Belén es una insignia de mujer. Un libro abierto de género, de la desigualdad, de la desprotección, del sacrificio; una muestra de para qué y cómo quieren a las mujeres. Desde los privilegios es beneficioso y estratégico defender la vida desde la concepción hasta la muerte. Cuando estás en el terreno, el lodo llega hasta el cuello y empapa el alma.

Como la mayoría de las pacientes, Belén llegó con una mochila de ilusiones, declaró: “Doctora  estoy aquí porque presiento que usted si me va a ayudar, me gustaría quedar embarazada de nuevo, quiero tener una niña “hembra”.

El reloj biológico no es su mejor aliado.  La opción para gestionar un embarazo con cuarenta y cuatro años es recurrir a las técnicas de reproducción asistida; tratamiento inalcanzable para una maestra en la República Dominicana.

Las mujeres somos gestadas para cuidar y debemos cuidar aún sin estar

Su hija, Azucena de veintidós años, nació con una condición especial, presenta un desarrollo cognitivo menor a dos años de edad, no se vale por sí misma.  El hijo de diez y nueve, por el patriarcado, ha sido anulado para el trabajo de cuidar. Belén lo ratifica: “Usted sabe que los varones luego de que se casan no se hacen cargo, no son entregados como somos nosotras las mujeres, como lo pudiera hacer una hermana”.

Las mujeres somos gestadas para cuidar y debemos cuidar aún sin estar.  Tiene una sola hermana que vive fuera del país.  Según refiere, “La probabilidad es muy mínima de que ella venga a vivir para acá”.  Con su ayuda económica pudo estudiar, “ella siempre me ha ayudado”, recalca.   Levanta el pecho, los ojos se le iluminan y se llena la boca al afirmar: “Logré salir adelante, soy profesional, soy docente, enseño en un liceo y en las tardes tengo una sala de tareas”.

El gran ausente, el progenitor.  “El papá de mis hijos nunca se ha hecho cargo, se fue a Estados Unidos cuando ella tenía 3 años, y  jamás la ha buscado, nunca le ha interesado saber de ella” reclama Belén.

Insiste, “Si me llegará a pasar algo he pensado siempre que con quién dejaría mi niña, he pensado siempre que mi niña quedaría desamparada si yo le llego a faltar; y entonces  por esa razón quiero embarazarme”.

Para las mujeres cuidar de otros es el mandamiento, fuimos adoctrinadas, y por ello somos capaces de arriesgarlo todo. Ante la pregunta: ¿Tu pareja actual quiere un embarazo?, responde: “no he hablado todavía de eso, así claramente, pero yo sí; quiero que me salga una niña para que me cuide mi hija especial”.