Es evidente que el país necesita de mayores ingresos en dólares. Además del propio desarrollo que requiere siempre de mayores recursos, tenemos mayores necesidades  por el pago del servicio de la deuda externa, y a esto se le ha añadido el financiamiento de la construcción de las plantas de Punta Catalina, cuyo financiamiento original fue suspendido por Brasil por el caso que se le sigue a Odebrecht.

No precisamos de informaciones fidedignas, pero por diferentes vías se habla que se destina para el pago del servicio de la de deuda externa cerca del 25% de las recaudaciones fiscales, lo que realmente es muy alto, ya que lo recomendado por los organismos internacionales de financiamiento es que no sobrepase del 15%. Y por otro lado, se ha disparado la demanda de liquidez para la construcción de las plantas de Punta Catalina por la falta de financiamiento externo,  por lo que el Estado ha tenido que asumirlo.

Adicional a esto, tenemos la revisión de nuestra economía realizada recientemente por técnicos del FMI que recomiendan un aumento de los impuestos y deslizamiento de la tasa de cambio, con la finalidad de mantener la sostenibilidad de la deuda. En otras palabras, para poder seguir pagando la deuda externa, y el crédito del país no se vea afectado.

Una alternativa para disminuir la demanda de dólares sería la suspensión de la construcción de las plantas de Punta Catalina y esperar un nuevo financiamiento, lo que conllevaría un retraso importante en el cambio de la matriz de generación eléctrica y por ende un retraso en la disminución de los precios y el ahorro de más de $400.0 millones para el país. Por lo que esta decisión parecería no viable en estos momentos. Realmente sería una decisión política que  traería consecuencias.

Por otro lado, y en vista de que en el corto plazo necesitamos de mayores ingresos en dólares, me permito recordar que el país tiene recursos para hacerle frente a estos requerimientos sin la necesidad de la suspensión de Punta Catalina y de que la población de menores ingresos sufra.

Recomendamos la ampliación de las áreas para turismo utilizando los Parques Nacionales, y así aumentar nuestros ingresos sin tener que realizar inversiones por parte del Estado.

Para el corto plazo, o mejor dicho,  de manera inmediata, nos referimos específicamente al Parque Nacional Cotubanamá ( Parque Nacional del Este ), el cual  presenta ventajas comparativas que harán la diferencia  de  nuestro  turismo con relación a otros países y otras zonas. Este Parque  posee aeropuertos y buenas carreteras cercanas, de fácil acceso, y además de playas extraordinarias, tenemos algunos bosques, lugares de observación de especies, una fauna y una flora que podrían ser de estudio, cuevas con pictografías y enterramientos indígenas. 

Proponemos  el aprovechamiento de estos recursos. Constituir el Parque en un socio estratégico que provea conocimientos a través del estudio de esta cultura, y a la vez beneficios al Estado. Dar a conocer al mundo nuestras riquezas indígenas.

Proponemos la liberalización de las costas y la construcción de una carretera que las  bordee, así como construcción de senderos peatonales para visitar estas cuevas, observadores donde se puedan hacer estudios científicos de aves, reptiles y otros animales endémicos.

Proponemos que se conforme un Patronato integrado por Medio Ambiente, Turismo, Sector Privado ( propietarios ) y los Municipios de Bayahibe y Boca de Yuma, al cual se le podría añadir la figura del fideicomiso para facilitar el aspecto financiero del inicio. Que este Patronato tenga el co-manejo del Parque, y que sea el responsable del diseño de un plan de ordenamiento territorial que permita el desarrollo de las costas para fines turísticos, y a la vez creando un programa de conservación y restauración de flora, fauna y arrecifes, así como políticas definidas para las visitas a los sitios de interés histórico-cultural que nos ayudarán a conocer aspectos de la organización social y del sistema religioso de la sociedad donde vivieron nuestros ancestros.

Este Patronato, o el fiduciario, puede administrar una parte de los recursos provenientes de la plusvalía que tendrán los terrenos con costas y playas que se liberen para el desarrollo turístico, con los cuales se harían las inversiones propuestas  para mejorar el Parque y se le pagaría a los propietarios cuyos terrenos no puedan ser liberados, a fin de eliminar ese pasivo económico- social que tiene el Estado. En adición a estas inversiones en infraestructura, el sector privado a través de este Patronato, se ocuparía de la protección, la mejoría y restauración de las áreas vulnerables del Parque.

De igual manera, el Patronato se encargaría de la creación de escuelas vocacionales para la enseñanza de idiomas, guías turísticos y oficios técnicos para los pobladores de estas localidades,  a fin de proveerlos de una profesión que les permita  insertarse en estos hoteles y nuevos centros de trabajo rápidamente con un empleo formal y digno.

Lo propio podría hacerse en Bahía de las Águilas, con la diferencia de que aquí habría que realizar una serie de inversiones en carreteras y aeropuerto que el Estado no está en condiciones de hacer,  y el ingreso de divisas y la creación de nuevos empleos no sería en el corto plazo.   Proponemos que se busque financiamiento para estas obras y que los ingresos que produzcan estos proyectos se especialicen para el repago. Lo que decimos es que se permita el desarrollo turístico de baja densidad en ambas zonas, para que el Estado pueda comenzar a recibir ingresos de manera inmediata, por lo menos por el desarrollo del Parque Nacional Cotubanamá.

Estas propuestas están acorde a lo establecido en el capítulo III de la Ley No. 64-00. No hemos propuesto nada extraño ni fuera de lo que la propia Ley permite. Y en adición aportaría al país un porcentaje importante para alcanzar la meta de 10 millones de turistas al año, con un turismo de calidad. 

Esta  propuesta de aumentar  las áreas de turismo utilizando las costas del Parque Nacional Cotubanamá, presenta un esquema interesante que podría copiarse para otros Parques con características similares. Por un lado el Estado no tiene que realizar inversiones, ya que  las carreteras y aeropuertos están ahí funcionando perfectamente, y por el otro lado, el sector privado construiría las carreteras interiores, mejoraría y conservaría el parque, se encargaría de darle mantenimiento y seguridad, y se eliminaría el pasivo que tiene el Estado por el no pago de las parcelas expropiadas para la creación del Parque.

Esto aseguraría la llegada de nuevas inversiones extranjeras. Se crearían nuevas plazas de trabajo y mejoraría la calidad de la enseñanza de los municipios colindantes.

En resumen, si ejecutamos estas propuestas de ampliación de las zonas turísticas en diferentes regiones del país,  mediante las cuales se crearán mayores fuentes de empleos y de mejor calidad,  el país tendría mayores ingresos en corto plazo que permitiría continuar con el financiamiento de nuestro crecimiento.