Don Luís Escoto Montan, fue durante 55 años ininterrumpidos Secretario de la Gobernación Civil de la Provincia de Puerto Plata, actuando de manera correcta en el desempeño de sus funciones. Se les consideró un ejemplo a imitar por los demás colegas de Puerto Plata y, por ende, del país.

Era un hombre sumamente discreto en el cargo que ocupó, desde 5 de abril de 1954, siendo a la sazón Gobernador Civil de la Provincia de Puerto Plata, el señor don Walterio V. Castillo Marcano, se le designó en el mismo.

Desde esa posición prestó valiosos servicios a la provincia de Puerto Plata. Desde esa alta posición puso como norte su capacidad de trabajo, organización y dinamismo en el desempeño de sus obligaciones y deberes como tal.

Estuvo dotado de cualidades excepcionales, que lo hicieron ser una persona dinámica, amable y eficiente.

Luís Emilio Escotto Montan, hijo de los señores: Arismendi Escotto Castellanos (quien era sastre) y Gregoria Montán de Escotto, ambos fallecidos. Nació en la comunidad de Altamira, Puerto Plata el 25 de febrero de 1920. Tuvo los hermanos: Fabio Arismendi (fallecido), Frosalina Altagracia, Silvanis Natividad, Blanca Nieves y Cristina Colombina Escotto Montán.

Hizo sus estudios primarios e intermedios en su natal Altamira, llegando hasta el Octavo Curso aprobado. Entre sus profesores, estuvieron: Miguel Onerel, Mercedes Mañón Castellanos, Vitelio Rancier, José Dubeau, Silvia Crístofe Fragoso, Dolores Mella, María Rancier, Armando Cordero y otros.        Aprendió por sí mismo la mecanografía, sin tener que ir a escuela.

Fue limpiabotas en sus primeros años, para de esa manera ayudar a sus padres y a sus estudios.

En sus años juveniles practicó béisbol, destacándose en dicho deporte. Jugó béisbol como pitcher en la novena en su amada Altamira, Palo Verde, Las Lagunas, Imbert, Luperón, Puerto Plata, Navarrete, Santiago, etc.

Dirigió el equipo de Béisbol de Altamira, que se  enfrentó a Chichí Olivo que pitcheaba con el Batey Madre Vieja, de Palo Verde y con Sijo Delmonte y Consuegra, que era miembro con un equipo de Las Lagunas.

A los 17 años de edad comenzó a trabajar como Conserje de la Junta Municipal del Partido Dominicano, en el año 1937. De ahí fue nombrado maestro de la escuela rural de la sección de El Mamey, siendo su directora Aura Martínez.

También laboró como Conserje del Ayuntamiento de Altamira, dirigido por Rafael Joaquín Vargas en 1939  y de  secretario de Inspección de Educación en Altamira, bajo la dirección del  Profesor Carlos María Hernández, en 1941.

Llegó a ser propietario de una librería en Altamira y representó a la librería Amengual de Santo Domingo.

En su localidad se dedicó al periodismo, en el año 1938 escribiendo artículos y reseñas sociales y políticas, siendo corresponsal de los periódicos: La Tribuna, La Información, revista Páginas Banilejas y La Nación. En su archivo personal guardaba los recortes de periódicos en que sus colaboraciones eran publicadas en esos periódicos.

Era un asiduo lector de poesías.

En Altamira, ocupó también los cargos de: Secretario de la Inspección de Educación, Secretario General del Ayuntamiento,, dirigido por Nicodemus Arias Gómez, desde el año 1943 hasta el 1954; secretario del síndico de Altamira, Dr. Armando Cordero, en 1944, durante un año; Síndico Interino, Tesorero del Ayuntamiento de Altamira, Puerto Plata.

Además, fue: Fiscalizador del Juzgado de Paz, Director de Registro Civil e Hipoteca del Ayuntamiento, Supervisor del Censo Nacional de 1950, de Altamira y otras tantas.

Casó con Sergia Frías Lendolf de Escotto (hija de Aquilino Frías Medina y Ana Ceferina Lendolf) en Altamira, Puerto Plata, en el año 1945 y procrearon cuatro hijos: Dulce María Emperatriz (empleada de Impuestos Internos por muchos años), Piedad Altagracia (abogada), Bolivar Luís (dibujante y maestro constructor) y Luís Emilio Escotto Frías (doctor en odontología).

En el año 1954, decidió trasladarse a vivir en Puerto Plata y allí fue corresponsal de los periódicos: Ecos del Norte (local) y El Caribe, de Santo Domingo.

En su calidad de Secretario de la Gobernación Provincial de Puerto Plata, el señor Luís Escotto Montan, también les sirvió, además, a los gobernadores provinciales: Don Luís Ginebra Pelegrín, Dr. José Sixto Ginebra Henríquez, don Danilo Brugal Alfau, Dr. Carlos Manuel Finke González, Dr. Samuel A. Arias Vargas, don Octavio E. Loinaz Garrido, don Rafael del Valle Córdova, Juan Carlos Morales Capellá, Dr. Francisco Brugal Mateos (a) Panchito, doctor Marino E. Villanueva Callot.

Como también a los señores: Licenciado Carlos Grisolía Poloney, don José Eugenio Pimentel Lister (a) Chujo, Dr. Mario Estrada Martínez, profesora Concepción Gómez Matos, don Ceferino Galán Rodríguez, profesor Guillermo Rivera Núñez, doña Nieves Hernández de Newmán, doctor Alfonso Pérez Cid, Juan Medina Vásquez, doña Rafaela Monegros de Villanueva, doña Cristhian Ariza Arzeno de Loinaz, José del Carmen Loinaz Ariza (interino),  Licenciado Juan Pablo Plácido Santana, Lic. Tomás Emilio Durán Garden (a) Tommy, Doña Mirna Ydalia Mercedes Santos Candelarios de Rivera, Doña Ginette Altagracia Bournigal Socias de Jiménez, Dr. Francis Emilio Vargas Francisco, César José de los Santos Bretón y doña Eridania Altagracia Llibre Ortiz viuda Jiménez.

El señor Luís Escoto Montan fue reconocido por la gobernadora doña Eridania Llibre al cumplir cincuenta y cinco años como secretario de esa gobernación.

En sus 72 años de eficiente labor como empleado público, no fue nunca recriminado ni llamado a la atención por los distintos jefes que tuvo en su larga y extensa carrera de servidor público.

Durante la Era de Trujillo fue condenado a un año de prisión por un hecho que no cometió.

De una conducta intachable. Apegado a su familia.  Nunca salió al extranjero. Buen conversador.

Entre sus amigos, estaban: José Domínguez Pecunia (Tuto), Jaime Lockwardt, Néstor Sosa, Neti Basdel, entre otros

Lleno de muchas anécdotas de su larga carrera y experiencia en la administración pública.

Fue un símbolo a la honestidad y al trabajo serio.

Se supo mantener equidistante de los políticos. No era político partidista.

Los puertoplateños tuvieron en don Luís Escotto Montan como en el doctor Francisco Almonte Jiménez, dos ejemplos de hombres honorables y eficientes en sus respectivos trabajos.

No se acostumbró a la nueva tecnología de la computadora. Fue un excelente mecanógrafo y oficinista.

Murió don Luís Escoto Montan en la ciudad de Santiago de los Caballeros, el sábado 14 de noviembre de 2009, a la edad de 89 años.

Ha muerto un gran puertoplateño y correcto servidor público.

¡Paz a sus restos!