueden escuchar como aparece en su álbum Descubriendo América, en el siguiente enlace: https://youtu.be/NR0jbHJ90W8

No nos perdamos, si se abre esta compuerta de reconocimiento de la buena letra, espero que los letristas del “perreo” del merengue urbano y otras indelicadezas del lenguaje de la decadencia de la música, recapaciten y florezca el verdadera genio de la poesía en nuestra música popular. Entonces estaré orgulloso de que con Bob Dylan se reconoció a una generación que encontró arte en la protesta contra la guerra de Viet-Nam cuando escuchábamos los quejidos existenciales de canciones como “Blowing in the wind” cuando pregonaba: “Cuántos años puede existir una montaña, / antes de ser lavada por el mar./Cuántos años pueden vivir algunos,/ antes de que les permita ser libres./ Cuántas veces puede un hombre girar la cabeza,/ y fingir que simplemente no la ha visto./ La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento,/ La respuesta está flotando en el viento.