Navarijo (1959) es la obra final de Francisco Moscoso Puello; Cartas a Evelina (1941) es la inicial. Aquí dejamos de lado su monumental Apuntes para la historia de la medicina en la isla de Santo Domingo que le tomó doce años completarla. Esta última no es una obra literaria, sino historiográfica. Así que, ciñéndonos a lo propiamente literario (dejando a un lado la discusión sobre lo ficcional en el discurso historiográfico), entre estas dos obras literarias está una serie de relatos (Sabanas y fundos) y artículos de opinión que se encuentran dispersos en periódicos y revistas de la época. Por Cartas a Evelina sabemos que perdió gran cantidad de sus manuscritos. Fue un lector y escritor voraz.

Analizando sus tres obras literarias fundamentales (me ha sido difícil encontrar copia de Sabanas y fundos), hago un esfuerzo por ver sus conexiones y sus especificidades. Con la salvedad de que muchas veces hay “fuerzas” inconscientes para la escritura y la elección de ciertos temas que escapan al dominio de los autores.

Navarijo es un híbrido entre memorias y autobiografía incompleta. Ambos “subgéneros” guardan relación, pero conservan sus diferencias. Pueden ser englobados en lo que se conoce como literaturas del yo; pero no son “ficciones del yo”; aunque, juzgándolo desde la moderna teoría de la conciencia, todo “yo” es ficción en tanto que constructo imaginado. Cartas a Evelina es otro híbrido entre las cartas íntimas o privadas y las cartas públicas. Estas últimas son conocidas como cartas literarias porque tienen algún elemento fictivo. En el caso de la obra de Moscoso Puello, Evelina es una ficción, es decir, son cartas monologales ficcionales y por eso se deben tratar como obras literarias (en la forma) aunque en el contenido sea abordado como un análisis de psicología social.

El problema es que Navarijo se quedó en las vivencias hasta su adolescencia y centrada en la figura paterna y su hermano mayor como personas claves que evocan los recuerdos del escritor adulto sobre su infancia. Es mucho lo que se ha dicho sobre esta estrategia narrativa de dejar los recuerdos hasta la muerte de Lilís y la mudanza a San Pedro de Macorís. Lo que se aduce es una actitud de no confrontación al régimen de Trujillo, lo que me parece un tanto descabellado en vista de que Moscoso Puello no era un militante político y enfrentó al régimen, ambiguamente o no, desde su campo de acción: las ideas.

En Cartas a Evelina hay muchos elementos autobiográficos del adulto que mira no solo el pasado personal y colectivo, sino también el presente y el futuro de la nación dominicana. El discurso epistolar le permitió dar cuenta no solo de sus “ideas” (como las tituló desde 1913 hasta 1930) sobre la psicología o el carácter del pueblo dominicano, sino también dar cuenta de algunos hechos personales y familiares que le permitieron construirse una figura de sí a través de la escritura.

La alta sensibilidad de las inteligencias como Moscoso Puello adoptan las letras, como se diría en sus obras, para canalizar sus preocupaciones más íntimas y las no tan íntimas. A raíz de este ejercicio y de las posibilidades que otorga la actividad escrituraria para la configuración de sí es que hay que pensar las obras de Moscoso Puello. No se trata de un narcisismo interiorista, sino de una experiencia existencial a través de la escritura en la que se conquista una estima de sí bajo el compromiso ético de una vida entregada a las ciencias y a las letras.

Aunque parezca un tanto desatinado pensarlo, no lo es cuando vemos las angustias internas por las que atraviesa el autor por su condición de mulato, su inteligencia extraordinaria y su peculiar autodidactismo. La escritura fue el vehículo de encuentro consigo mismo, con su país y con sus gentes. El problema es el enfoque adoptado y cómo se diferenció de los demás a partir de una cosmovisión decimonónica sobre la civilización, la barbarie, el clima de los pueblos.

Navarijo y Cartas a Evelina son obras literarias interconectadas, así que conviene verlas como parte de un todo en el que se explicita la reflexión de un genial escritor sobre sí y su país tropical.