Ayer , mientras visitaba algunas comunidades de la zona montañosa de Tenares, me detengo en casa de un viejo amigo y colaborador para conversar sobre el programa de mujeres ganaderas que ejecuta la Oficina para el Desarrollo de la Mujer de la provincia Hermanas Mirabal, y me cuenta que una joven de su comunidad tiene problemas con la pensión de sus hijos, que su expareja tiene casi 8 meses que no cumple con este compromiso y que ella está desesperada , que en ocasiones le apoyan en la comunidad con algo de comida, le pido llevarme hasta la joven madre y ya conversando con ella me explica la situación y nos comprometemos a darle seguimiento a través del programa de representación legal a víctimas que coordina el Centro Jurídico para la Mujer , y que nos comunicaremos con ella lo antes posible. Al bajar hablamos con la abogada que lleva su caso, y  hoy dando seguimiento al encargo, me comunico con mis compañeras , y para mi sorpresa me dicen que los casos por pensión alimentaria no se están conociendo desde inicio de la cuarentena , que en Fiscalía no se están recibiendo porque los juzgados de paz están cerrados, y que a las usuarias ni se les toman los datos para la denuncia, porque no están citando por cuarentena.

Entonces yo me pregunto, a caso el interés superior del niñ@ no debería primar ? , es que en cuarentena los menores no comen… no se enferman? . Indignada me plantee muchas interrogantes que me llenaron de tristeza al imaginar los cientos de niñ@s que estarán en situación similar , como por tecnicismos y pretextos no se hace el trabajo, y esto es evidentemente una violación de derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes .

En primer lugar por sus progenitores irresponsables , y en segundo lugar por un estado que no les garantiza protección a través del sistema judicial . Una triste realidad que viven infantes y adolescentes.

Así que, a través de este medio queremos manifestar nuestra preocupación y tristeza por estos casos de vulneración a un derecho fundamental como lo es la alimentación, contenido en la Constitución, en la convenio de los derechos el niño y en otros tratados internacionales, todo en nombre de la cuarentena, que al parecer hace impune a los progenitores irresponsables y a las autoridades permisivas.