Por Francine Ribeiro

El escenario ordinario en las favelas y en regiones periféricas del Estado de São Paulo, marcado por el abuso y violencia en la acción policial, pasó a tener mayor relevancia en las discusiones políticas y en la opinión pública a partir del momento en que esa violencia alcanzó una parte mayor de la población. Aunque de forma menos contundente, esa percepción se extendió, sobre todo, en las jornadas de junio de 2013, en que personas de contextos sociales heterogéneos estuvieron en manifestaciones populares en las calles de la capital.

El Estado democrático de derecho que por sí solo puede ser cuestionado en la medida en que el sistema de justicia y el funcionamiento de las instituciones ligadas a la seguridad pública sean construidos históricamente por y para una élite y caminan para la protección y cuidado de esa parte de la población, Que en períodos diferentes admitió la burocracia y el control social como herramientas para concretar tal objetivo. Esto converge con lo que Jean-Paul Brodeur (2000) discutía sobre "justicia de primera clase" y "justicia de segunda clase", pues trae la noción de que existen distinciones de procedimientos y resoluciones conforme a la clase económica a la que pertenece la persona – Cuando se somete o busca por esas instituciones – idealmente, la clase social no debería ser un factor determinante en la producción y el acceso a la justicia. Por lo tanto, la seguridad pública y el sistema de justicia, por lo tanto, expresan un ordenamiento social ya consolidado de ciudadanía restringida.

¿Estaríamos nosotros en una democracia burguesa, jerarquizada y autoritaria o sea, en una democracia de fachada, o peor, en un régimen policial incrementado de técnicas de control? Rosa Luxemburgo (1991), aunque estaba analizando otro momento y contexto en la historia, creía que era necesario la superación de la democracia burguesa, para que la democracia social, y por lo tanto real, pudiera ser instaurada, es decir, una democracia inclusiva y comprometida con la garantía de libertades, además, vio la urgencia de crear una cultura participativa.

En una democracia burguesa el deterioro del tejido social se profundiza, pues lo que se acompaña en esa relación Estado y Sociedad es el sofocamiento de las voces, la inhibición de sus pulsiones y en el límite, las diversas formas de violencia dirigidas a los cuerpos, incluyendo la ejecución de vidas por agentes del estado, la impunidad de los mismos y la falta de control de sus actividades, consolidando así la necropolítica.

El resultado de la necropolítica es la instrumentalización generalizada de la vida humana al destituir el status político de los cuerpos y elevarlos a condición de cosa – pasible de muerte. La paz asume cara de guerra y las investidas para controlar territorios y cuerpos se consolidan. De esta forma, disociar los exterminios y violencias practicadas por el Estado del sistema económico en que está inserto es desconsiderar un polo de poder importante, por lo tanto, comprometer el análisis. En un escenario en que los mismos cuerpos víctimas de la exclusión económica y social son los mayores blancos de la violencia policial, se nota una violencia económicamente orientada. A partir de eso, se reconoce el Estado y el capitalismo como blancos inmediatos de enfrentamiento.

En el caso paulista la necropolítica es manifiesta desde la exclusión social de una parcela estigmatizada de la población constituida por negros, pobres y periféricos que sufren las opresiones de modo interseccional, desde los abusos de la policía y las ejecuciones, hasta las zanjas clandestinas, donde cuerpos víctimas de los abusos de los agentes de estado son enterrados, como indigentes. Ante esta ofensiva cotidiana del Estado en dirección a esos perfiles leídos como seres desviados y con derechos negados, la resistencia articulada por la sociedad civil organizada ha emergido.

Este texto fue redactado por Francine Ribeiro invitada de hoy de la columna.

Referencias

BRODEUR, Jean- Paul. “Comentário sobre Chevigny”In: MÉNDEZ, Juan E; O’DONNELL, Guilhermo; PINHEIRO, Paulo Sérgio (Orgs). Democracia, Violência e Injustiça – O não Estado de Direito na América Latina. São Paulo; Editora: Paz e Terra, 2000.

LUXEMBURGO, Rosa. A Revolução Russa. Petropólis; Editora: Vozes, 1991.

MBEMBE, Achille. Necropolítica.Traducción de Elisabeth F. Archambault. Barcelona: Melusina, 2011.