El trazado histórico-crítico de la narrativa chilena contemporánea es bastante difuso, si se tiene en cuenta la noción misma de literatura, los contrastes narrativos y las fórmulas de la narratividad propuestas por narradores tan disímiles como Manuel Francisco Mesa Seco (1925-1990), Hernán Rivera Letelier (1950), Jorge Inostroza Cuevas (1919), Diamela Eltit, Jorge Estrella, Osvaldo Bastías, Luis Argand Oña, Pilar Clemente y, en otro registro, Luis Sepúlveda, Antonio Skármeta, Fernando Santiván (1886-1973), Eduardo Barrios (1884-1963).

La llamada Promoción Emergente de los ochenta está constituida por escritores nacidos entre 1935 y 1949. A esta promoción pertenecen Poli Délano (1936) con obras como Amaneció nublado, Cuadrílatero, Cero a la izquierda); Patricio Manns (1937), Luis Sepúlveda (1949), Francisco Coloane y Antonio Skármeta (1940); Ariel Dorfmann (1942), Carlos Cerda (1943) y Diamela Eltit (1949).

En cambio, una producción sostenida sobre la base del dialogismo pluralista y el humor tragicómico de corte neoabsurdo y despiadado se observa en la promoción de los noventa. La misma se reconoce por la presencia de escritores nacidos entre 1950 y 1964 y que adquieren notoriedad a partir de 1990. Se destacan de manera sincrónica: Hernán Rivera Letelier (1950); Marcela Serrano (1951); Alberto Fuguet (1964); Andrea Maturana (1969); Jaime Collyer (1955); Pía Barros (1956); Gonzalo Contreras (1958) y otros que junto a la tendencia de escritoras decididamente feministas y postmodernas activan el discurso de la diferencia y la desintegración de los géneros literarios.

Un aspecto que es necesario destacar en este recorrido diasincrónico de la narrativa chilena de la segunda mitad del siglo XX, es el relativo al arte verbal de los narradores de las últimas tres décadas.

A menudo, los narradores antes mencionados y gran parte de los que no se han nombrado, se sitúan en la frontera de lo unitario y lo fragmentario, utilizando como Skármata, Littin, Dorfman, Enrique Laforurcade, Isabel Allende, Luis Sepúlvedad y, naturalmente el maestro de la narrativa chilena contemporárea, José Donoso, las técnicas de impulso y experimentación fílmicas en el cuento y la novela. Además del uso técnico y constructivo-textual se reconoce en estos narradores la necesidad de integrar la búsqueda teórica y crítica de los narradores fundamentales de la modernidad-transmodernidad: Kundera, L. F. Céline, Joyce, Samuel Beckett, Graham Greene, R. Musil, Camus, Sartre, M. Sollers, A. R. Grillet, Borges, I. Calvino y otros.

¿Cuál es la significación que en el contexto latinoamericano tiene hoy la narrativa chilena contemporánea?

Contextualizar la narrativa chilena actual en el conjunto de la narrativa latinoamericana actual, implica saber cuáles tendencias se han constituido, asimilado y practicado en los diferentes discurso narrativos de la América continental. Los diferentes ismos o tendencias narrativas aseguran 1) una visión, 2) una representación, 3) un lenguaje de producción y 4) un mundo social.

La tendencia o el ismo es el arqueado, la estructura, la ideología de la representación literaria que pretende diferenciar la narrativa que, en el caso chileno, se apoya, justifica e inscribe en los siguientes ismos o tendencias:

  • Criollismo
  • Realismo
  • Nacionalismo
  • Existencialismo
  • Ontologismo
  • Surrealismo neosurrealismo
  • Experimentalismo
  • Perspectivismo
  • Esencialismo ficcional
  • Neogrotesco criollo
  • Lirismo narrativo
  • Feminismo
  • Neovanguardismo, y otros.

Estos ismos, en el caso chileno, dialogan entre sí en el ámbito narrativo, habida cuenta de que los mismos aparecen de manera a-sincrónica en lo que se podría entender como el universo axiológico y metaconstruido de la novela, el cuento y la biografía epocal marcada y ajustada también en el testimonio y la novela histórica actual. El ismo, en el caso de la narrativa chilena actual, adquiere categoría en la medida que avanza el proceso de transgresión y desmitificación del espacio-tiempo narrativo.

El principal interés del narrador chileno actual estriba en las respuestas a las siguientes preguntas:

  • ¿Quién cuenta y quién narra?
  • ¿Qué contar o qué narrar?
  • ¿Para qué contar o para qué narrar?
  • ¿Cómo contar o cómo narrar?

Estas preguntas polémicas inquietan al narrador chileno de los últimos 30 años (novelista o cuentista), que muchas veces pretende obviar dichas preguntas para, de una forma irreverente y antinominal construir su mundo, forma y sentido narrativos. Dichas preguntas fueron sugeridas a partir de la lectura de un texto reconocido como epocal por la crítica latinoamericana de los últimos treinta años( Ver Historia personal del Boom de José Donoso (1972).

Mucho puede faltar (¡y de hecho falta!) en este recorrido caracterizador de la narrativa chilena actual. En este caso se advierten estudios y trazados que no evitan la polémica, el indiciario, los perfiles, los arribismos editoriales, la taxonomía apresurada y otros vicios propios de la historia de la producción literaria iberoamericana. La presencia y articulación de sintaxis narrativas y culturales, de semánticas narrativas aceptadas y de propuestas que en algunos narradores pretenden imponerse desde un neoculturalismo posmoderno, enriquecen de una u otra manera la narrativa chilena de finales del siglo XX.

Debe considerarse también que en el Chile actual existen los llamados narradores independientes y los “oralistas” que no han entrado en las redes de las grandes editoriales que “profesionalizan” el narrador aceptado en el ambiente o ecosistema publicitario  europeo y latinoamericano. Con esos narradores  desconocidos se va conformando la emergente narrativa chilena del 2000 en nuevos contextos de creación, edición y difusión literaria.

José Donoso: Un caso prototipal en la narrativa chilena contemporánea (1924-1996)

José Donoso es un caso único y a la vez significativo en la narrativa chilena actual. Mucho nos llevaría discutir y analizar su obra realizada en varias etapas su conformación bioliteraria. Con José Donoso aparece en la literatura chilena la intención universalista y el carácter paradójico-irónico de la narrativa chilena contemporánea que desde los años 50 empieza a producir el estremecimiento de las estructuras estéticas de corte localista, historicista y criollista que luego serán sustituidas por el discurso narrativo de los 60, los 70 y los 80 para confirmar una búsqueda que ya había sido propuesta como escritura y praxis en textos como Coronación (1956), Este Domingo (1966), su novela del exilio El jardín de al lado (1981) y que cobrará también su significado en sus Tres novelitas burguesas (1973) y La misteriosa desaparición de la marquesita de Loria (1980).

Pero con El obsceno pájaro de la noche (1970) cuando las categorías del relato cobrarán su valor técnico, estructural y funcional en un momento en que, en toda la América Latina, el boom, el postboom y la literatura neovanguardista, obligan a repensar no sólo el discurso narrativo sino, además, la perspectiva de una producción literaria diferenciada como ideología, técnica, mundo y representación. En El obsceno pájaro de la noche, lo fantástico, lo imaginario y lo social intentan crear la perspectiva intertextual desde la ambigüedad del texto novelesco, para así desnivelar el registro imaginal de la condición escrituraria y particularmente narrativa.

Para José Donoso la relación personaje-mundo encuentra su significación en la tramadura de lo social y lo imaginario, pues lo que se quiere es producir la crisis de la socialidad y toda narratividad a partir de sus signos epocales constitutivos.

Así, realismo, simulación, angustia y des-encuentro aparecen como elementos tematizadores en El lugar sin límites (1966), Este domingo (1966) y El obsceno pájaro de la noche (1970); en Casa de campo y Tres novelitas burguesas (1973). Estos elementos se repiten en las diferentes tesituras de Cuatro para Delfina (1982), La desesperanza (1986) y Tarántula. Naturaleza muerta con cachimba (1990).

Hugo Achugar (195, II, P.1560) refiriéndose a la escritura de José Donoso observa lo siguiente:

“La escritura Trompe L,oeil que practica José Donoso en muchas de sus novelas –ya de un modo más o menos intenso, en mayor o menor grado- tiene que ver con la estética del llamado pop art o del “hiperrealismo”, en el sentido del simulacro realista que es, a la vez, una irrisión del intento realista y los códigos artísticos, aunque no necesariamente en el sentido de la plasmación de los productos cotidianos de los medios de comunicación masiva. Por lo anterior es posible sostener que la importancia de la obra de José Donoso se debe no sólo a su maestría como narrador sino a su “perspectiva” y a sus planteamientos prácticos con respecto a la problemática estética contemporánea.”

Más adelante, y a propósito de la lectura, su traducción, difusión editorial y bibliográfica de su obra, Hugo Achugar (Op. cit. Loc. cit.) escribe lo siguiente:

“Desde la década de los 60 las obras de Donoso han tenido una gran difusión internacional y se multiplican las traducciones de sus novelas… La bibliografía crítica de su obra sigue creciendo y cada año aparecen además de ensayos breves, volúmenes dedicados a distintos aspectos de su labor artística.”

Bibliografía

Para caracterizar el fenómeno de la narrativa chilena contemporánea en Chile se necesita una bibliografía activa y pasiva que sirva de apoyo a su investigación, teoría, historia y crítica del texto. Esto implica el conocimiento de la narrativa chilena dentro y fuera de Chile. En este trabajo hemos utilizado historias generales y críticas específicas sobre y acerca de la narrativa chilena de comienzos de la segunda mitad del siglo XX. La bibliografía sobre narrativa chilena es, en nuestro espacio, bastante escasa y limitada. Sin embargo, muchos estudiosos norteamericanos, chilenos, venezolanos, peruanos uruguayos han llamado la atención a propósito de algunos narradores de la primera y la segunda mitad del siglo XX.

La siguiente bibliografía sólo pretende disponer un material para el estudio de la narrativa chilena y los valores que la misma presenta como lectura.

AA VV: Diccionario Enciclopédico de las letras de América Latina, Ed. Biblioteca Ayacucho/Monte Ávila Eds. Latinoamericana, Caracas, 1995.

Hugo Achugar: Idiología y estructuras narrativas en José Donoso (1950-1970). Caracas: CELARG, 1979.

_______: José Donoso, en AA VV, 1995, pp. 1556-1563.

José Donoso: Historia personal del boom, Eds. Anagrama, Barcelona, 1972.

Nancy Ocanto: “Bibliografía de José Donoso”, en Actualidades, Caracas, 2 (1977): pp. 191-215.

Severo Sarduy: Escrito sobre un cuerpo, Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1969.

Hermán Vidal: José Donoso: Surrealismo y rebelión de los instintos, Eds. Aubí, Barcelona, 1972.

Eugenia Brito: Campos miradas (Librería post-golpe en Chile) Ed. Cuarto propio, Santiago, 1990.

Ana Rosa Domenella et al.,: Medio siglo de literatura hispanoamericana, Universidad Autónoma Metropolitana, México, 1997.

José Eduardo González: “El post-boom y la dificultad textual como ideología”, Revista de Estudios Hispánicos, 33, 1999, pp. 109-113.

Lindos Hutcheon: The Politics of Posmodernisn, Ed. Rontledge, Londres, 1989.

Fernando Sinsa: Identidad cultural en Iberoamérica en su narrativa, Ed. Gredos, Madrid, 1986.

Fernando Alegría: Nueva historia de la novela hispanoamericana, Eds. Del Norte, Hanover NH, 1986.

Eduardo Becerra: Pensar el lenguaje, escribir la escritura. Experiencias de la narrativa hispanoamericana, Universidad Autónoma, Madrid, 1985.

Guseppe Bellini: Historia de la literatura hispanoamericana,

Ed. Castatra, Madrid, 1985.

John S. Brushwood: La novela hispanoamericana del siglo XX, Ed. FCE, México, 1984.

Peter Elmore: La fábrica de la memoria. La crisis de representación en la novela histórica latinoamericana, Lima-México, Ed. FCE, 1997.

Carlos Fuentes: La nueva novela hispanoamericana, Eds. Joaquín Mortiz, México, 1968.

Cedomil Goic: Historia de la novela hispanoamericana, Eds. Universitarias, Valparaíso, 1972.

René Jara y Hermán Vidal (eds.): Testimonio y literatura, Intitute for the study of Ideologías and Literatures, 1986.

Jorge Laffourgue: La nueva novella latinoamericana, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1969 y 1972.

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