Recientemente se realizaron protestas y presión social por el sometimiento a la justicia del Nuncio Apostólico  ha generado mucho revuelo las denuncias de violaciones sexuales a niños cometidas por el Nuncio Apostólico Jozef Wesolowsky.

La principal víctima de violación sexual en el caso del Nuncio Apostólico son niños y adolescentes en situación de calle. La niñez en situación de calle está continuamente expuesta a abusos sexuales, violencia física, violencia verbal, bullying, discriminación social y represión policial.

Estudios cualitativos sobre la niñez en Situación de Calle realizado por instituciones que trabajan con esta población como Niños del Camino (2010), Rodríguez (2007) , Guzmán-Cruz (2009) y estudios que realizamos recientemente aún inéditos, entre otros. Estos estudios  muestran las distintas situaciones de riesgo que vive esta población siendo la niñez más vulnerable y desprotegida.

Hay que destacar que  la niñez en situación de calle se ubica no sólo en los grandes centros urbanos como Santo Domingo y Santiago sino también en las zonas urbanas de las distintas provincias del país. En Santo Domingo el origen de este grupo poblacional es diverso y se incluyen: niños/as de barrios urbano-marginales de Santo Domingo, migrantes de comunidades rurales y urbanas del interior del país  y de origen haitiano.

La niñez y adolescencia en situación de calle vive una cotidianidad marcada por la actividad laboral intensa y la exclusión de oportunidades y derechos. Esta población está privada de descanso, trabaja todos los días, incluyendo sábados y domingos que son los días que ofrecen más posibilidades de obtención de ingresos. El regreso al descanso implica dormir a las diez de la noche después de un día completo de trabajo desde las ocho de la mañana para algunos y para otros a las seis.

La situación de vulnerabilidad de la población infantil y adolescente en situación de calle desde su residencia es alta. En algunos casos no tienen residencia fija sino que están moviéndose de lugar según las circunstancias socioeconómicas, la informalidad y el vivir “de lo que aparezca”.

Las condiciones de inestabilidad de hogar-residencia tienen que ver con situaciones de violencia vividas en su hogar de origen. “Yo me fui de mi casa porque mi papá le daba golpes a mi mamá, ella también se fue de la casa y se fue a trabajar a una casa de familia”.

Adicionalmente, no tienen acceso a espacios de recreación sino que realizan actividades recreativas en el tiempo de trabajo con sus pares. La relación con sus pares tiene una combinación de solidaridad y violencia. Juegan, se cuida y se apoyan mutuamente pero también pelean y se agreden continuamente.

La intervención en la problemática de la niñez y adolescencia en situación de calle debe ser una prioridad del estado. Esta población está sujeta a todo tipo de riesgos y abusos y se expone al consumo de drogas o a ser víctimas de las redes delictivas reclutados por personas adultas.

El sometimiento a la justicia de personas de poder como el caso del Nuncio Apostólico debe ser una acción inmediata para romper con la cultura de violación sexual hacia niños y niñas en sentido general y más específicamente en situación de calle. Dejar libre al Nuncio, sacerdotes, pastores evangélicos y funcionarios que cometen violaciones perjudica gravemente a nuestra niñez y adolescencia. Se refuerza la cultura de la impunidad frente a las violaciones y abusos sexuales y se muestra que al Estado Dominicano no le importan sus niños, niñas y adolescentes.

Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY