De acuerdo con el Artículo núm. 128 de la Constitución, dirigir la política interior y exterior de la Nación es la principal atribución del Presidente de la República Dominicana y para ello goza de un catálogo de potestades.

La política de competencia es la dimensión de la política económica del estado encargada de garantizar que los logros alcanzados por la actividad productiva, en términos de competitividad/país, generen justicia distributiva, más allá de la justicia conmutativa de las transacciones comerciales de carácter privado. Su objetivo consiste en que el crecimiento económico no encuentre barreras artificiosas e ilegales que obstaculicen el deseado impacto de sus logros en el desarrollo humano integral.

Las potestades en materia de política de competencia se encuentran divididas entre poderes que corresponden al jefe del Poder Ejecutivo y a otras instituciones, entre las que se destacan, a lo externo, la Comisión de Defensa Comercial y Prácticas Desleales del Comercio; y a lo interno, la Comisión Nacional de Defensa a la Competencia (Pro-Competencia), junto a los órganos reguladores y ministerios a cargo del ordenamiento y vigilancia de algunas industrias o actividades mercantiles específicas.

Las instituciones legales y administrativas, diseñadas para articular política y derecho de la competencia y la defensa comercial, deben producir beneficios concretos en términos de oportunidades de acceso y desempeño a todas las empresas que compiten en los términos de la Ley; sin importar su tamaño, ni el lugar de origen del patrimonio legítimo de inversión. Antes de examinar el nivel de cumplimiento de la óptima política de competencia en las potestades que corresponde al Ejecutivo, y de manera específica a Pro-Competencia, como parte de la serie de artículos que escribo, tema para una siguiente entrega, necesitamos hablar de competitividad.

Como es de esperarse, los planes de gobierno de los candidatos a la presidencia para el período 2020-2024, exponen cada uno propuestas para mejorar el relevante índice. Cada plan de gobierno trata a su modo una visión estratégica. Estas son independientes del accionar esperado de Pro-Competencia en las potestades sancionadoras, reglamentarias y de abogacía a su cargo, ya comentadas en entregas previas, e involucra otras actuaciones. Cada candidato debe, como primer paso para organizar una adecuada política de competencia, definir su estrategia de competitividad. 

En efecto, así lo han hecho. En cumplimiento a la Ley núm. 33-18 sobre Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, los participantes en la contienda, depositaron ante la Junta Central Electoral sus respectivos programas de gobierno. Las actividades y proyectos de competitividad/país es distinta en cada oferta partidista. No obstante, es notoria la concurrencia del liderazgo político nacional acerca del reto del país en ese renglón. Cada partido político ha presentado un plan que contiene un tratamiento transversal de la estrategia competitividad/país:

  1. Guillermo Moreno, candidato por el Movimiento Alianza País (ALPAÍS), Un nuevo orden para desarrollar al país. (Ver)
  2. Leonel Fernández, candidato de la Fuerza del Pueblo (FP), Siete pilares para una nueva ola de transformaciones en la República Dominicana.
  3. Gonzalo Castillo, candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) Más oportunidades para todos ¡A trabajar!
  4. Luis Abinader, candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM) Un país para la gente.

El grado de competitividad de la República Dominicana se encuentra ponderado por el Foro Económico Mundial o World Economic Forum (WEF), entidad que realiza cada año un estudio pormenorizado denominado Índice de Competitividad Mundial. Los pilares que conforman el estudio del WEF son:

  • Institucionalidad
  • Infraestructura
  • Adopción de tecnologías de información
  • Estabilidad macroeconómica
  • Mercado de productos
  • Mercado laboral
  • Sistema financiero
  • Tamaño del mercado
  • Salud
  • Capacidades
  • Dinamismo empresarial
  • Capacidad de innovación

Cada uno de estos pilares tiene su propia medición y permiten al WEF, no solo dar un resultado general para cada jurisdicción, sino, además, indicar en qué aspectos específicos ese país ha mejorado o empeorado de un año a otro. Los informes del WEF son datos públicos y verificables. Sirven al votante interesado estudiar las propuestas de programas de gobierno, para escoger las que a su criterio resultan más coherentes y sostenibles, para cubrir las áreas de oportunidad en cada pilar y, holísticamente, en la estrategia de desarrollo nacional.

Basada en la información del WEF, afirmar una exitosa competitividad/país en la República Dominicana durante los últimos cuatro años, a criterio de quien suscribe y luego de estudiar esos datos, es una afirmación que no se sostiene. Para el 2019, último período medido por el WEF, la República Dominicana alcanzó la posición número 78 de 141 países examinados. Es decir, una posición baja, considerando que otros países de la región superan en varios escalafones al nuestro. Mientras República Dominicana apenas llega a la posición núm. 78 a nivel mundial, éstas son las posiciones alcanzadas por otros países latinoamericanos en ese mismo período:

Pais Rango
Chile 33
México 48
Uruguay 57
Colombia 57
Costa Rica 62
Perú 65
Panamá 78

(Ver: The Global Competitiveness Index 4.0 2019 Rankings).

 

Previamente, en el informe del WEF de 2018, la República Dominicana se encontraba por debajo de los antes mencionados. (Ver: The Global Competitiveness Report 2018). Subió 4 puntos, con relación al año anterior, al pasar de la posición núm. 82 de 140 países estudiados, a la ya mencionada posición núm. 78 de 141 países examinados. Es justo destacar que entre 2018 y 2019, conforme los datos del WEF, se registró una mejoría relativa para la República Dominicana. De un año a otro, el país escaló 4 peldaños y, en consecuencia, logro rebasar en posicionamiento a otros países de la región, en específico: Jamaica, Trinidad Tobago y Argentina. El índice del WEF se califica de menor a mayor. Durante el 2019, los 10 países con mejor índice de competitividad mundial durante fueron:

 

Singapur 1
EE.UU 2
Honk Kong 3
Holanda 4
Suiza 5
Japón 6
Alemania 7
Suecia 8
Reino Unido 9
Dinamarca 10

 

Sin embargo, no es cierto que en 2018 se lograra una mejoría de 22 puntos, como de manera confusa informaron las autoridades oficiales del ramo a la sociedad. (Ver: Rueda de prensa del 17 de octubre de 2018: Video de rueda de prensa titulada: RD escala 22 posiciones en el índice global de competitividad y Nota de prensa del Consejo Nacional de Competitividad). Ese cambio no es un logro basado en hechos o proyectos desarrollados por el gobierno dominicano durante ese año ya medido por el WEF. En el año 2018, el WEF publicó dos informes. El segundo antes referido, fue el resultado de un cambio de metodología, que traduce el escalamiento de la República Dominicana en una mejoría de 0 puntos. De 2017 a 2018, lejos de una mejoría hubo un descenso.(Ver: The Global Competitiveness Index 4.0 2019 Rankings).

Aunque la rueda y la nota de prensa de las autoridades oficiales copiadas en los enlaces que acompañan a este artículo, admiten que el WEF agotó un cambio metodológico, no transparentan el hecho de que ese cambio, hace confusa la afirmación de una escalada de 22 puntos, y a los fines prácticos, no justifica necesidad alguna de convocar a la prensa para dar ese anuncio. Si el lector visita el enlace al informe de 2018, verá a la derecha superior de la página núm. 209, que detalla los resultados para República Dominicana, leerá que claramente dice en inglés: Rank in 2017 edition: 82nd / 135. (Rango en la edición de 2017: 82/135). Ni el país más desarrollado sube 22 posiciones en un año. Si bien el cambio de metodología favoreció al país en algunos pilares, su puntuación general permaneció invariable.

Advertí ese desvío informativo desde que en octubre de 2018 se ofrecieron esas declaraciones. Por vía de la red social Twitter, escribí varios mensajes a la Comisión Nacional de Competitividad de la República Dominicana. Nunca recibí respuesta, ni para decirme que estaba equivocada en mi análisis de los datos. Se trata de una revisión llana de los informes, que cualquier persona puede ver y entender a simple vista. En adición, el alegado logro en la competitividad/país del que con frecuencia se habla, en estos tiempos de campaña electoral, es cuestionable a la luz de los resultados del WEF, a lo largo del cuatrienio 2016-2020.

En el informe correspondiente al período 2016-2017, anterior al cambio de metodología, la República Dominicana se encontraba en la posición núm. 92 de 138 países evaluados en ese período. En ese año hubo una mejoría de 6 puntos, ya que el informe indica que en el período previo, 2015-2016, el país ocupaba la posición 98 de 140 países estudiados (Ver: Página 164, The Global Competitiviness Report 2016-2017). Al año siguiente, es decir, en el informe correspondiente al período 2017-2018, previo al segundo emitido ese año que se limitó al cambio de metodología, la posición de la República Dominicana descendió 15 puntos, al ocupar la posición núm. 92 de la posición núm. 107 de 137 países estudiados en ese año. (The Global Competitiviness Report 2017-2018)

En síntesis, sin menoscabo de las mejorías específicas logradas por la República Dominicana en varios pilares, aunque no en los valores señalados por las autoridades, en términos generales, los resultados para la República Dominicana, en los últimos 3 años de medición, arrojan un resultado negativo.

Año Indice WEF Competitividad de RD Posiciones escaladas
2016-2017 92 +6
2017-2018 107>  82 *Cambio de metodología de cálculo -15
2019 78 +4
2020 El WEF publicará el informe en octubre 2020 Pendiente

*En resultado ponderado en el período 2016-2019 es de -5 puntos.


El informe del WEF publicado en octubre de 2018, antes de que la pandemia COVID-19 nos hiciera enfrentar la peor recesión de los últimos noventa años, llevaba por título: How to end a lost decade of productivity growth, en español, Cómo terminar una década perdida de crecimiento productivo. Los resultados en los pilares de competitividad para cualquier país, incluso aquellos en las más privilegiadas posiciones, no se mantendrán en el próximo informe del WEF, correspondiente al año 2020, que saldrá en octubre. No obstante, esa no será esa la causa efectiva del descenso en el caso dominicano. Si bien hubo repuntes, también hubo descensos en el cuatrienio.*En resultado ponderado en el período 2016-2019 es de -5 puntos.

La competitividad es un reto difícil. Ninguna persona o entidad de manera particular es responsable única de esos resultados, ni en el sector público ni en el sector privado. No obstante, es atendible informar resultados a la sociedad de la manera más diáfana. Escalar posiciones en el índice de competitividad global, recuerda aquel juego de mesa Serpientes y Escaleras de nuestra infancia, donde factores incontrolables pueden hacernos ascender o descender en el tablero. Solo agotando unidos en una estrategia nacional desarrollo, lograremos vencer esos azares, pero se precisa un liderazgo político asertivo y transparente para dirigirlo.

El WEF es el árbitro lacónico de ese juego. Indica que entre 2016 y 2019 en la República Dominicana hemos tenido vaivenes y un balance negativo y todavía faltan los datos del terrible 2020. Conviene estudiar cautelosamente las propuestas de los partidos políticos para los desafiantes 4 años siguientes. Elegir la mejor estrategia de competitividad/país, es una de las más importantes decisiones a tomar, al ejercer el derecho a voto en las elecciones presidenciales y congresuales del 5 de julio de 2020.