“Nuestra patria dejará de ser colonia
o la bandera flameará sobre sus ruinas”
Eva Perón
Me gustaría conocer qué opinión les merece a los políticos dominicanos las posiciones del recién electo presidente de los Estados Unidos Donald Trump, referentes a algunos tópicos de importancia para ese gran país, entre los que cabe destacar los asuntos migratorios; lo externado por el magnate cuando era candidato sobre la corrupción existente en los países latinoamericanos; y qué piensan sobre el nacionalismo de Trump; entre otras materias sobre las cuales ha sentado conocimiento el electo Presidente, por lo menos en campaña, acerca de su pensamiento y posibles acciones luego de su toma del poder.
Para nadie es desconocida la actitud de conformidad y transigencia de las autoridades dominicanas ante los malsanos propósitos del Gobierno que termina su mandato el próximo mes de enero en los Estados Unidos, y de gran parte de la Comunidad Internacional, sobre los asuntos migratorios de la República Dominicana con respecto a su vecino Haití, y la ya no tan velada intención de establecer un Estado binacional.
En nuestro país no sólo existen “dominicanos” que ejercen de agentes que cual “Caballo de Troya”, y mediante acciones entreguistas, se han puesto a la orden de intereses foráneos, incluso, hasta hace algún tiempo se tenía la impresión que las autoridades gubernamentales eran objeto de presiones para que se apegaran a tales propósitos; pero ahora vemos más claro, y advertimos que no sólo se obedece a la conminación externa, sino que también existen en el patio, intereses económicos y de todo tipo, de los cuales resulta esta actitud de felonía ante los Intereses Nacionales. La mayor demostración de esta conducta de entrega y de venta de los intereses patrios, es el desacato y desafío a una decisión del Tribunal Constitucional referente a una parte vital de nuestra política migratoria.
En su discurso del 31 de agosto en Phoenix, Arizona, el entonces candidato a la presidencia de los Estados Unidos Donald Trump, en cuanto a la Inmigración ilegal, se refirió en el sentido siguiente: “ …Hoy ustedes sabrán la verdad. El problema fundamental con el sistema de inmigración de nuestro país es que atiende las necesidades de los donantes ricos, los activistas políticos y los políticos poderosos. Déjenme decirles a quiénes no atiende: no los atiende a ustedes, al pueblo estadounidense”. Me pareciera como si un patriota dominicano estuviese refiriéndose al problema inmigratorio de nuestro país, pues es lo que está pasando en República Dominicana. Pero me gustaría saber que piensan los políticos nuestros sobre tal expresión del Presidente electo del país del norte, ya que esta apunta a un cambio de política en su próximo gobierno.
En la República Dominicana, no hemos visto nunca en los últimos 20 años (período en el cual han ingresado por nuestra frontera sin ningún tipo de obstáculo, cerca de 2,500.000.00 inmigrantes ilegales), que se haya tenido en cuenta las preocupaciones de los trabajadores dominicanos sobre la inmigración ilegal, y – como refiere Trump – el impacto en sus empleos, salarios, viviendas, escuelas, impuestos, y condiciones de vida. Para nuestros políticos no ha importado qué piensan los dominicanos de todos los estratos, qué les preocupa, y cuales son sus aspiraciones en este sentido.
El otro tema que me causa curiosidad es el de la corrupción. Sobre este particular Donald Trump, en un discurso en Texas expresó que su gobierno erradicará a todos los corruptos de Latinoamérica “Los políticos corruptos son un cáncer para la sociedad. Latinoamérica está llena de ellos, yo los acabaré a todos”, fueron palabras del hoy Presidente electo. Agregó que “Todos ellos irían a parar a cárceles de máxima seguridad en Estados Unidos donde sus sobornos no valen un centavo”, comenzaré en República Dominicana, Centroamérica, luego Sudamérica y por último México”. Pero no he oído a ningún político vernáculo referirse a este importante tema. Me pregunto si entienden que las ideas del recién electo Presidente son descabelladas o que eran sólo palabras de campaña.
Por último, ¿qué tendrían para decir los políticos de nuestra media isla sobre el nacionalismo del Presidente de la mayor potencia del mundo a partir de enero del próximo año? En este sentido, las autoridades de nuestro país se han apegado a una política internacional de “Fronteras abiertas” y de una “Globalización” criminal en la que sólo sobreviven los poderosos. Se han apartado del nacionalismo en su mejor acepción y en la forma que particularmente lo vemos – y a la que nos hemos referido antes – de que es la aspiración de un pueblo de enrumbarse por caminos independientes de imposiciones externas, con la dignidad y acciones soberanas que lo hace respetable ante el concierto de naciones, apegado siempre a la convivencia pacífica y al Derecho Internacional.