No son los Latinos escapando la pobreza sin esperanza en México, Centro América, o el Caribe quienes debemos temer; sino a la creciente presencia musulmana en América. Como resolvemos este creciente reto afianzará o debilitara la integridad de nuestros valores y tradiciones. La gravedad del reto demanda un enfoque mesurado, pausado, y friamente racional, no artículos pobremente fundamentados llamando al miedo y a la zozobra.
No hay soluciones sencillas. Podemos abogar por la de Trump, una muralla americana que aisle al país de todos. Mas algo hemos aprendido, y las murallas acaban haciéndole mas daño a quienes encierra que a quienes quedan excluídos. La muralla ahora esta impulsada por las grandes ganancias en su construcción y en segundo plano, las crecientes sumas ganadas por los traficantes de inmigrantes indocumentados (las cuales salpican a muchos). Ya estamos gastando cerca de 19 billones de dolares en la implementación de nuestros programas controlando los indocumentados. La sugerida por Trump se asemeja a la de Berlín, mas a una escala hasta ahora inconcevible y mucho mas costosa que poner un hombre en Marte; los Saudi no ayudarán a financiarla.
He preguntado muchas veces que podemos hacer en este complicado tema sin comprometer nuestros valores, o sea, no establecer mas campos de concentración, ni purgas como los progrons europeos contra los judíos, ni prohibir la libertad religiosa. Ni nosotros vivir acobardados, porque al fin del dia, América is the home of the free, the land ofthe brave.
Gracias a mi trabajo en culturas islámicas y mis análisis de los mismos, así como lo aprendido en múltiples reuniones con el poder de decidir y ejecutar, saco una conclusión. El mayor peligro temido por los musulmanes es la liberación de sus mujeres (fobia compartida en su momento por los mormones, los testigos de Jehová, los Hindúes, y aun los cristianos con fuertes raíces rurales como los menonitas o católicos). Son también el grupo étnico y cultural con mayor fertilidad y crecimiento poblacional (nosotros, los caucasianos, cada vez menos). Y ese es un miedo profundo, pavoroso. En su extremo, el control sobre la mujer de los fundamentalistas es total, llegando a tener la autoridad de poder "ajusticiar" a esposas, hermanas o hijas si no cumplen con la ley, según sea interpretada en ese lugar. Muchos prefieren morir antes que ver a sus mujeres gozar de mayor libertad.
Por lo tanto, concluyo debemos canalizar nuestros esfuerzos en liberar lo mas rápidamente posible a la mujer musulmana y reducir al máximo la inmigración musulmana a nuestro país. Y evitar caer en paróximos de temor ante una realidad ficticia que no lo amerita. Pongámosle un marco al problema migratorio musulman.
- Desfortunadamente por su enorme poder sobre nosotros, el peor de todos los motores de emigración musulmana hacia nuestras costas es el fundamentalismo saudi y sus aliados en el Golfo.
- Los musulmanes africános y del pacífico (indonesios, etc.,) son mas afines a nuestros valores (a veces a los malos, como el alcohol) que a los practicados por los fundamentalistas.
- Con los emigrantes musulmanes del Africa Subsahariana, los europeos nos han puesto entre la espada y la pared con la inmigración del Africa del Norte y los miles (ordenes de magnitud mayores a los reportados) ahogándose en su travesía suicida del Mediterráneo,
- Nuestras acciones bélicas en la región para controlar el petróleo también han impulsado inmigración, sobre todo de quienes, por habernos ayudado en sus países, corren grave riesgo. Y en la guerra perenne, estos no son pocos.
La pregunta musulmana también tiene repercusiones en nuestra política externa y saca un triste trasfondo a nuestros errores geopolíticos. Los gobiernos civiles–pocos encomiables en si– en el medio oriente han sido detruidos por la influencia de los neo-coms y los Saudi en la politica externa de los Estados Unidos. Sus reemplazos han gravitado hacia el fundamentalismo saudi (corruptos al fin, se venden al mejor postor, y los Saudis tienen billones para comprarlos a todos…inclusive a senadores y congresistas influyentes en nuestro propio Capitolio, o aun a las poderosas dinastías políticas en América). Y quienes alquilados están se opondrán a medidas eficaces erradicando un posible peligro islámico en nuestra tierra. Retórica de lujo, accion de pordiosero. Mas se opongan los politicos que se opongan o las dinastías poderosas, tenemos que eliminar ese peligro….mas hay muchas maneras de skin the cat. El calculo frio debe guiar la mano que arranque su crecimiento canceroso y proteja su prosperidad "muscular," mientras nuestros "aliados" son tranquilizados.
En un peculiar rejuego geopolítico, y para contrarestar el eje Saudi-Netanyahu, quizás todo el acercamiento a Irán, donde la mujer shiita es mucho mas respetada y libre que la Saudi, parta de una base totalmente ignorada por nosotros quienes vivimos nuestras tranquilas existencias al margen de estas "grandes decisiones."
En resumen: Proteger nuestros valores, y no dejar de ser Americanos por miedo a otros, no convertirnos en nuestros adversarios; usar todos los medios a nuestro alcance para reducir la inmigración musulmana, (Saudi o no) y utilizar los enormes recursos económicos, militares, culturales y religiosos que tenemos para llevar la liberación a la mujer musulmana–con mucha delicadeza pero con persistencia. Toda familia musulmana en los EEUU debe quejarse con sus primos y amigos de lo desastroso que venir a America ha resultado por las costumbres occidentales y pecadoras adoptadas por sus mujeres. Un contrasentido, ¿invitar a los musulmanes a las actividades sociales americanas? ¿Un imán mujer? antes que una sacerdotiza mujer en la Iglesia Católica? Lo dudo pero no deja de causar cosquilleo intelectual.
América "aplatana" con su filosofía consumista, y glotona. El problema de los Latinos en los EEUU es su creciente obesidad. Cada vez pensar y conversar es mas raro, mas pase. La presión para pagarhipótecas, primas de seguro, y educación para los hijos americaniza rápido. Los musulmanes noserán laexcepción, como no lo han sido ni judíos ni mormones…ni cubanos.