El plan estratégico decenal de salud en proceso de formulación por el Ministerio de Salud, gestará proyectos con inversiones resolutivas de problemas arrastrados desde las pasadas dos décadas de este siglo XXI.  Materias pendientes de República Dominicana, que generan miles de enfermos y muertes evitables, que por demás, implican consumo de grandes cantidades de recursos financieros y médicos.

Mortalidad materna y fallecimientos neonatales; miles de perecidos por cardiovasculares y las epidemias de obesidad, diabetes e hipertensión arterial. Todos son procesos prevenibles. Se suman a la elevada mortalidad por accidentes de tránsito.

Si es un genuino propósito estratégico, el Plan Decenal 2030 deberá pactar y asegurar en el sector y en las fuerzas vivas nacionales, una visión de salud que salve vidas, de manera especial, vidas maternas.

Más que una visión del Ministerio de Salud Pública (MSP), es para ser asumida por el servicio nacional de salud, las 32 direcciones provinciales, 9 directores de servicios regionales (SRS), gerentes de los 24 hospitales públicos y los dueños de  más de 30 grandes clínicas privadas de la isla. De igual forma, el sector empresarial, empleados y sociedad civil. Todos estamos implicados en transformar la República Dominicana, en una nación ‘salvadora de vidas’.

Está documentado que debido a la pandemia COVID-19, desde el año 2020 en República Dominicana, la mortalidad materna aumentó a 127 por 100,000 nacidos vivos. Valor que supera el promedio para Latinoamérica, de unas 67 fallecidas por 100,000 NV. Es decir que 220 a 245 mujeres fallecen anualmente por causas asociadas al parto. Es el 3% de las 7,700 embarazadas latinoamericanas  que fallecen de parto.

Las causas son conocidas. Hipertensión del embarazo, hemorragias, sepsis y aborto. Son factores prevenibles. El 80% es evitable, si la consulta prenatal, preparto, parto y las primeras horas del postparto, se realizaran de acuerdo a normas y protocolos establecidos.

República Dominicana es país con ingreso medio alto con elevada cobertura de atención prenatal (99%) y parto intrahospitalario (98%). Las cifras de mortalidad materna no son coherentes con nuestras capacidades y potencialidades médicas acumuladas.

El plan decenal estratégico de salud 2030 deberá concertar proyectos estructurantes y sinérgicos para reducir las mortalidades prevenibles. En especial en mujeres embarazadas y niños. El paradigma es inverso. Apostamos  a salvar vidas maternas en el país, no sólo ‘luchar contra la mortalidad materna’.

Salvar vidas maternas, implica transformar el cumplimiento de normas en un deber cultural observable por las juntas de vecinos del entorno territorial de los hospitales. Es suplir los bancos de sangre con campañas de donaciones. Asegurar aprovisionamiento de insumos médicos a los hospitales. Es reducir el embarazo adolescente y matrimonio infantil, vía  una gran cruzada de educación sexual en medios y redes.