Quienes sistemáticamente han defendido las posiciones de Miguel Vargas dentro de la crisis que afecta al PRD, quienes han aplaudido cada sentencia emitida en su favor por el TSE, quienes enfatizan en “los reiterados errores de Hipólito Mejía”, se regocijan ahora con el apoyo que hace el ex Presidente a La Convergencia. Entiende que significa “su salida definitiva del PRD” y que esto, “selló la división” en el Partido Revolucionario Dominicano. Es obvio que desean ver al ex Presidente Mejía definitivamente fuera del PRD y a esa organización dividida. Es un objetivo deseado por algunos que han trabajado para eso, tanto desde afuera como dentro del mismo PRD.
Ante la Convención que anuncia la Dirección de Miguel Vargas, cada líder disidente con ese grupo, solo ha demostrado “su cabeza propia”. Hipólito Mejía, no aspira a ningún cargo interno y además, fue “expulsado” de la organización. ¿En qué forma participaría en un evento que procura seleccionar cargos que no les interesan? Él llama a no participar en esa Convención porque sobran elementos que no la hacen creíble (ni siquiera para quienes se inscribieron).
Guido Gómez, inscribió su participación porque aspira a la a Presidente del Partido. La disputará a Miguel Vargas con pocas posibilidades, pero “echará el pleito adentro”, y eso se explica. Luis Abinader, no va a la Convención porque no aspira a la Presidencia de la organización ni a otro cargo interno. Se ha declarado Pre Candidato Presidencial y nada tiene que buscar en un evento para cargos internos. Si Miguel le cierra el paso en el PRD como lo hará con cualquier otro que se interponga, nada le impediría aspirar a la candidatura presidencial por La Convergencia. Alfredo Pacheco, va a la Convención porque aspira a la Presidencia por el DN y Hernández Alberto a la Vice-Presidencia del partido. Aun con pocas posibilidades, como Guido, quieren “pelear adentro”.
Cuando estos aspirantes inscritos se sientan burlados en un proceso amañado, junto a otros líderes importantes distanciados de MVM, tendrían algún espacio en la Convergencia, pero ninguno abandonará su partido, como no lo han hecho los reformistas aliados con el PLD y como sucede después de cualquier alianza para un momento electoral específico.
MVM se “fortalecerá” dictatorialmente en el exiguo sector del PRD que dirige en la medida en que el liderazgo real del PRD se mantenga rezagado y admita como un hecho el secuestro que ha hecho de este histórico partido, por esto, se justifican las inscripciones de algunas candidaturas en la Convención que está organizando su grupo.
El entorno de Miguel se regocija del “éxito de la convocatoria”, porque algunos que se suponen allegados a Hipólito, se han inscrito presentando distintas aspiraciones, pero no entienden que esta gente no se ha inscrito por adhesión a él. El “éxito” que esgrime la gente de Miguel sobre esas inscripciones, solo es el resultado de una acción inteligente del grupo que le adversa. Tampoco existe tal fraccionamiento entre quienes están opuestos a Miguel dentro del PRD. Solo están actuando de acuerdo a las circunstancias. Aunque Miguel Vargas cuenta que el TSE le concederá ganancia de causa en cualquier recurso que se interponga ante posibles irregularidades que se detecten, los inscritos del lado disidente, con su participación, podrán obtener evidencias de las irregularidades que puedan ocurrir durante el proceso. Aunque no se haga caso a los recursos, el TSE y MVM seguirán siendo puestos en evidencia. Algún día habrá justicia.
Los opositores a MVM, aunque participen en la Convención, saben lo que están haciendo. Participando en este proceso, tratarían de exigir transparencia y aunque no lo consigan, tendrán calidad para cuestionar resultados amañados si estos se producen.
Es obvio que hay un supremo interés en que los líderes principales del PRD lo abandonen, especialmente, en anular la competencia de liderazgo que significa la presencia de Hipólito Mejía (en estos momentos se comenta que MVM y su grupo hacen aprestos para expulsar a Luis Abinader y a Doña Milagros). Apoyado en un sector del oficialismo, se pretende que ese partido quede a la suerte y designios de MVM, con la validación por los tribunales electorales de cualquier barbaridad que haga para mantener el control de ese partido. Se garantizaría la desintegración de esa organización política y la consolidación del unipartidismo en beneficio del PLD.
La Convergencia es ahora el nombre de una alianza con carácter transitorio. En ella participarán organizaciones, grupos y entidades opositoras que pretenden participar en los comicios del año 2016. La Convergencia, además de aglutinar a los “expulsados” y contestatarios de MVM dentro del PRD, y los que resulten decepcionados por una posible participación frustrante en esta Convención, se puede constituir en la vía para que la gran mayoría perredeísta canalice sus aspiraciones de gobierno en las próximas elecciones, sin que esto signifique abandonar a su glorioso Partido Revolucionario Dominicano.
Mientras tanto, que nadie se frote las manos anunciando supuestos abandonos del PRD o creación de otros partidos. La Convergencia es temporal, como lo son todas las alianzas electorales y como lo es, la omnipotencia que MVM cree que tiene en el PRD.