Esa vieja práctica de nepotismo por parte de todos los gobiernos siempre ha existido. No es nada nuevo. En realidad no está tipificado como delito penal en la Constitución. Sí es un acto violatorio en lo ético. Además, lo que sí establece la Carta Magna es que serán "sancionadas las personas que hayan proporcionado ventajas a sus asociados, amigos y familiares".
También el nepotismo se encuentra junto a la norma que establece "que debe ser sancionada toda persona que sustraiga fondos públicos estableciendo la relación de provecho personal que suponen esas prácticas".
En ese sentido, reitero que el nepotismo siempre ha dicho presente en cada uno de los gobiernos que hemos tenido, pero desde hace un tiempo la práctica se ha desbordado por completo gracias también a que con la "Ley de Transparencia" cualquier ciudadano puede acceder a las páginas nominales de las distintas instituciones y comprobar quienes la conforman de manera rápida. Antes, no teníamos esa facilidad, e incluso hoy, existen datos y "nominillas" que no siempre aparecen publicados. Dicha ventaja se suma a que gracias a las redes sociales, potente plataforma comunicacional, son difundidas y nos enteramos de la situación de esos funcionarios públicos al que todos pagamos. El nepotismo practicado y ejecutado por los gobiernos del PLD y las instituciones del Estado forman un matrimonio muy bien avenido.
Hoy, hay un festín de nombramientos de amigos, familiares, novias, queridas, esposas, padres y todo tipo de relación en las instituciones del Estado. No es un secreto. Es una situación lamentable y el gobierno es consciente e irresponsable. No les importan. Son ellos mismos que provocan y embarran la ética funcionarial.
No solo se práctica ese tipo de nepotismo sino también que en este país se heredan o traspasan los cargos. De padres a hijos, maridos a sus esposas, o vicecersa, como es el caso reciente, del legislador Elías Serulle quién ha sido nombrado como Embajador en Turquía y éste gracioso "honorable" ha dejado en su curul (como para que no se lo quiten, al parecer le "pertenece") a su esposa. No importa que esta señora no tenga la mínima preparación para ocupar esa curul, él es que manda, y la dejará sentada calentando silla hasta su retorno. Así, suceden casos cada día, así se manejan éstos sinverguenzas que junto al gobierno central miran hacia otro lado. No me extraña el afán desmedido de reelección.
En sociedades donde los funcionarios tienen muy claro su papel de cara a la sociedad que les votó y que espera el mejor comportamiento de su parte, una cosa así, jamás ocurre. Y si por casualidad (no ocurre) sucede y se descubre, estarían obligados a renunciar y pedir disculpas.
Es decir, nosotros vivimos en un país donde la ley, y la ética se ejecuta a según convenga a los interesados. Los sueldos astronómicos en las nóminas públicas y del sector exterior de personas nombradas en base a ese nepotismo ya no solo es inmoral, cae en lo vulgar en lo más bajo de un gobierno frente a una sociedad.