La verdad es que se nos ocurre que podríamos tener muchas diputados más de los que ya tenemos en el Congreso. Si podemos mantener a cuerpo de rey cientos de ellos, también podemos hacerlo con miles. Es que los dominicanos somos incorregibles, protestamos por todo: que si no hay la luz, que si la corrupción, que si las calles están desbaratadas, que hay que subir los sueldos… El que seamos el país que más legisladores tenemos, en proporción, de América Latina debería llenarnos de gozo y de justo orgullo, además de ser un logro desde el punto de vista democrático, es sin duda una oportunidad de promocionarnos internacionalmente.
¿Se imaginan cuando hablemos con los extranjeros? : Mira, gringo, además de pagar la luz más cara del mundo tenemos más diputados que Brasil con ciento y pico millones de habitantes ¿cómo te quedó el ojo forastero?, Oye esto, inglés, además de ser de los países menos trasparentes del planeta tenemos más diputados que Argentina, que nos cuadruplica en población ¡ pa´ que afinques ¡. Aparte del Metro, el cacao orgánico y los próximos elevados que se van a construir ya tendríamos otro argumento para presumir.
Es más, deberíamos nombrar 300.000 nuevos diputados (si, trescientos mil en letra) así tendríamos la representación democrática más grande que el universo haya podido ver o imaginar nunca, ¡uno por cada 30 habitantes!, ¿saben las tremendas ventajas que esto supondría? , primero cada diputado tendría sólo treinta representados, es decir, los conocería a todos, por nombres y apellidos, y sabría al dedillo cuales son sus demandas sociales, políticas y económicas.
Fíjense en estos otros beneficios. Se importarían, de buenas a primeras, 300.000 ó 400.000 carros o yipetas de lujo, con el impacto económico que esto tendría sobre los talleres, centros de gomas, bombas de gasolinas, auto adornos, carwash, etc. También se beneficiarían los restaurantes, sobre todo los más caros, y los importadores de vinos de marca, licores y habanos. La pesca, sobre todo la del salmón y el caviar, y la ganadería – la de filete fino y bistec sabroso – tendrían un gran repunte, las agencias de viajes lo mismo, las sastrerías florecerían al confeccionar 1.800.000 trajes de inmediato (a media docena por cabeza, sin contar los de la familia, amigos y amigas), otras tantas unidades de corbatas, camisas, medias y zapatos, las joyerías y relojerías se dinamizarán por igual…
Y mucha atención: se crearían 300.000 nuevos puestos de trabajo para secretarias, choferes, guardaespaldas y servicio cualificado, por si fuera poco, se construirían –mínimo- 300.000 preciosas villas más, reactivando la industria inmobiliaria, en especial las zonas de Bávaro y Romana…en fin, el país progresaría lo indecible, el dinero correría a raudales de mano en mano
Quién pagaría las nominas, las dietas y los barrilitos de los 300.000?, pues los que se quedasen fuera de la tómbola, total, unas docenas más de impuestos los soporta cualquiera. Ah, si esta propuesta cuaja, acuérdense del que dio la idea, porque, como dijo el Padrino, hay ofertas que, aun no siendo político, no se pueden rechazar.