Jimmy Carter, uno de los mas honestos y mejores cristianos al frente de la Casa Blanca (1976-1980), a quienes tantos alentó, respira sus últimos alientos. Con los rehenes en Teherán, cayó en la trampa Republicana-Iraní y lo desguazaron. Mas, gracias a su integridad moral, los derechos humanos en Latino América progresaron durante su presidencia. Al cierre de la década de los 80, me desempeñaba como asesor agrícola en la Embajada Americana. Y especulo que, en la Rep. Dom., sus orientaciones al Depto. de Estado, apoyando la libre voluntad política del pueblo dominicano, apuntaló una transición pacífica de la dictablanda balaguerista a la democracia de Guzmán.
De haber logrado una victoria electoral sobre el actor Ronald Reagan, quizás el movimiento de izquierda en Latino América no hubiese encontrado un terreno tan fértil ni una Casa Blanca tan prepotente. La extrema derecha en Centro América no hubiera encontrado calurosa acogida, como la tuvo con el presidente Reagan, a la lógica, "los pobres se convertirán en comunistas, matemos a los pobres."
Su calidad humana y clara visión, demostradas en obras como Habitat para la Humanidad y su construcción de techos para los vulnerables y sus gestiones para lograr la comunicación entre acérrimos enemigos, le ha ganado el reconocimiento de ser uno de los mejores ex-presidentes de América. Sus valientes opiniones sobre los derechos humanos y calidad de vida de los palestinos le costo aislamiento político en su propio país. Su libro de meditaciones enriquece espiritualmente y existencialmente a quien lo lee.
Tristes momentos, cuando aun un presidente inepto, como es juzgado Carter, en gran parte a causa de la bien financiada propaganda negra de los Republicanos, resalta como muy superior a nuestro posible futuro presidente billonario o a sus alternativas.
Pocas horas le quedan. Recemos por sus familiares y amigos; gran pérdida para ellos, y para nosotros—cuando su luz se apague la oscuridad se cerrará aun mas..