El creciente movimiento del PRD Mayoritario (PRD-M) que agrupa las figuras más tradicionales y emblemáticas de todas las edades del PRD y su unión con el grupo la Convergencia, representa la creación de una formidable coalición de personas de pensamiento democrático y liberal, que se unen en un solo frente para empujar y realizar el cambio político en el 2016. Esta amplia convergencia de políticos, profesionales, sindicalistas, estudiantes y de personas preocupadas por el futuro de la democracia, se han unido con el gran propósito del cambio. Cambio generacional, cambio de mentalidad y cambio del actual modelo económico excluyente y desigual.
La nación se encuentra saturada de un partido de extracción izquierdista, que se ha convertido en un clan corporativo de la nueva ultra derecha, con los controles de las Altas Cortes del país y de la Junta Central Electoral que amenazan seriamente la democracia y la alternabilidad. El PLD se ha degenerado en un enorme clan de poderío económico producido por la corrupción institucional y la impunidad más desfachatada. El PLD hace tiempo perdió su encanto y frescura, ahora es una “fábrica” de trapicheo político electoral, sostenido con dinero del Estado y del clientelismo político y social. Es el balaguerismo, sin Balaguer, y creo que peor.
Es hora del cambio político y del relevo generacional. La sociedad debe de despertar y expresar su inconformidad y unirse para sin temor provocar con sus votos el anhelado cambio. Hoy domingo 6 de julio de 2014, ocho organizaciones lanzaron con su Manifiesto el movimiento cívico la Convergencia. El Dr. Pedro Catrain explicó con claridad los planes y doctrinas de este arcoiris de grupos y personalidades, que se unen con el gran propósito político al PRD-M. Igual, Higinio Báez, Miguel Ceara Hatton, Fidel Santana, Hecmilio Galván, Eléxido Paula y otros dirigentes y destacados miembros de la sociedad civil, se sumaron con fervor a esta cruzada contra el continuismo, la corrupción y en en favor de la alternabilidad y de la decencia.
El PRD-M se está convirtiendo en un fenómeno político cargado de energía y esperanza. El liderazgo profundo de Hipólito Mejía en la dirigencia y bases del PRD es innegable. Hipólito se está creciendo y remozando y se convierte en un factor de cambio y pelea política contra los usurpadores. Luis Abinader es el nuevo liderazgo fresco y sin manchas, es economista y empresario, y político por sangre y tradición. Su simpatía crece por día y despierta gran entusiasmo y esperanzas, y cuenta con el apoyo como una bisagra, de Hipólito, el PRD-M y la vigorosa Convergencia, que ayuda a cohesionar votos de la sociedad y a regenerar la agenda política y social.
El Manifiesto de la Convergencia es un programa moderno y liberal, a tono con las transformaciones de la sociedad. Fue firmado por los líderes del PRD-M. Es un documento de esperanzas y juventud de ideas e ilusiones. No es un documento protocolar muerto. Ahora le toca al PRD-M diseñar su propuesta nacional, y sintetizarla en cuatro o cinco principios cardinales de cambios, como la reorientación de la política social para que sea incluyente y con equidad, el cambio de modelo económico pro-producción, la lucha contra la delincuencia, el narco y la inseguridad ciudadana, la lucha contra la impunidad y el estado de derecho y por la creación de empleos para los jóvenes y la clase trabajadora.
Se ha creado una verdadera alternativa de esperanzas y cambios en la sociedad y de alternabilidad política del continuismo peledeísta, agotado y enchivado en las mieles del poder, el dinero fácil y la ancianidad mental. Todos los ciudadanos y ciudadanas que deseen ver cambios y reformas en el país, deben comprometerse con un futuro distinto. El amplio paragua del PRD-M y la Convergencia abre el camino hacia un frente nacional, por el relevo y el progreso con justicia. Dentro de este arcoiris cabemos todos. Es hora de expresar nuestra frustración y decepción, y sumarse al cambio en el 2016. En mi caso, soy parte activa del PRD-M/ Convergencia e invito a muchos indecisos que sigan al movimiento y su nuevo liderazgo. El país no aguanta más de lo mismo. Basta ya.