En las últimas semanas hemos sido testigos de cómo muchos países han tenido que volver al confinamiento debido al aumento de casos de COVID-19 en la población. Lo mismo no ha ocurrido en la República Dominicana donde cada día que pasa el virus aparentemente está más controlado. Al menos, eso es lo que muestran las estadísticas que presentan las autoridades del Ministerio de Salud Pública en su boletín epidemiológico de cada día. Lo cual, desde mi punto de vista, no deja de ser una sorpresa, tomando en cuenta que si bien se están aplicando medidas de prevención y nos mantenemos con la restricción del toque de queda, en la actualidad existe una mayor flexibilidad por parte de la población en el distanciamiento social.

Al día de ayer (lunes 2 de noviembre), fueron reportados 259 casos nuevos de coronavirus, de un total de 4,404 pruebas que fueron realizadas. La positividad del día fue de tan solo 7.68% y en las últimas 4 semanas el promedio ha sido 10.26%. La tasa de letalidad en el país actualmente es de 1.76%. Por debajo, de la tasa a nivel mundial, la cual en la actualidad es de 2.5%. Estas estadísticas del país son las que han generado que solo el 20% de las camas hospitalarias para COVID-19 se encuentren ocupadas, que haya un 31% de ocupación en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y que solo estén en uso el 21% de los ventiladores destinados para pacientes con COVID-19.

Lo anterior no es solo una sorpresa para el autor, el propio ex Ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, en días pasados acusó a las autoridades actuales de manipular la información que se le está ofreciendo a la población. En nuestro caso particular, no tenemos base para poder acusar al gobierno de una supuesta manipulación, pero, si nos llama la atención la forma en cómo ha venido controlándose el virus en el país. Principalmente, porque como planteábamos previamente, la población ya no mantiene el distanciamiento de la manera en que lo hacía al inicio de la pandemia.

En caso de que estos números sean reales, pues felicitaciones a las autoridades y a la población por igual, pues hemos dado pasos agigantados en el control del virus. Lo que no podemos permitir es que esta estabilidad y control nos permita caer en un exceso de confianza y descuido. Las fechas que se avecinan nos llaman a la celebración y con ello, al compartir. Desde finales de noviembre y durante el mes de diciembre, los dominicanos cada día encontramos una ocasión diferente para juntarnos y celebrar hasta sin motivo. Es parte de nuestra cultura y de la forma en que vivimos la navidad. Este año debemos ser conscientes que estamos ante hechos sin precedentes y que nuestro comportamiento en estos últimos casi 60 días del 2020 puede determinar la forma en cómo viviremos el inicio del 2021.

Es preferible que sigamos sorprendidos y hasta incrédulos por los avances positivos que se han tenido en la lucha contra el virus, que, por el contrario, tengamos que retomar nuevamente medidas estrictas como las que fueron necesarias al inicio de esta crisis sanitaria. Todos quisiéramos que en las próximas semanas el toque de queda sea levantado para poder disfrutar las festividades navideñas sin limitaciones de horario, sin embargo, no podemos dejar de lado lo que esto podría implicar en términos de la pandemia. Si bien siempre he sido más partidario de las restricciones de actividades, que de las restricciones de horario, el tiempo nos ha demostrado que en nuestro país controlar actividades y exigir cumplimiento de medidas de prevención resulta casi imposible.

En conclusión, si bien el reto al que ha tenido que enfrentarse el gobierno desde su llegada al poder ha sido grande para lograr los avances que hoy exhiben, lo que les espera en los próximos meses es aún mayor. Controlar las actividades sociales en esta época del año será sumamente difícil, sumándole que se les exigirá y entiendo que sucederá, el levantamiento del toque de queda al menos por un período del mes de diciembre. De nuestra parte, debemos seguir actuando de forma responsable y consciente respecto del virus y el peligro que representa, para que podamos seguir sorprendidos y no dar marcha atrás en esta batalla que nos ha tocado enfrentar en este inolvidable año 2020.