La semana pasada el país quedó estremecido al darse a conocer la desmantelación de una supuesta red de lavado de activos y narcotráfico. En el día de ayer La jueza Iris Borges, de la Oficina de Atención Permanente, conocía la medida cautelar a cinco de los acusados. Pero es importante señalar que hasta el momento los detenidos son 21 personas y se han realizado unos cien allanamientos. Están acusados de haber lavado unos 10,000 millones de pesos productos de envíos de fuertes cargamentos de drogas a Puerto Rico y a otros países.

También algunos medios publicaron que Erick Randhiel Mosquea Polanco, financió la campaña completa del diputado Nelson Marmolejos Gil, del Partido Revolucionario Moderno (PRM) por Santiago. El señor Mosquea Polanco es señalado como el supuesto cabecilla de la supuesta red.

Yo no sé si será algo estratégico que el Ministerio Público haya decidido iniciar por el PRM con la vinculación a la Operación. Además hubo otro narco que consiguió permisos para maniobrar por mediación de otro diputado del PRM.

Eso quizá haga frotarse las manos al PLD, pero tienen techo de cristal, por lo que no es aconsejable que lancen piedras hacia arriba. Le aconsejo que guarden silencio. El expediente sometido para solicitud de medida de coerción establece que las operaciones de esta poderosa red se ampliaron a partir del 2012.

Pero además entre los años de 2017-2020 fue cuando más se traficó. ¿Quiénes estaban en el gobierno en ese periodo? ¿Solo el PRM se aprovechó de eso e incluyó personas en su plantilla?

Lo que estamos viendo es algo que trasciende a las acusaciones partidistas, es un modelo de sociedad que es movida por el mercado. En la lógica del mercado lo que importa es el consumo, por eso en esta sociedad el ciudadano ha sido sustituido por el Consumidor.

El sentido represor del Estado fue sustituido por la lógica del mercado. En esa lógica todo está supeditado a lo que diga el mercado y el poder político no escapa a ello.

¿Qué significa esto?, que la política está dirigida por el mercado y los políticos son sus servidores. Por eso se observa un poder al servicio de los empresarios.

Luego el mercado entendió que por qué debían financiar políticos cuando ellos mismos podían serlo. Aquí entró una dinámica interesante: empresarios que pasaron a ser políticos y políticos que quisieron convertirse en empresarios.

Bajo esta situación el dinero es lo que va a normar las relaciones en la política: por eso los políticos se vuelven corruptos.  Pero los que hacen dinero (no importa de la manera que sea) ingresan a la política.

Ahora la batalla por el poder no está centrada en el sentido humano y social de la política, sino en el sentido económico y clientelista. Aquí se fue a pique lo que dijera Duarte acerca de la política cuando acentuaba su nobleza solo superada por la filosofía.

Lo que estamos viendo hoy son las secuelas de un Estado que tocó fondo, que permitió al narcotráfico entrar en su dermis. En la lógica del mercado lo que importa son los indicadores macroeconómicos: el crecimiento y la estabilidad. Si un país tiene crecimiento y estabilidad macroeconómica, lo demás importa poco. Por eso la lógica del mercado es que la economía se mueva aunque su eje sea un dinero malhabido. En el camino se arregla la carga.