La construcción de ciudadanía es necesaria para la vigencia de la democracia en una sociedad. Sin ejercicio ciudadano, no hay democracia.

Autores como Jelin(2003) consideran que el ciudadano o ciudadana en su vida cotidiana adopta una serie de acciones con las que construye ciudadanía, estas son:

  • Las denuncias sobre las situaciones y políticas sociales desfavorables para las comunidades
  • El cuidado de los logros sociales que parecen los más justos
  • Las exigencias del cumplimiento de los contratos sociales
  • Participación en la esfera pública
  • Sentirse con derecho a estar en la esfera pública
  • Asumir la conciencia de los derechos ciudadanos y el reclamo de los mismos
  • Salir del plano de subordinado y de sumisión ante el poder

La construcción de ciudadanía es un fenómeno complejo que implica un proceso de conciencia de los derechos con la acción directa en las exigencias del cumplimiento de estos derechos y de los contratos sociales e implica un salto cualitativo en que las personas trascienden la dimensión individual y pasan a la dimensión colectiva.

En la sociedad dominicana se presenta la dualidad y ambivalencia de un débil ejercicio ciudadano, la mayoría de la población no tiene conciencia de sus derechos y deberes y no asume su exigencia desde la esfera pública. Junto a esta débil conciencia ciudadana nos encontramos con procesos sociales en los que se puede identificar la construcción social de ciudadanía que genera una cierta esperanza de que se transforme la sumisión y la pasividad en acción.

La presencia de movimientos sociales basados en el reclamo de derechos ciudadanos como lo que ocurrió con la movilización social  para proteger el Parque de los Haitises, la movilización contra la Reforma Constitucional a favor de los derechos de las mujeres, el movimiento que promovió el 4% del PIB para la educación y la impactante marcha ciudadana contra la impunidad y la corrupción.

Todos estos movimientos vienen desarrollándose en el país desde el 2009 a la fecha y tienen varios elementos en común:

  • Nuevos liderazgos que surgen desde los estratos medios de población adulta y joven
  • Convocatoria a través de las redes sociales. La marcha contra la impunidad tuvo éxito gracias a la convocatoria a través de las redes sociales
  • Ausencia de protagonismos. El hecho mismo de que la convocatoria se hiciera a través de las redes sociales genera que se amplie el espectro de actores convocantes y movilizadores de la misma
  • Integración de líderes de opinión en la promoción de la misma
  • Establecimiento de elemento simbólico-color. En la marcha al igual que en la lucha con el 4% se reproduce lo simbólico, en este caso el verde.
  • Manejo de pautas de organización y cuidado

El movimiento de protesta contra la corrupción y la impunidad que se expresa en la marcha es el reflejo de un proceso escalonado que se inicia en el 2010 con las protestas contra la corrupción que incluían los juicios  contra los “corruptos” realizados en parques públicos de Santo Domingo y Santiago. Se destapa con éxito porque se produce en un momento en que estalla el escándalo alrededor de la Odebrech.

El éxito de la marcha es el éxito del ejercicio ciudadano, se demuestra que existe un grupo de población que reconoce su derecho sobre el manejo transparente del estado y su participación en el mismo. Ahora le toca a las autoridades gubernamentales y del sector justicia responder al reclamo colectivo y así fortalecer la democracia.